Todos los días es lo mismo, mi cerebro despierta siempre de una manera casi refleja como un verdadero reloj, a las cuatro y media de la mañana y ya no puedo conciliar el sueño, ése sueño conseguido con una pastilla para dormir, para no pasarme la noche en vela con los dolores, con el malestar que padezco día y noche, después de dos operaciones de cáncer de una toma de yodo radiactivo, dicen los doctores que ya estoy curada, las molestias siguen mi cara sigue abotagada, a veces creo que me voy a asfixiar, que me falta el aire.
Pero no se si es cinismo, terquedad, esperanza o suficiente Fe en el Arquitecto Maravilloso y Supremo de la Vida DIOS, porque sigo viva, permanezco en pie de lucha, murió una Señora que trabajaba de cerillita en una tienda de conveniencia que me daba muchos ánimos me lo acaba de decir mi hija y le lloré de corazón, murió el padre de un amigo de mi hijo  y también lo lloré y sigo aquí, en éste planeta llamado Tierra.
 Con un sinfin de malestares de medicamentos me estoy quedando sorda para variar, el Otorrinolaringologo me lo dijose está quedando sorda su problema es irreversible, acerquese a Dios, y me acorde de una película quen vi en mi lejana juventud Hermano Sol, Hermana Luna de Franco Zefirelli y la  vi completa la vida de Francisco de Asís, y me di cuenta o caí en la cuenta del verdadero significado de la Vida el AMOR, del cual nos hemos olvidado todos, icluyendome como la primera en olvidarlo.
 Sus canciones,  hablando del AMOR a todas las criaturas del Señor, a las aves, a las fñores, a los enfermos, a las criaturas más pequeñas, llor´´e, lloré y lloré hasta que solté todo ése mar que me asfixiiaba, había olvidado mi jardín mis pequeñas plñantas mi árbol de papayas caricas que conté como veinticinco, mi limón que volvió a florecer depués de áquella nevada, mi mandarino, volví a sonreír, al toparme de frente con la vida