La vertebra agonizante
Publicado en Oct 01, 2015
Estoy como en esos momentos de vacío papel, incompleta
Dolida como huesos bajo escombro Atropellada, envuelta en tus manos ásperas, callosas Amante imposibilitada de amar, Doliente, Quemante de ganas de besar la hoya de esos lirios cubiertos de vapor. Sedienta, borracha de sed Antagónica y cautiva de bondad, Adormecida de pensar, mirando los palitos del puente de estrofas fatigadas de frío. Estoy como estuviste tú en tu final, viva de recuerdos y muerda de deseo, El torrente de minutos se cubre de dolor, De lo cierto el ayer y el hoy el ahora será pasado, Y el después el mañana, no está, no será y no fue; Ya nada es ni será como era en el pasado obstruido de miedo Y esos miedos resuenan en las manos. Estoy sin fuerzas con los músculos acalambrados, Doliente, Con la columna vertebral como siempre, adolorida Adolorida de estar sentada. Acostada. Parada. De estar. Hoy note que viví mis días quebrantada, Sentenciada al kinesiólogo, al corsé, a la cojera, Hoy que cruce la muerte, noto, mi enfermedad La que trance hace años como dolor de suspiros de respirar, Esa que adormecí en mis letras agonizantes.
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Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Felicitaciones Josefa