La orilla
Publicado en Aug 20, 2016
A un polígono industrial, de una ciudad andaluza, hubo de llegar uno de los más sórdidos oficios. Pero a diferencia de otros, éste no tendría una nave industrial para llevar a cabo sus tareas.
Era el oficio más antiguo del mundo. Pero eso a nuestro personaje no le importaba, al menos en el sentido del miedo que impone el cóctel sexo, noche, calle y transexualidad.Desiree vistió para la ocasión. Llevaba su bolso y cómo cualquier otra noche esperaba a su cliente preferido. Avistó el coche y por la marca y color lo confundió. Se acercó a la orilla, casi al mismo tiempo que se detuvo el vehículo. Se apearon tres jóvenes y le quitaron sus pertenencias tras agredirla con una barra de hierro. Para colmo de males iba por libre. En solitario, sin nadie que la protegiera, léase chulo o proxeneta. Cuando se dio la voz el colectivo sufrió las burlas de unos y la solidaridad, pequeña de otros Al final el Ministro de Trabajo hubo de intervenir. Cerró las callejas y una vez prohibida la prostitución, se dio trabajo legal, asegurado y con sueldo fijo a todo el Colectivo necesitado de calor humano. Esta mañana desperté en mi cama y tras repasar el sueño me he preguntado ¿Será un día realidad? (c) Cedido a todos los ciudadanos que estén por la libertad y el respeto de la Persona. Cristina Victoria Leal.
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