Teleoperador
Publicado en Jun 03, 2015
“Me llamo Carlos Santos,
¿En qué puedo ayudarle?” Así me presentaba... Cuando me ponía el casco Y empezaba a trabajar Era un teleoperador En un centro de llamadas En donde atendía a clientes De la famosa empresa De la “M” milagrosa Y los mares azules Mis clientes eran autónomos O de pequeñas empresas Que tenían contratos De varias líneas Y cada principio de mes Nos mataban a llamadas Para presentar su quejas Sobre facturas mal cobradas O las subidas de tarifas Mis oídos echaban humo De tantos gritos recibidos Con acoso y mal humor E insultos incluidos Y tenía que aguantar el chaparrón Mostrando confianza y firmeza Aunque me acusan de ladrón Tenía que mostrar mi grandeza Pero tanta paciencia no tenia Y a veces soltaba las riendas A mi lengua tan afilada Para ajustar cuentas A quien lo merecía Mis superiores eran malos La mayoría no merecían sus puestos Hipócritas e injustos Con malas caras actuaban Pensando que eran listos Menos algunos caballeros Que guardo su amistad en mi corazón Gente verdaderamente honorable Entre una manada de gamberros Un día me harté de tanta hipocresía Y tanta falsedad a mi alrededor De los malos tratos que recibía De unos niñatos que ponía el director Para supervisarme, mejor dicho, fastidiarme Porque le recriminaba sus falsedades en la cara Y no tenía valentía para echarme Un niñato me estaba molestando Y sin tener culpa, me estaba gritando Dejé mi puesto enfadado Y le arrojé el casco por la cara Soltando palabras como cuchillas Y el niñato aterrado… se quedó callado Cogí el camino de la puerta Sonriente y relajado Ahí les dejaba sus falsedades Y recuperaba mi orgullo Que lo tenía abandonado Escrito por : Mohammed Chafih El Mrabet
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