El cristal con que se mira
Publicado en Jun 02, 2015
El cristal con que se mira
Que a nadie se le caiga y quede perplejo, que no hay otro infortunio como este, con siete años de espantos. Aunque creo, sospeché mal lo peor, quizás nunca son sus efectos tan graves como sus amenazas. Levantando un poco el rostro, mirando de costado, venciendo el pudor y quizás un poco la vergüenza miraba mi desnudez y sin piedad me pongo a escrutar mi expresión, a porfía el espejo avanza, la imagen extraña y familiar no hace más que aumentar la necesidad y la pobreza para ver como se aleja la cortesía de la juventud, que tan atrás me queda y en todo me conozco inferior. Mi cerebro se dice, como un aliento tácito: Depósito de experiencia nombrada y acumulada. Manotazo de ciego; por cuanto falto, la imagen que me re-tira; expele. Mil espejos tuve y ninguno me agradaba, algunos por faltos, otros por sobrado, ya me mostraban tanto, lo que tanto me faltaba, conocí no ser lo que pensaba, descubrí el engaño que en mi mente creí haberme hecho, no fuera mucho si errara por poco, pero… los reflejos de mi privanzas plantaron la base de mi sufrimiento; en el claro espejo la endechas de mi sufrimiento que duran en el ardor. Por haber nacido mal parecido, nunca tuve el premio de la juventud, este maldito ha guardado poco y me ha mostrado mucho; el, no cuida mi fealdad, ni perdona mi vejez. En esta mirada frágil y distraída, Todo en un mismo saco, radiante o borroso la turbia mescolanza.
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Enrique Gonzlez Matas
ENHORABUENA CON MI FRATERNAL ABRAZO.
gonza pedro miguel