LA ÚNICA ESPERANZA (Reflexiones)
Publicado en Mar 12, 2016
A muchos españoles les incomoda hablar de Dios, lo consideran un tema relegado a la infancia, un signo de debilidad, un componente de ciertos actos sociales. Si alguien se atreve a expresar sus inquietudes espirituales a un grupo de amigos, lo más probable es que en el rostro de todos aprezca una sonrisa condescendiente, algo así como una invitación a que se calle y no les estropee la reunión. "Cree en Dios si quieres, pero no lo tomes en serio", éste parece ser el lema de la mayoría. Dios viene a ser así la ilusión de un día, de una festividad, de una ocasión para huir de la monotonía diaria. Algo en lo que se prefiere no pensar. "Yo creo a mi manera y no voy a cambiar", dicen unos. Otros creen "según les han enseñado", pero cuando les preguntas descubres que no saben bien qué es lo que les han enseñado. Algunos se declaran ateos...
En el fondo lo que hay es temor a la muerte, temor al más allá. El hombre que se niega a oír la voz de Dios es esclavo del temor y de fuerzas incontroladas que operan dentro de él. Lo cierto es que nadie tiene por qué vivir en la esclavitud de la incertidumbre y el temor. Dios ha hablado, y su palabra es portadora de luz, vida y libertad. La Biblia dice que "Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres de los padres, en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo". Si Dios se ha tomado tal interés en nosotros como para enviar a su propio Hijo, creo que lo mínimo que podemos hacer es oír lo que tiene que decirnos, reflexionar al respecto y clarificar cuál es nuestra postura ante él. ¿Lo has hecho ya? La Biblia es la Palabra de Dios, el testimonio inspirado de su constante presencia entre los hombres. El personaje central de la Biblia es Jesucristo. Jesucristo vino al mundo para revelarnos a Dios, para mostrarnos el camino, para librarnos del temor a la muerte, para llenarnos de certidumbre, gozo y paz, para darnos la vida abundante y la felicidad que anhelamos. Por ello sufrió la muerte más cruel de su tiempo sobre una rústica cruz de madera, cerca de las murallas de Jerusalén, un viernes de primavera. Sufrió el castigo que todos merecíamos por nuestros pecados. Tres días después se levantó triunfante de la muerte, dándonos así ESPERANZA de vida eterna. El mismo Jesús es quien nos dice: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí", "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida", "Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas", "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás". ¿Crees esto? ¿Crees en Jesús? No te pregunto si crees ciertos hechos acerca de Jesús, sino si crees en él de un modo militante, es decir, comprometido. Creer en Jesús es entregarse a él por completo, es aceptar sus demandas, es obedecer su palabra, es seguirle día a día. "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos". ES LA ÚNICA ESPERANZA. ¿Por qué renunciar a ella? Ahora puedes acudir a Jesús dejando atrás cualquier idolatría. Puedes abrirle las puerta de tu vida. Puedes emprender el camino de la libertad verdadera dejando que Cristo te libere. Como todas las cosas importantes de la vida, esto es algo sencillo, pero profundo al mismo tiempo. Habla a Dios como a alguien que está dispuesto a oírte. Ora. Pídele a Jesús que sea tu Señor. Dile que sientes no haberle conocido antes y que te lanzas a la aventura de vivir como discípulo suyo; confiando en su capacidad para transformarte y hacerte fiel hasta el fin. Somos miles los que te aseguramos que nunca te arrepentirás de haberlo hecho. (por José Seisdedos) Una vez más se demuestra que partiendo de lo relativo llegamos a lo absoluto. Luego lo absoluto existe. Y si lo absoluto existe Dios existe porque Dios es absoluto. Los relativistas no saben explicar lo que es tan fácil de conocer. Si no existiera Dios no existiría la palabra pero resulta que Dios es la palabra. ¿Por qué los ateos se basan en Dios para decir que no existe Dios continuamente hablando de Dios? Luego mienten cuando niegan algo que ellos están dándole un nombre propio. Y todo nombre propio es propio de un ser que existe. Luego Jesús de Nazaret existe. Creer en Jesús es entregarse a él por completo, es aceptar sus demandas, es obedecer su palabra, es seguirle día a día. "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos". ES LA ÚNICA ESPERANZA. ¿Por qué renunciar a ella? Ahora puedes acudir a Jesús dejando atrás cualquier idolatría. Puedes abrirle las puerta de tu vida. Puedes emprender el camino de la libertad verdadera dejando que Cristo te libere. Como todas las cosas importantes de la vida, esto es algo sencillo, pero profundo al mismo tiempo. Habla a Dios como a alguien que está dispuesto a oírte. Ora. Pídele a Jesús que sea tu Señor. Dile que sientes no haberle conocido antes y que te lanzas a la aventura de vivir como discípulo suyo; confiando en su capacidad para transformarte y hacerte fiel hasta el fin. Somos miles los que te aseguramos que nunca te arrepentirás de haberlo hecho. (por José Seisdedos) Una vez más se demuestra que partiendo de lo relativo llegamos a lo absoluto. Luego lo absoluto existe. Y si lo absoluto existe Dios existe porque Dios es absoluto. Los relativistas no saben explicar lo que es tan fácil de conocer. Si no existiera Dios no existiría la palabra pero resulta que Dios es la palabra. ¿Por qué los ateos se basan en Dios para decir que no existe Dios continuamente hablando de Dios? Luego mienten cuando niegan algo que ellos están dándole un nombre propio. Y todo nombre propio es propio de un ser que existe. Luego Jesús de Nazaret existe. (por José Orero De Julián) Y todo nombre propio es propio de un ser que existe.
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José Orero De Julián
javier sanz gomez
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vez dios no existe
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Elvia Gonzalez