El desencanto
Publicado en Apr 05, 2015
Nadie me dijo que debía quedarme inmóvil
o sacarme los ojos para avanzar, que la figurita repetida es el egoísmo y que romper la monotonía es una rebeldía imperdonable, que es una máquina el cuerpo y debe ignorar las emociones para ahorrar energía, que los finales están estipulados -ya no habrá sorpresas- Nadie me avisó que las alas molestan con su agite despeinando a los prolijos de turno, el vuelo de los pichones los provoca por eso coleccionan sus plumas. Nadie me dijo que llevara las manos en los bolsillos para cuidarme de los sensibles roces, que cosiera con miedo mi boca y usara en mis oídos hisopos de indiferencia para no conmoverme con los gritos de otros, que lo mejor sería anestesiar el cerebro. Nadie, nunca nadie me dijo que me había equivocado de planeta.
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Lucy reyes
Un abrazo, querida amiga.
Mara Vallejo D.-
Me llama la atención y además me fascina, la guía literaria que le imprimiste a ésta poesía, amiga mía.
Gratísimo leerte.
Abrazotes
María
Enrique Gonzlez Matas
UN GRAN ABRAZO.