Anhodia corporal que invade el impulso,
anclada el alma, el cuerpo pierde su curso.
Ventanas observan el entorno quebradizo,
buscando en la estancia un suspiro indeciso.
 
Lenguaje atrapado, memoria en decadencia,
pasan las horas, el tiempo y su paciencia.
Me estanca la pleura, sintomas estáticos,
todo quieto, todo en silencio, estado plasmático.
 
¿Por qué se han ido, cuando he llegado?
¿Por que han llegado cuando me he ido?
Estampida en fuga, destino jamás alcanzado,
silencio en el espacio, sustento perdido.
 
Me carcome lento y sigiloso, lo que no puedo ver,
me destruye fuerte y poderoso, lo ùnico que he de tener.
Es un álcali que cuela mi pequeña esencia...
O es un ácido que propicia una efervescencia.
 
En aquél sitio, donde nos vimos, donde crucé,
esperaré quieto y paciente, como piedras del camino.
Allí donde el mismo aire fue respirado, donde crucé, 
esperaré a que la vida te devuelva, a mi efervescencia, a mi destino.