Acaba de suspenderse, hace escasa media hora, un partido, un superclásico del fútbol argentino y por qué no... mundial también.
El partido River-Boca se suspende porque algún inadaptado arrojó gas pimienta u otro ácido sobre los jugadores de River.-
Se vivió un espectáculo muy triste: algún violento impidió el disfrute pacífico y sano de grandes multitudes, de River o de Boca, no importa.
Muy triste jornada que nos revela la imperiosa necesidad de revisar nuevamente el tema de la violencia, en el fútbol y fuera del fútbol también, que se vive, lamentablemente, en Argentina.-
Como argentino, les pido perdón a los seguidores de River o de Boca, que son extranjeros y querían deleitarse viendo fútbol..
terminamos viendo... como unos pocos pueden más que muchos, y los muchos, carecemos de medios idóneos para detenerlos.-
El hecho nos remite al vergonzoso sistema jurídico penal argentino, que .. . muy lamentablemente, carece de toda operancia para evitar o corregir estos hechos.-
Una vergüenza, pero también, un motivo de honda reflexión... ¿cómo detener, dentro del Estado de Derecho, a los violentos? ¿Cómo impedir que muy pocos, puedan más, por medios detestables, que las grandes mayorías pacíficas?
Alerta, no se trata de un hecho aislado, es la punta del Iceberg de un problema profundo de violencia irresuelta en la Argentina.-
Perdón al mundo, reflexión profunda y soluciones concretas a los argentinos.- Estas cosas nos revelan siempre algo más hondo, más íntimo, que podemos y debemos tratar de solucionar. Nosotros, los argentinos. Saludos cordiales.