Serás su pobre dueño
Publicado en Apr 27, 2015
Serás su pobre dueño
Me dijo mi abuelo –Hoye mi niño, escucha el lastre de mis consejos pá que a tus años jóvenes no les falta peso: Ten cuidado con esa mujer hermosa que sin Dios en los labios y con el diablo en el pecho te hará conocer la demasía de su ser, que su ocupación es ir y venir a la caza. En su oficio te hará correr y trabajar pá cumplir con la ley de su capricho y después de cansado habrá de tenerte atado a estaca, andando a cadena, y así resignado en sus manos; habrás de encontrar la suma miseria. Si no me escuchas… te acordarás de mí cuando con el estómago apurado comas; tarde, poco y frío. Mi niño, te lo digo pá que me sigas y viéndome trepar pongas el pie por donde me viste subir. Yo, dudando le dije. Abuelo, con mucha librería en los dichos defiendes tu verdad, ella es un ángel y el azul celeste sus ojos prueban que del cielo viene. De niña fue hermosa, como fruta temprana, tres veces más mirada que hablada, esa tardanza era mi esperanza, que las palabra unas veces atropellan frente a una fresca rosa. Mi abuelo que no estaba de acuerdo, por eso me dijo - Vendiéndote caro te digo: Dulces halagos de lenguas vanas son esos mi niño. Por otro lado espero no seas celoso, o no dormirás bien estando siempre al acecho, deseando saber el paradero de ella. Mujer hermosa es y muchos buitres hay, espero no te cause dolor lo que debiera darte placer. Ya cuando se iba a modo de despedida me dijo: Mi niño, para que no te falte aliento para la huida, el consejo vale, si con el daño se aprende. La sequía de mi imaginación: La poca prudencia y la mucha vanidad no me dejaron ver el ungüento de sus consejos. Sus abundancias reventaron mis ojos, a tropel, cayendo copioso sobre mi alma hasta no quedar ni palmo de carne, ni sangre que no me explotara por el pecho; tanto que lo de adentro me quedaba todo afuera y peor aun con no poco acuerdo con mi razón que pierde su camino, entre suspiros que arrancan el alma, hasta dejarme naturalmente ciego. Abuelo tenías razón, cuánta verdad había en tus palabras. Su perfume, sus ojos, la audacia de sus miradas compraron mi razón.
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Maritza Talavera
Me ha gustado le expresión Literaria que has utilizado y estoy de acuerdo con el refrán de Enrique, "Nadie escarmienta en cabeza ajena" Es una verdad y realidad que se experimenta en la juventud y hasta que estamos en edad adulta o que hemos experimentado en carne propia; le damos la razón a los consejos recibidos por nuestros mayores.
Saludos
gonza pedro miguel
gonza pedro miguel
Enrique Gonzlez Matas
LAS PALABRAS DE LOS ABUELOS SE CUMPLIERON, PERO, COMO DICE EL REFRÁN "NADIE ESCARMIENTA EN CABEZA AJENA".
TE FELICITO CON MI ABRAZO.
gonza pedro miguel
Marìa Vallejo D.-
Buenas letras y un tema que es vivido por muchos. Me ha gustado la forma como lo guiaste.
Saludos
María
gonza pedro miguel