Y le pedí disculpas. 
Era bella. Tan bella que podria herirme y nunca la culparía. 
Sus rasgos eran parecidos al carmesí.
Cuanto olor a madera vieja y soy yo quien se pudre.
Y le volví a pedir disculpas. Bajo la mirada por costumbre mas que por reflejo instintivo.
No la culpo.
Ella no cede.
Yo no se rendirme.
Buenos días emily.
Silencio.
Buenas tardes emily.
Silencio.
Buenas  noches emily. Descansa.
Silencio.
Ya no tenemos 16 años. Hermosa época. 
Cuando te pregunte ¿que paso para terminar así? Tu dijiste: me enamore de ti.
Eso paso.
Silencio.
Supongo que con ello lo dijiste todo.
Pienso en esta piedra. En donde estoy sentado escribiendote. Como siempre. 
 Y pienso en que no se da cuenta de que la marea poco a poco la esta desgastando y cuando lo haga sera el día en que llegara una ola y se la arrastrara a sus entrañas. 
Que trágico.
Que romántico.