Al medioda
Publicado en Feb 05, 2016
Al mediodía
El manuscrito de las virtudes. Aquel que pocos entendían y la muchedumbre ensalzaba sin remilgos, aquel que desde su preponderante sombra castigaba a quien con usura hablara de algo tan mundano como su valía. Éste sólo quería sonreír y ser cómplice de asiduos lectores que sin segunda catalogación destriparan su vida, tan frágil tan intuitiva, que parecía sencillo perorar sobre sus díasEstos fieles devoradores de páginas eran valientes e intrépidos buscadores de alturas que a ellos correspondían A no pocos lectores inscritos se los ha llevado la cultura de cañería que promulgada sin medida. Así busca el tiempo su lugar entre escombros de papel y tinta seca, de ojos curiosos se compone la densa sustancia que impregna inmisericorde el color de las tardes lentas y tranquilas reposando sobre el diván leyendo libros de caballerías.Ahora vuelven las letras imprecisas, se oyen en la distancia, cuchicheando acerca de tal y cual, de lo actual y lo prosaico, del estandarte que portan los intelectuales de época que han perdido intencionadamente la brújula para encontrar el camino de vuelta, el regreso a un tiempo de ilusoria sabiduría y vagos escarceos, de falsos amores y besos de galería La Al escritor y al ingenioso dedico yo estas letras, pues si pudiera asumir el olor de este pestiño como bien se yo que debería, convertiría el papel en ensayo clínico de lo que resta en adelante, atisbando quizá un poso de intención almizclera aun siendo mediodía y cautivo del pasado ausente, que nunca lo fue en realidad, sino más bien una maquinaria desengrasada que ha vuelto a funcionar .
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