Sin espinas, 
me acerqué a ti, 
sin espinas, 
te entregué mi corazón... 
Quizás debí cuidarlo, 
quizás no debí confiar en tus palabras... 
(tantas palabras!!!)  
Sin espinas, 
simplemente yo te amé... 
Pero ahora, lo sé... 
ahora aprendí... 
ahora cubrí mi cuerpo, y mi alma de espinas filosas... 
que me protegen,  
pero también lastiman... 
así que no te me acerques... 
porque no soy, y nunca volveré a ser la misma.