En tu dulce desamparo
Publicado en Sep 20, 2009
Te veo en tu dulce desamparo
aprisionada por las fantasías que creaste. Sé que quieres escaparte y correr a un escampado donde haya príncipes azules. Sé que el presente te es absurdo y tratas de urdir una aventura. Te encuentras tristemente ensimismada mirando el poder de la apariencia. Estás en un pasillo de reflejos y entre espejos te hallas recostada. Te volteas instante tras instante inventando brechas y corredores. Tú misma vas por el vacío y es tu esencia la que tropieza en el éter. Tu alma está en medio de la casa y ese hogar ya no te reconforta. Tu alma es extraña contigo y con todos: No sabe decirse sus secretos. Eres mitad mujer y mitad niña: A ti misma te es difícil comprenderte. Las hormonas te recorren sinuosas y los latidos arteriales se desbocan. Apuestas a la jugada de la esperanza mientras brillas entre soles suficientes. En tu palacio: Cristalino y misterioso te encuentras con tu ensueño de relámpago. Oyes los ecos de otros mundos que resuenan desde tu corazón vagaroso. Derramas alivios y dolores: Extrañas y lúgubres mixturas. Tu boca y venas anhelan un aliento cálido y un mancebo vistoso que aparezca de la nada. Que venga a visitarte en los nocturnos y te susurre versos inalterables. Que haga por ti el sacrificio extremo: Que entregue su vida por tu talle primoroso. Muchacha acepta que el amor no se exige y que las condiciones altaneras lo espantan. Termina ya de crecer en tus eternos porque abundan los hombres tiránicos y vanagloriosos.
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Richard Albacete
Claudia Riquelme
Mis estrellitas y cariños,
LaNegra