Trozos de escarcha nacen en tu piel mientras corres desenfrenado, huyendo, ¿De que huyes?, Es algo que no conoces, por eso tienes miedo. El frio ciega tu mirada, tus ojos no puedes abrir mas, lo quieres, lo necesitas, no puedes. Escuchas un ruido tras de ti, un disonante quejido que se arma con un delirante suspiro. Volteas a tu locura, intentando ser ajena a ella, pero lamentablemente solo puedes responderte mirando. Tus piernas giran tu ser lentamente, mientras tu agitada respiracion se vuelve en angustiantes movimientos. Miras al momento de terminar tu vuelta, un escabroso ser ante ti, de piel azul por el penetrante frio, con una mirada inyectada en sangre, sientes su muertos miembros, rozar tu calida pero fria piel, a la par, que con una mandibula enferma, pronuncia un dialecto que discrepa con tus oidos. La aparcion comienza a acercarse a ti, meintras inmovil, intentas susurrar una plegaria por tu alma, lastima, el miedo te obliga a olvidar todas aquellas dulces sinfonias que gritabas antes de tan solo nacer. Sin poder hacer nada mas que mirar, hueles la podedumbre de este ente, sientes sus yemas secas, rozar las piedras buscando tu carne, la respiracion de el, es larga y penosa, se mezcla con humaredas a la tuya, que agitada y temblorosa, permite que las lagrimas comiencen a brotar en tus ojos, a chorros, salen tus lagrmas preciosas sin detenerse siquiera  a velar por ti, se pierden en la oscuridad del lugar, se pierden junto a tus ducles sueños, que mezclados con las notas mas bajas de tu mente, dan vuelo a tu mas hermosa experciencia, opacada por el terror de estar vivo, de sentir, de ser tan solo un ser humano. El dolor que te brinda esta aparicion, colma tu cuerpo, se extiende como el fuego sobre la hierba seca, que muerta como tu futuro, arde mas que otra, ahora te digo, anda, bebe tu espesa frustracion, mezclala con el odio de tu corazon y aderezala con gotas de tu hermosa sangre, quizas asi mueras sin saber que paso, sin saber como fue que tu alma volvio con el creador, anda, hazlo, huye, como has huido a todo, como has perdido el tiempo, pierde la vida tambien, entrega tu ultimo valor, el primero y el ultimo, para saber si por lo menos, puedes darte un fin glorioso en un entorno desastrozo. Ahora ve el fuego arder, mientras tu te colmas de los placeres mundanos que te engrega Dios antes de tu final, satisface tu mas bajos y estridentes deseos con los mas altos honores de la perdicion del alma humana, que entregada a su eterno sufrimiento, permite que tu ser sea carcomido en vida sin que seas presente de eso, sin consideracion de lo que te sucede, las anhelos mueren como cualquier otra cosa, las esperanzas se desbaratan ante el viento, mientras tu no haces nada para salvarlas, estas huyen con tu futuro en brazos, ni una lagrima les regalas, eres demasiado envidioso para ello. Anda, entraga tu alma a el creador, pues a el todas regresan, sin importar nada, todo vuelve a la tierra, todo regresa a ella, nada es ajeno a la muerte, incluso lo inmortal, tiene un lado mortal. Ven a mi, intenta vengar tu lado mortal, intenta vencer a el frio destino que ha muerto desde que naciste, entrega todo a tu suerte, quizas eso te salve, quizas nada te salve, por que eres humano. ¿Donde nacen los sueños e ilusiones?, donde mueren los anteriores. Todo es el mismo ciclo de destruccion e infelicidad, comprendelo, ni ahora que te postras con miedo, en el lecho calido de la muerte, sientes el escalofrio perpetuo, rozar les entrañas de aquel espantoso ser que se yergue sobre ti, aunque vivo todavia, es la imagen mas cercana a la muerte. Llora si deseas, eso nunca cambia nada, intenta rezar, pero de nada servira, intenta huir, siempre lo has hecho, no tengas miedo, te dices a ti, ¿Acaso puedes hablar?, no sabia que los muertos lo hicieran. Intenta seguir con vida por ahora, pierde los trozos de tu mente con cada momento, intenta contar el tiempo, para luego tirarlo como todo lo que haces, olvida el dulce cantar de tu corazon, las mieles de los dulces sueños te abandonan, para entregarte al terror de la muerte, la cruda realidad y por cierto, la hermosa venganza...