Belleza
Publicado en Jun 03, 2015
Tu no tuviste la culpa de tu belleza y te hiciste dueña de tu fealdad.
Vendiste tu alma a la inteligencia y tu cabeza rapada ocultó tu divinidad. La divinidad es el opio de los otros y la mentira que ocultas; el sucio secreto, el horrible monstruo, el crimen que escondes, el disfraz que usas. Dulce doncella de verdes ojos ¿A dónde vas, qué buscas? Tu pecado es de narciso, tu destino de Sísifo.
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mauricio
oblomov
Saludos.
Oblomov.