LOS CIENTFICOS
Publicado en Jul 05, 2016
La ciencia ha luchado desde su nacimiento por alcanzar el conocimiento sin acudir a las maldiciones; a los caprichos y enfados de los dioses; a los castigos divinos; nunca ha creído en los milagros de la virgen; ni en las apariciones de cristo. Siempre ha sido contrario a la ignorancia, fe y superstición. El conocimiento va unido al avance de la tecnología para mejorar la vida de los seres humanos.
Por supuesto, igual que existen científicos honrados, también los hay que adoptan su ciencia a sus diferentes circunstancias que la vida le va presentando. Para demostraros que mis hechos son verídicos os voy a contar de Jacob, pero antes hablaré de éste. Jacob nació en una aldea pequeña de Badajoz. Provenía de una familia de terrateniente los Olivares. Su padre se llamaba Juan Rodríguez de los Santos, y su madre Mariana Pérez García. Su casa estaba en medio del campo, hecha de piedra blanqueda con tejado de ladrillo a dos aguas ennegrecido y lleno de verdinas gracias a la lluvia. Su padre era de estatura baja, moreno, ojos saltones, cejas espesas y negras. Iba siempre vestido con un pantalón de pana, su zapato de apargata y una camisa blanca. Se tapaba la cabeza con una gorra para protegerse del sol, mientras sembraba. Su madre era delgada, de pelo rizado con un flequillo. Llevaba una falda cubierta con un delantal y una blusa gris. Cuando Jacob cumplió los cuatro años, hubo una mala cosecha, a su padre le habían subido el arrendamiento y el hambre se apoderó de su casa. Durante una noche oscura y tenebrosa por los relámpagos que caían, Jacob aprovechando de que sus padres estaban durmiendo; se quedó pensativo en la salita; y desde su ventana contemplaba la hacienda de los Olivares. Tenía tanta hambre que no dudó en asaltar la casa de la hacienda por muy lejana que estuviera de su hogar y robar las naranjas para llevárselo a su familia. Después de dubitar tantas horas andó de cuclillas evitando despertar a sus padres; abrió el cerrojo de su puerta, y salió corriendo. Jacob un chiquillo delgado, penco de ojos saltones, oscuros, pelo negro recortado con un flequillo, sudaba mientras estaba corriendo. En la carrera, se llenó de fango que parecía una figurita de barro. A pesar de todo, no se afligió , enseguida se levantó; volvió a correr y cuando intentó de saltar la casa del cortijo, unos perros de raza canino se lanzaron contra el pobre chiquillo. Los ladridos de los perros alertó al guarda que vigilaba la casa de los señores Olivares. Era un hombre de edad avanzada; de barbas blancas y largas; cejas espesas blanquecina, pelo canoso corto; una estatura elevada y barrigón. _ ¿Quién anda ahí?_ Preguntó asustado y enfadado al mismo tiempo. Se levantó de la cama, salió al patio. A través de una ventana del pasillo observó al chiquillo con sus ropas convertidos en harapos y su cuerpo bañado en sangre, supuso que intentó robarle. Es el guarda y capataz, conocido por todos como Emilio "El Terrible", que no tenía escrúpulo con los jornaleros. _ ¿Cómo te has atrevido entrar tú granuja?_ dijo Emilio apuntándole con la escopeta. _ Señor yo no quería hacer daño_ dijo Jacob llorando _Sí, eso dicen todos. Pero no seré yo el que te de una lección. En el cuartel te vas a enterar de que hay que respetar a los patronos _ ¡No, por favor, señor!¡No me dejen que me torturen! _Ya que tu padre no te han dado una buena educación En un coche se llevaron al niño al cuartel. El camino estaba encharcada debido a las lluvias. El cuartel de la Guardia Civil se encontraba en la plaza central de Merino. Dentro había un guarda con un bigote negro, ojos saltones, cejas belludas y tenía una cabellera negra. _ Buenas noche _ Sí que quería Emilio _ Preguntó al capataz con mucha educación _ Vengo a entregar a este terrorista que iba asaltar la casa del señor Olivar! _No se preocupe usted, nosotros le daremos un escarmiento a esta sabandija _ Entonces, ¿me voy? El chiquillo fue sometido a torturas hasta confesar el delito, dejándole