Desequilibrios.
Publicado en Oct 15, 2015
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Por lo general cuando llego al colegio los problemas de mis alumnos pasan a ser mis problemas. Mi mente se resetea como si fuera una máquina y el último paso que me pone en el umbral de la puerta es el interruptor que cierra el circuito en serie sin vestigios de conexiones en paralelo. La realidad pasa a ser un subconjunto sin intersecciones y me desenvuelvo en él como una huérfana sin necesidades. Soy la máquina que socialmente se espera.
 
En esa rutina mi  voz  suena segura en las respuestas que doy o en lo que explico. Mi memoria no me traiciona porque siempre le da letra mientras manejo la situación con pasión disfrutando de la labor que elegí desde mi vocación hace años. Allí me desempeño sin historia personal.
 
Algunas veces sin que lo desee se filtra alguna preocupación a ese conjunto aislado y mi alrededor se torna un caos porque el alrededor es la clase que depende de mi. Todo es ruido cuando no estoy donde estoy, un ruido que no altera el muro que edifico porque es un muro sordo donde todo rebota. Mis ojos miran pero no ven y ante las preguntas de mis alumnos , que en ese momento me resultan inapropiadas, respondo con una mirada que comunica sin voz porque ésta sencillamente no suena cuando sus dedos de aire se esfuerzan por pasar a través de las espinas que crecieron en mi garganta.
 
Una simple dosis del afuera desvanece mi seguridad poniendo en duda mi vocación porque de pronto me fastidia el encierro en ese perímetro donde las horas consumen inexplicablemente más de sesenta minutos. Un simple recuerdo me invita a sobrevolar la clase para que nada me toque.
 
En todos los años de servicio he lidiado muy pocas veces con esas infiltraciones pero últimamente se repiten con más frecuencia. Es como si de pronto la máquina social entrara en cortocircuito o estuviera susceptible a las interferencias. Es como si la ética profesional se transformara en una responsabilidad demasiado egoísta para ser sostenida durante tantos años.
 
Los docentes no podemos permitirnos esos desequilibrios porque con todo lo bueno o todo lo malo que nuestras actitudes impliquen estamos influyendo siempre sobre los receptores que son esponjas. Será por eso que nos jubilan con menos años de edad que en otras profesiones. 
 
Hoy mis alumnos deben haber agradecido que me falte poco tiempo para marcharme.
 
Silvana Pressacco 
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Foto del autor Silvana Pressacco
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Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos


Creditos: Silvana Pressacco

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Comentarios (3)add comment
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maria del ...

Estas cansada Silvana, a mi me sucede lo mismo, un año mas y me jubilo... ya no doy mas, aunque se que despues voy a extrañar y tengo miedo de no aprender a vivir de otra manera.
No soy docente pero mis padres fueron docentes y mi hermana también, llega un momento en que el desgaste te afecta el caracter, es una profesion muy mal remunerada y muy estresante.
Mis colegas, hay días en los que desen que me jubile, jeje, mi caracter...
No te preocupes, aquí hay una que se quiere tomar el buque... estoy contando los días como los presos, el último año se me va a hacer de goma...
feliz de leerte y dejar mi comentario
Un abrazo
María del ...
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October 22, 2015
 

Enrique Gonzlez Matas

YO YA ME JUBILÉ, AMIGA SILVANA, PERO LO HICE CON PENA YA QUE MI VOCACIÓN ERA Y ES PROFUNDA. ¡ LOS ALUMNOS Y ALUMNAS NOS ENSEÑAN TANTO!, Y ADEMÁS NOS CONTAGIAN CON SU JUVENTUD, SU FRESCURA, SU ALEGRÍA. TE CONFIESO QUE SIENTO NOSTALGIA DE MIS DÍAS DE ENSEÑANZA.
TU ESCRITO ME HA TOCADO LA FIBRA SENSIBLE Y TE LO AGRADEZCO.
UN GRAN ABRAZO.
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October 15, 2015
 

Silvana Pressacco

Pienso que cuando me llegue la hora estaré sintiendo lo mismo...son muchos años y como dices es un mundo aparte, tan distinto a otros trabajos, tan distinto el contacto con ellos a otras relaciones laborales.. Ahora estoy cansada pero sé que después de un tiempo tendré mucha nostalgia, imaginate que donde doy clases es mi colegio desde pre-escolar... o sea 46 años entre esas paredes con un intervalo de 4 cuando me fui a estudiar profesorado a otra ciudad, volví y conseguí todas las horas ahí, está a una cuadra de mi casa... será imposible no extrañar... llevo más ahí que en cualquier casa donde haya vivido.
Gracias por pasar amigo, un abrazo!!!
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October 22, 2015

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