la mula
Publicado en Jun 25, 2015
LA MULA
"!Qué fácil fue otras veces!, pero su cuarteado hocico en un día como el 31 crepitaba lastimero. Cuando llegamos, la Lola me dio su adios. No era un adios convencional pero era el suyo, sin duda a la altura de los incomparables adioses a los que era extraño. Eran las dos de la tarde en S. y la brisa se colaba entre los irreductibles muros de hormigón que vestían el nuevo polideportivo. En la calle, el sol impertérrito se apoderaba de las aceras y desgarraba las sombras convirtiéndolas en luz. Todo era luz en la tarde gris, hedor a recuerdos sumergidos y alcoholes de inopinado vacío . América era un destino ignoto para mis ininteligibles sentimientos que se aferraban a la tozudez del que vive y muere en un pueblo. Compungida, tiraba una vez más de mi brazo, pero mis articulaciones inermes solo querían refugiarse de la gratitud del verano, sudar el futuro en la sombra de aquella mole y olvidarse de articular. Quería exprimir los últimos resquicios de nuestro paso por S., grabar el lugar en un espacio de obligado regreso Cuando volvió a acercarse a mí, ya había desaparecido. "
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Mara Vallejo D.-
Grato siempre será, leer tus textos.
Abrazos
María