el rostro ennegrecido de cardenales, y sangrando por la nariz. También le rompieron los tímpanos; destrozaron sus ojos. Ahora te vas a pudrir como las moscas en la celda. Cuando sus padres se levantaron de la cama, y vieron que no estaba, se asustaron. La Guardia Civil avisaron a los padres por la noche. Cuando se presenta con el niño en la casa unas horas después, diciéndole a los padres " Haber cómo educáis a vuestro hijo. Que se ha convertido en un delincuente. Yo ya he cumplido con mi parte. Ahora ustedes tenéis que hacer lo mismo". Entonces se va de la casa. _ ¡Ay dios mío, qué te han hecho!_ Le dijo la madre cogiendo en brazo a su hijo _ Mamá me han pegado _¡Algo habrás hecho tú!_ Contestó el padre gritando _ Como no teníamos comida, fui a la casa del señor y el guarda que estaba vigilando me llevó al cuartel _ ¡Quién te ha enseñado a ser un ladrón! _¡Juan, por favor no cojas al niño!_ Le dijo María intentando detenerlo _¡Es cuestión de disciplina!¡Nosotros somos pobres, pero no ladrones! y el padre conmovido por el miedo y la represión de sus señores, lo encerró en el cuarto y fue golpeado sin parar hasta perder el conocimiento. Estuvo una semana de reposo en la cama. Desde este día se prometió a sí mismo de inventar una patente para eliminar las hambrunas en el mundo. Su intención era inventar una máquina que aumentara la fertilidad de las tierras y acabar con las desertizaciones. Después de acabar con la primaria, decide marcharse a la ciudad capital para estudiar ingeniería agrícola. Trabajaba de camerero, y en sus tiempos libres estudiaba. Presentó su proyecto fin de carrera, una nueva cosechadora que eliminaría el hambre. _ Mi propuesta es inventar una nueva cosechadora que acabe con las hambrunas en el mundo _¡Tú estás loco!_ Las hambrunas son debido a la superpoblación de la tierra. _ Pero si inventamos una nueva máquina habrá más comida y así no se encarecerá los precios de los alimento _ Mira hijo, siempre ha existido utópicos que han querido acabar con las cuatro plagas de la humanidad: Hambre, guerras, enfermedades, miserias y todos han fracasado. _Pero yo soy científico. No sueño con utopías. _ Yo desde luego, no voy ayudarte en tu proyecto Jacob salió del despacho de su tutor desanimado. Decidió abandonar la capital de Madrid donde estudiaba y vuelve a Merino. Allí de momento ayudaba a su padre en las tareas del campo. _ Mira que ahora mismo podrías trabajar en una empresa grande, cobrando una millonada _ Pero yo no quiero eso. Yo quiero mejorar el campo y la agricultura que está tan abandonada _ ¡Ay! ¡ Hijo qué equivocado estás! El campo nunca ha estado mirado porque lo rentable son el oro y los diamante, el dólar _ Sí, pero hoy he leído en el periódico que van a celebrar un concurso de máquinas y presentaré mi proyecto. Su madre lo acompañó a la estación de trenes y allí cogió el último. _ Adiós mama. _ Cuídate hijo Cuando llega a la estación su amigo Ismaél, un compañero de piso y de la carrera lo espera. _¿ Cómo te ha ido el viaje? _ Un poco cansado, aburrido _ ¿Tú estás seguro que con tu máquina vas a solucionar los problemas? _ Estoy más seguro que nunca. Seguro que si aumenta la producción del campo, habrá más alimentos para todos. _ ¿Cuándo es? _ Mañana a las diez en la feria Llegaron al piso en media hora. Era un bajo. Tenía tres dormitorios y una salita y la vista de la calle se veía a través de una ventana. Jacob permaneció inquieto toda la noche y sentía un hormigueo en su cabeza. Se levanta a las seis de la mañana, y coge un taxi en la avenida Ordoñez que lo lleva hasta la feria. Es un lugar ubicado en las afueras de la ciudad, al lado de la estación de trenes. La vista de la muchedumbre estaba nublada por el polvo que levantaba la arena, y poco a poco, se iban sentando en las sillas. En la exposición había muchas maquinarias: motos, automóviles, teléfonos. El que presentaba la exposición al público mandó lo mandó a callar. _ Relánjese un poco señores, todos sabemos que el hombre desde sus orígenes