María realmente se llamaba Julieta, pero ella no lo sabía. Ella creía que se llamaba Antonia. Su padre se llamaba David y él era ella, pero ella no era él. Sofía pensó entonces como sería su vida sin su familia. Repito Marta jamás existió. Era Antonio quien hablaba por ella y a él le gustaba el color verde. Constanza era quien conducía el automóvil de Raúl porque así lo quiso juan quien era el esposo de Felipe, amigo de la infancia de Laura.
A Soledad  le fascinaba el color rojo. Tomás tenía las  llaves del automóvil de David. Anastasia golpeó a Bárbara, pero el golpe lo recibió Felipe. Donde se encontró el cuerpo del niño estaba Cristóbal. Es que Cristóbal era el niño y el niño era Felipe.
Bárbara estaciono su automóvil cerca de la  estación de trenes. Raúl prefirió suicidarse. La periodista señalo que el cadáver de Antonia había sido encontrado en la playa. Anastasia declaró a la policía haber visto a Felipe y a Constanza escapando de la escena del crimen de Bárbara, hija de Juan. La policía encontró dentro del automóvil imágenes de Soledad. Marta estaba Feliz.
Tomás era periodista y David yacía muerto en el lugar de Anastasia. Marta era realmente el Lector. Bárbara descubrió que el asesino era el Autor. Bárbara nunca existió.  El Lector deliró pues un Autor llamado Raúl lo asesino en la estación de trenes. Felipe le conto a Julieta como había asesinado a Felipe en su casa en el sillón azul. En el desierto se encontró el cadáver de un Autor en un sillón blanco, a su lado un Lector leyendo un cuento sobre el delirio de un Escritor.