Se levantó de la cama sin haber dormido ni un poco. La preocupación asesinaba su alma lentamente. Llevaba casi dos meses sin tener noticias de su esposo y con esto, tampoco un buen sueño. En lo único que pensaba era:
¿Estará bien? ¿Seguirá con vida? ¿Lo habrán atrapado los enemigos? ¿Y si lo están torturando? ¿Y si lo mataron? Desdémona comenzó su rutina; hizo el desayuno, levantó a sus hijos, los alimentó y los mandó a arreglarse para su lección de ese día. Mientras esperaba, contempló la fotografía del día que desposó a Richard y sus ojos se inundaron en lágrimas. Lo extrañaba tantorezaba todos los días por él. Porque regresara sano y salvo a casa. Porque sus hijos algún día lo vieran de nuevo. Porque pudiera volver a sentir sus brazos alrededor de ella mientras su fragancia la llenaba de paz interior.
Maldecía día y noche esa condenada guerra que los había separado. No entendía por qué tenía que ir él cuando no era su lucha. Pero claro, los adinerados hombres de altos puestos en el gobierno, por quienes había iniciado todo, no tenían de qué preocuparse ya que sólo debían enviar a unos cuantos peones a pelear por ellos. Peones trabajadores que tenían una familia que mantener. Peones como Richard.
Alguien llamó a la puerta despertándola de su ensimismamiento. Ella caminó a la entrada y preguntó, tratando de recuperar la serenidad de su voz:
–¿Quién?
– Telegrama para la señora Wyatt. – contestó una voz masculina.
Desdémona abrió la puerta y recibió la carta donde venía escrito el mensaje. Le sudaban las manos y su pulso le impedía sujetar el papel firmemente. Temía que fueran malas noticias. Si lo fueran iría alguien a decírselo personalmente, ¿cierto? Seguramente era él para decirle algo bueno. Que la guerra había terminado. Que volvería a casa… o tal vez otro soldado, compañero de él, que le informaría lo peor.
Respiró profundamente. Desdobló el papel. Abrió los ojos y leyó el mensaje con el corazón acelerado.
Maritza Talavera
Una historia triste, sensible que ha sido parte en las vidas de muchas familias en el mundo, producto de la guerra, afectando mas a los ciudadanos comunes, mientras la minoría se encargan de provocar e incentivar mas la guerra. Me quede ansiosa por conocer el final, que mensaje contenía el telegrama?
Puedo imaginarlo¡ continuara un próximo capitulo?
Saludos