Quisáz nunca advertí tus pasos, como ahora
Quisáz nunca advertí tu mirada, como ahora,
Tal vez nunca me convino enamorarme, como ahora,
Tal vez es el mágico destino, que se presenta ahora.
 
Porque siempre escuché tus pasos
Siempre escuché tu voz,
siempre te vi deambulando,
siempre presentí tu corazón.
 
Nunca  pensé en ti como ahora,
nunca imaginé estar a tu lado,
pero la loca imaginación
te sugiere con aires de amado. 
 
Es una locura contagiosa,
enamorarse sin seso
siempre en el mes de septiembre
como pájaros en vuelo.
 
Será que por estar tras la ventana
de tanto mirar y mirar
se me ocurrió enamorarme
para ver un rostro en su cristal.