Deseo
Publicado en May 06, 2015
-¿Que deseas?- me pregunta mirandome a los ojos, como si con ese pequeño gesto pudiera hacer algo para ayudarme. Abro la boca dubitativa pero no puedo articular palabra alguna, una pregunta surge en mi mente de imprevisto... ¿que es lo que deseo?
"Recuerdo que cuando era niña durante una fiesta de cumpleaños al momento de soplar las velitas, mis padres mi dijeron que pidiera tres deseos..." "Deseo conocer al hombre perfecto Deseo tener la boda de mis sueños Deseo vivir con el feliz para siempre..." "Recuerdo haber soñado con aquellos deseos durante años, vivia soñando despierta sobre mi futura boda, sobre el vestido que usaria ese dia, sobre mi casa y mis futuros hijos; pero sobretodo soñaba con mi futuro esposo, mi hombre perfecto que seria alto y galante y me hablaria con palabras dulces como la miel, y sus caricias serian como el rozar del suave terciopelo Y ciertamente tras años de ensoñaciones finalmente conoci a aquel hombre, tal y como lo habia soñado fue el. De familia adinerada no reparaba en gastos para complacerme, si bien a veces pensaba que era un exceso nunca emiti queja alguna porque tal vez en el fondo yo disfrutaba de todos esos cuidados y halagos. Una noche, tras un par de años de pareja, me pidio matrimonio en la terraza del edificio mas alto de la ciudad; rodeada de velas y petalos de rosa acepte sin ningun reparo. Nos casamos una noche de primavera bajo un cielo hermoso, una noche hermosa y llena de magia... la envidia de muchos cuentos. Poco tarde en darme cuenta que los cuentos no existen, ni tampoco la perfecccion. La misma noche de nuestra bodas mi ahora marido me poseyo de una manera tan brutal que me dejo marcas en todo el cuerpo y con el pasar de los dias su cambio fue totalmente radical, sus palabras dulces se transformaron en amargos silencios y venenosos insultos y sus caricias, que ya no eran suaves, me dejaban el torso amoratado y lleno de cicatrices. En publico me forzaba a aparentar felicidad y nadie lograba notar mi desdicha, puesto que nunca me golpeaba en lugares visibles y yo, con mucho esfuerzo, ocultaba con maquillaje las heridas de aquellos que se le escapaban y las ojeras producto de sinfin de noches sin dormir y rodeadas de mares de lagrimas. La noche de mi cumpleaños decidio montar una fiesta en el salon de un lujoso hotel, aquel lugar donde mucho tiempo atras el me habia pedido matrimonio. Todos reian y conversaban, ajenos totalmente a mi sufrimiento e incluso me felicitaban por tan exitoso matrimonio y hasta se atrevian a preguntarme cuando llegarian los hijos. Mi tristeza pudo mas que mi misma y antes que las lagrimas asomaran en mis ojos corri escaleras arriba hacia la terraza, aquella en la que yo misma habia sepultado todos mis mas grandes sueños. No senti el cansancio hasta llegar arriba, recupere el aire exhausta y me asome por la barandilla regodeandome del espectaculo que la ciudad ofrecia y preguntandome como seria desplomarse hacia abajo - ¿Que haces aca? - la voz de mi marido me asusto y di media vuelta para enfrentarlo" - Sali a tomar aire - le dije tratando de que no se me notara la tristeza" - Estuviste llorando - me dijo y mis esperanzas se desvanecieron - no tenes que llorar, hoy es tu cumpleaños y tenes tres deseos..." - Entonces que deseas - me repite luciendo ya exhausto como si ese pequeño juego le habria dejado de divertir. -Desearia no haberte conocido- le digo y me sorprendo a mi misma por mis palabras, sin embargo siento como si finalmente pudiera soltar todo lo que habia reprimido durante años- desearia no haberme casado con vos, pero esas son cosas que ya no se pueden corregir, es muy tarde. - Te queda un solo deseo - me dice el sonriendo arrogante. -Deseo no encontrarte en el otro lado- le digo y haciendo uso de todos mis fuerzas lo tomo por la cintura, arrastrandolo hacia la barandilla mientras el grita furioso y juntos nos precipitamos hacia el vacio.
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gisela
Franco