‘¿Cuál es el veredicto, entonces?
¡Hay que quemarla!
¡Pero antes hay que apedrearla!
¡No! ¡Colguémosla! ¡Quiero verla retorcerse!
Muy bien, Mary. Sentirás las piedras de la vergüenza golpear tu maligno y poseído cuerpo. Vamos a ahorcarte, pero antes de que pierdas la consciencia, vas a incinerarte.
¡Por favor! ¡Se los suplico! ¡No me hagan esto! ¡No soy bruja, no he hecho nada!
¡No queremos brujerías en nuestro pueblo! ¡Tus poderes no podrán salvarte esta noche!’
Tomaron a Mary de los brazos y la llevaron arrastrando mientras aclamaba por un poco de piedad. Nadie estaba libre de pecados, pero igual le arrojaron mas de una piedra a esa jovencita. Ensangrentada, antes de que perdiera la noción, le pusieron una soga en el cuello que colgaba de un árbol. Los pies de Mary permanecían aun en la tierra. Alguien mas vino a rociarla con kerosene mientras que la verdadera bruja tiro el primer y único cerillo. Mientras Mary ardía, dos personas mas hicieron que colgara, finalmente, del árbol.
Abuela ¿Por qué dijeron que Mary era bruja?
Oh, fue una pequeña mentira piadosa para salvarme el culo a mí. No la habre apedreado pero la lleve al infierno.