LAS BELLAS AGUAS
Publicado en Jul 25, 2016
LAS BELLAS AGUAS Había una vez un desierto que tenía lengua seca y una garganta con espejos. Un día cayó una gota sobre la calva cabeza del desierto. Era la tarde, solo se oía el paso de un escorpión. Las piedras estaban borrosas. La gota caía y caía, lentamente hasta llegar a los ojos. En eso se fue la tarde y se levantaba polvo de las arenas. El desierto no sabía porqué sentía un infinito sueño y acaso una sombra en su memoria. La gota permaneció con él toda la noche mientras moría en el vapor de sus sueños. Amanecía pero todo era diferente Habían llegado otras miles para instalar un jardín de arcoiris. El corazón del desierto se llenó de plumas de colores y desde entonces anuncia la Paz en los países de la tierra. E.D.A |
Enrique Gonzlez Matas
Un fuerte abrazo.
Enrique Dintrans A:
Saludos