Lo vi por primera vez y mi corazón se sintió tentado con la belleza de su cuerpo. Era finalmente lo que en mi mente alguna vez soñé. El príncipe de mi cuento de hadas personal.
 
Inicio un viejo juego social donde no lo busco directamente para no evidenciar mi gusto. No sé quien se inventó ese juego pero demás que tenía razón y posiblemente funcionará el hacerlo. Eso creía yo... una vez más, creía yo... para qué cuestionarlo?
 
Me acerco a ti para acercarme a él, comparto contigo para no evidenciarme con él, compartimos historias, travesuras, conversaciones, nos reímos a carcajadas en medio de un café...
 
Te veo, sólo, me acerco de nuevo a ti, me gusta conversar contigo, me gusta tu esencia, tu originalidad, tu espontaneidad, tu inteligencia y tu sentido del humor.
 
Te miro, me encantan tus rizos, el movimiento de tu cabello ondulado me transmite emoción, tu sonrisa empieza a detener mi mirada, y hasta tu forma de caminar empieza a detener mi respiración...
 
Te acercas, las conversaciones son más cálidas, cuando conversas justo a mi lado, mi corazón se confunde, y da ordenes imprecisas que hacen ruborizar mi piel.
 
Empiezo a soñar despierta, te empiezo a imaginar en sueños, te anhelo, te pienso, te extraño... 
 
Lo veo, justo a tu lado, el príncipe ya no es lo que espero, mi mirada ha cambiado, el compartir contigo cada día ha hecho que el sentir se transforme, lo que los ojos de mi cuerpo vieron en algún instante que dieron predilección sobre la esencia, ya no es lo importante, los ojos de mi alma tardaron más, un poco más en ver más allá de lo físico, pero se engancharon con mayor profundidad.
 
Y ahora! prevalecerá la amistad? Sólo el tiempo y el destino lo dirá. No quiero perder un gran amigo, pero tampoco quiero perder un gran hombre.
 
Mejor amigo... Amigo mejor?