ha tenido muchos obstáculos en su supervivencia. Siempre nos hemos preguntado ¿ En qué se diferencia un hombre de un animal? Pues la respuesta es bien sencilla, el ser humano tiene ingenios para fabricar tecnología y gracias a nuestros inventores, un poco incomprendido, claro, hemos mejorado nuestro nivel de vida y nos ha llevado a lo que es hoy. El primer premio es para Jacob Rodríguez Pérez por su cosechadora del campo. Jacob que estaba sentado entre el público, se quedó sorprendido y subió al escenario de manera muy sorpresiva: _ Gracias. Muchas gracias. Yo no he inventado una cosechadora para hacerme famoso, ni para ganar dinero. Como todo sabéis el campo está muy olvidado y espero que esta máquina sirva para aumentar los alimentos y acabemos con los hambrientos del plaenta. El público aplaudió, y quedó conmocionado, pues aquel discurso no era habituál en los concurso de las maquinarias. Una multinacional "agro" compró la patente de Jacob. Las grandes haciendas fueron las mayores beneficiadas, sin embargo, los pequeños y medianos agriculutores, no tenían acceso a esa compra, porque su coste era muy grande y los jornaleros seguían cobrando una miseria. Aumentaron las huelgas de campesinos pobres, porque no podía comprar los alimentos. Las revuletas en el campo seguían aumentando porque no podían comprar los alimentos. Las revueltas en el campo eran frecuentes debido a la miseria que padecían . Jacob estafador, era lo que gritaban los campesinos. Eres tan negreros como los señoritos de Merino. Las noticias llegaron a sus oídos a través de los peródicos locales y como quedó decepcionado, puso una denuncia al periódico "La Patria". Cuando habla con el director se entera que los campesinos protestan porque las máquinas han dejado al paro a muchos campesinos, y les roban parte del dinero. Además, los patronos queman las cosechas para especular con el dinero. En eso momentos, no sabía cómo actuar y se va de viaje a Islaverde, donde también hay huelga de campesino y obreros. Entonces, se dio cuenta que la multinacional "agro"le compró la patente para aumentar sus ganancias y no para eliminar las hambrunas. Ellos compraron máquinas para aumentar la producción , pero a los empleados no le pagan todo el trabajo. Al final se dio cuenta que el origen de las hambrunas ya no estaba en la baja producción, sino en la propiedad privada de las máquinas y del suelo. Para ello, publicó un artículo en "Newton", defendiendo el desarrollo de la tecnología, pero que había que romper con la propiedad privada de las máquinas, de las tierras y de las fábricas si se quería acabar de una vez con los problemas del hambre y de la miseria. Fue expulsado de la escuela de ingenieros agrícolas y de las ciencias. Los mismo científicos aprobaron un manifiesto con diez reglas: Santificará la propiedad privadaQuien defienda la transformación de la naturaleza, será tachado de dogmático. Por lo tanto, anticientífico.Quien diga que la ciencia está al servicio de la humanidad, será anticientífico, por ser un utópicoQuien niegue el principio de la creación divina de la anturaleza, de los seres vivos y de la humanidad será anticinentífico, por negar el princpio de la fuerza creadora, omnipresente y omnímoda.Quien niegue Malthius será tachado de anticientífico, pues busca despilfarrar los recursos de la tierraQuien critique a las multinacionales, será tachado de anticientífico,pues ellos son la base para el desarrollo mundiálQuien denuncie las guerras, también será tachado de anticientífico porque son necesarias para equilibrar la población y recurso de la tierra.Quien defienda la igualdad será perseguido hasta la muerte por incluir en la misma lista a tonto e imbéciles.Sólo será científico aquellos que miren por los más fuerte del planeta, porque solo desechándose de los más débiles,podrá perfeccionar y purificar nuestra especieSerá premiado aquellos esterilizen a las escorias dentro de las escorias.
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Jess Castro Fernndez