ECOS EN MI ALMA MADRIGUERA
Publicado en Oct 21, 2016
ECOS EN MI ALMA MADRIGUERA
Dejadme hablar, oh voces que internamente habitáis mi madriguera. Quiero hablarle a Dios. Dios, aquí has venido silencioso, casi contemplativo en la Nada que emana de mi precaria existencia. Hasta ahora me parece tan auténtico esa cayado que emana de tu brazo, y la reposada mirada que brota de tus ojos despertando los senderos de mi vida, que me dan ganas de cantar. En torno a ti percibo una alegre y profunda música que envuelve a los pájaros angélicos. Mi memoria siente ante ti una infinita calma. Pero soy ciego y prisionero de las ácidas torrentes del apego, y mi tiempo se deshilacha en la vanidad de los cálculos. Hoy imaginé si te has fastidiado o si de pronto haces un juicio para bendecir mi ciudad y llamar a la gente al Jardín de los Encuentros. Me asalta repentinamente y no sé si contrariado, una extensa red de símbolos revoloteando. Una mecha humeante desde el cirio recuerda a mis ojos que ya llega la hora del descanso. ¡Ah, voces de mi inhóspita madriguera al menos ahora habéis poblado mi soledad, con esta bella sed de esperanza! E.D.A |
Enrique Gonzlez Matas
Te felicito con un gran abrazo de amigo.