Cuando la tinta penetra
Publicado en Oct 30, 2016
Cuando la tinta penetra se va metiendo en cumbres borrascosas
Pensaba: Nunca he escrito algo sin intención de decirlo, pero hoy, mirando para adentro como el que ya calcula, con palabras de costumbre sobre una vieja emoción gastada, uno se vuelve pensador o sabio, como cuando, en unas copas de vino, uno derrama filosofía. Como para sacarme el cepo semántico. En una hoja en blanco tiré un verbo sin la intención de que corra, él sabe que, solo, ahí, detenido, se reconoce resistente a la interpretación casual, pero en esa rebeldía de decir, y no, le sigue un adjetivo desordenado, desnudo, lejos de la justificación lo acompaña como en un temor supersticioso de quedarse cerca de la raíz sin alcanzar a decir todo en esa confesión, sin poder alcanzar esa intimidad provechosa y desnuda de una verdad. Quizás en anuencia con la callada competencia de una coma, y la buena nueva de un punto aparte pueda romper con la promiscuidad del significante. Cuando todo está en orden, casi diría: en un aparente orden; el verbo, grita, bromea sobre el sentido lateral de algunos adjetivos, se ríe de los intentos de ponerle doble llave a los sentidos laterales; hay que erradicarlos… pero, como siempre les queda un poco abierto y asoma por una hendija la antigua incertidumbre, el antiguo sobrante en lo que se dice, por no decir el inútil sobrante. Nadie puede querer aquello que no quiere decir… pero ahí está lo que nos sobra, dice sin querer, lo que no quería decir, esto pone en duda el prestigio de la mano moviendo la pluma.
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Enrique Gonzlez Matas
Te felicito porque has logrado un escrito de excelente factura.
Un abrazo.
gonza pedro miguel