Muy bueno compañero. Es en la piel donde no llevamos más tatuajes que la sensación de habernos escapado del rebaño y ser tan autónomos e independientes que no necesitamos ningún pastor para saber quiénes somos y qué es lo que queremos decir cuando escribimos. Esa piel que se nos abre para dejar entrar a los sentidos del mundo que queremos construir. Sabemos luego podemos. Podemos luego hacemos. Y hacemos luego queremos. Un abrazo cordial.
José Orero De Julián
Marìa Vallejo D.-
Claro que se entiende. Buen tema. FELICITACIONES
Saludos
Maria