Iba caminando por la ciudad a las nueve y media de la noche rumbo a la casa de un amigo. Las calles estaban llenas de personas que parecían seguir sus rutinas, en una pantalla se veía la hora en números grandes y brillantes "9:34", los edificios iluminaban la ciudad como si fueran luces de neón verdes y amarillas que salían de los departamentos hacia las calles mientras los autos las hacían viajar rápidamente de un lado a otro. Había algo diferente en esa noche pero no sabia si era real o si mi mente estaba mas aguda de lo normal. Las personas parecían ovejas pero no en el sentido de la palabra, era solo una analogía que mi mente invento automáticamente porque ellos parecían estar pensando en las mismas cosas así que me surgió un pensamiento "¿Por que están todos caminando hacia la misma dirección?". Mas irónico era que su dirección era opuesta a la mía y además me miraban de reojo como si tuviera algo malo. Seguí adelante y mientras avanzaba mas gente aparecía, era una fecha especial y me había olvidado!. Me senté para descansar y me quede reflexionando.
_La calle es agradable a pesar de esta sensación... Realmente amo esta ciudad y lo que genera en mi a este horario, pensé. Pero ellos comenzaron a romperlo todo mientras cantaban orgullosamente. Vi a un hombre darle una piedra a su hija pequeña para que juntos rompieran un vidrio, todos corrían hacia los negocios para sacar cosas mientras veia a mi ciudad ser mutilada. En ese momento me desperté, son las 9:34 de la mañana, tengo que irme.