Y es así Mercedes, la vida es como el viento, todo es movimiento y a veces nos traslada como tornado, quemando etapas que no se disfrutan en su plenitud. Cuando se es chico, se pretende ser grande y cuando se es grande, pretende ser chico. Una calle, era para caminar y admirar atardeceres y amaneceres; hoy, son para vehículos que transitan bajo sombras de edificios anónimos. ¿Será acaso que a más progreso, solo habrá más cemento? Tal vez. Lo que sí es seguro que mientras más grande son las “ciudades”, mayores soledades invaden a su gente El público en general,-no quiero ser despectivo- se nutre de la paradoja, ama el contraste y aún la contradicción

Felicitaciones Mercedes

Hermoso texto has compartido, se siente nostalgia regresar y verle tan tocó diferente....
Me ha encantado.
Maria

LLEVAS MUCHA RAZÓN, AMIGA MERCEDES, CUANDO TE LAMENTAS POR ESE CAMBIO EN EL QUE VAMOS PERDIENDO EL VALOR DEL TIEMPO Y DE LAS COSAS Y SERES CERCANOS. YO ME CONFORMO, DESPUÉS DE TODO, EN MIRAR A MIS ADENTROS Y BUSCAR MI IDENTIDAD PARA SABER QUIÉN SOY.
TE FELICITO CON MI ABRAZO.