Asesino serial
Publicado en Sep 19, 2009
El viento pasa bonancible en las noches
lacrado de nubes, querencias y luciérnagas. Yo voy en la execración de mis desmanes a degollar otra victima en su intimidad. Me gusta jugar a los preludios y amarrarlas con sogas gruesas a las sillas. Inclinar atrás sus cabelleras melancólicas y cortar sus tibias venas multiformes. Llego a mi clímax cuando la sangre mana de sus dilatadas yugulares, cual fontanas. Yo mismo les doy la extremaunción después de arrancarles ambos ojos. No me gusta verlas sollozando o rogando por sus vidas, que no valen una lágrima. Descubro las espaldas de la extraña y al salir de la tina las maniato. Veo en sus ojos nimios mi fino fuego. Veo mi crudeza al cercenarles los párpados. No soy un dios: No concedo perdones. parezco tan normal como un ancestro. Trato de darles un arreglo post morten sobre camas empapadas de carmines. Las que han sido inquietas quedan del todo quietas. Mas no me gusta violarlas en sus fucsias, por eso las desnudo y luego las poseo. y todo es luego una retahila de ascos. Me escapo por delicados vendavales y nadie siente de mí sino los soplos. Soy un asesino serial a la ventura que sueña con la grata muerte de su madre. Existimos en los temores de las rebeldes y dispersamos los cuerpos en las sombras. Somos realidades en derrame y nada hay bajo el cielo que nos modifique. Nos reímos ante la silla eléctrica y las cámaras de gas nos aroma los pulmones.
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Richard Albacete
doris melo