ENTIERRO DEL PASADO ATISBO DEL PRESENTE
Publicado en Jan 26, 2016
Lágrimas huidizas marcan la incredulidad de la tarde Caminos desdeñados que llevan a ninguna parte, Acuden al nostálgico cadalso de martillazos sobre la sien, Cuando El silencio penosamente ofrece combate Evocando unas manos espesas forjadas de hiel Los olivos aún verdean cuando la noche adusta se cierne Protegiendo su color de la inacabado rumor agrietado Y ésta, prendada del olor aceitoso que expiden sus huestes de madera De astillas apuntadas hacia el cielo estrellado Retrasa su llegada, víctima de una ilusión traicionera En un pazo descansa el pastor y su perro, Debatido lenguaje entre gañidos y caricias De muerte advenediza, y vencidos guerreros Cuando El viento sopla arrastrando las hojas Recreando la vida alrededor de los senderos Allí yace el cuerpo del animal, descuidadamente solo Mientras la pala cava sin dilación su lecho, Bajo la atenta mirada del chamizo destartalado Atiborrándolo de tierra seca y guijarros de otro tiempo Y más abajo, dónde el último ladrido invisible se hace eco Aún Brilla la estampa de su eterno cabello almidonado.
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Elvia Gonzalez
javier castillo esteban
Gracias una vez más, mi pequeña fiel lectora
Mara Vallejo D.-
Bonita ha quedado tu poesía, amigo Javi.
javier castillo esteban
gracias