El apogeo de mis años
Publicado en Sep 18, 2009
Hace tiempo pasé el apogeo de mis años:
La cumbre elíptica que sólo una vez se alcanza. Voy masivamente a mis abismos y me desgajo entre rocas recién muertas. Hay telarañas que ya se adhieren a mis pies y las enredaredas van buscando mi nicho. Tengo estrabismo y graves cataratas que me hacen teñir de grises toda luz. La juventud dejó en mi huellas rozagantes que tiendo a tocar cada vez que me agacho. Antes fuí abundancia de metralla y andaba entre manantiales, azorándolos. Era un titán que cargaba con el mundo más a mi corazón lo cimbraban las gladiolas. Ahora siento menos mis calores y mi color va degradando su estatuto. La siempre fría eternidad me espera: Ya mis manos tiemblan a menudo. Ya no corro tras tranvías o amazonas y me molestan las vacadas de escolares. El verde para mí está menos verde y aumentan los quilates de la hora. Me rodean gorgeos de sigilo y voy quedando lentamente sordo. El siglo me lleva entre su savia: Me ha madurado y puesto su sentencia. Quisiera ser el mismo que reía ante los huesos de ancianos desvalidos. Mis semejanzas ya se vuelven diferencias y me siento llevado por espectros y augurios. Aunque no uso aún bastones o muletas siento que los quebrantos me recorren y que bajo exponencialmente hasta el quiebre total de mis sentidos.
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Richard Albacete
Verano Brisas