Volvía sobre mí en su disculpa
Publicado en Apr 12, 2015
Ella -La soledad antecede en tu mirada.
Él -Si tuviera tiempo sacaría el polvo seco a algunos sentimientos y con ganas me los pondría. Ella –No pongas esas frases tristes. El verso seco suena cruel. Él -Es mejor esta soledad con sus áridos mutismo que un amor con sus sagrados silencios. Ella -Entiendo, entiendo el amor quedó estancado, pero un día va estar como el primer día. Él -¿Cómo lo sabes? Ella -¿Te sientes solo amándome? ÉL -Es cuando quedó mudo el amor. Ella -¿El amor? ¿Dónde? ¿En el beso? Que complicado es el amor breve. ÉL -Breve en tu risa, en tu mirada breve… A mí me gusta el amor largo y sencillo. Ella -No te entiendo, ni me entiendo. ¡Cómo pude abrazar la locura y besar la ignorancia! Él -Quizás no es hoy, no es mañana, pero tiene que llegar un día en que entiendas. Ella -¿Cuál es tu problema? Él -El problema es cuando el corazón comienza a recordar en vez de latir, añorando a como eras antes… nunca se acepta la ausencia de lo que se lleva en el corazón y si se lo acepta es para decir adiós. Me hubiera gustado que estuvieras más aquí, pero ya me habitué a tus ausencias. Ella -No todo es tan así… Él -Pedirle más tiempo al amor de tu vida y te diga: ¡No me presiones! De tanto en tanto me expulsas de tu olvido y de a ratos te acuerdas y me das de lo que te queda. Ella -Te prometo que ahora será diferente. Él -No prometas cerca lo que estás lejos de cumplir. Ella -Se aprende tarde pero se aprende. ÉL –No me gusta ese trueque, lo que quieres ya no será, ya no me queda tiempo. Ella -No seas tonto, siempre podrás tener todo, como yo tengo lo tuyo, te enseñaran mis caricias a olvidarte de todo… Él -Mi razón se bate entre quedarse y una honrosa retirada. Te juro lo intento y lo olvido y al rato me acuerdo de nuevo y no, no me puedo olvidar. Me recuerdo: Yo y mis intentos sin poderme llegar a tu boca, salvo al despeñadero de tu mirada que hacen del hambriento harto. Ella De mi buena voluntad, con que más y mejor en mi fe te prometo sabré cumplir tu deseo, esta vez será diferente… Él -La cuña vale si es de buena madera. ¿Crees que con cuatro puntadas de hilo son poderosas para que no se descubran las hilachas? Una mirada y dos promesas enamoradas ¿serán suficientes? Con los años uno va perdiendo crédito que no hay verdad que dure cien años ni boca que lo sostenga. Ella – No te reconozco. ¿Qué antes endulzabas la lengua? Para que ahora largaras verdades más ajenas que propias ¿Perdiste el último prejuicio qué ahora te lanzas a maldecir? Yo me invento una ilusión… pero tu alma de Pared templada abrumante le pone un freno a mi razón. Él -¿Por qué te ofende lo que digo? Como ahora ya no estoy en actitud de espera, librándome de esa incómoda sensación de dependencia emocional, marcada por esa irremediable distancia emocional tengo libertad para la queja, la duda, el rencor…pero bueno esto es así; cuando el amor se va, escondida es la calidad del espíritu humano. Hay que aceptar la verdad para no vivir la mentira.
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Enrique Gonzlez Matas
SI SE ACABÓ EL AMOR TODAS LAS DISCULPAS SOBRAN, SI ALGO QUEDA SE PUEDE REAVIVAR...
BIEN, GONZA, TE FELICITO POR ESTA POESÍA DIALOGADA.
gonza pedro miguel
estefani
gonza pedro miguel
Elvia Gonzalez
gonza pedro miguel