LA NAO DE LOS PERULEROS
Publicado en Nov 29, 2016
La nao de los peruleros se le llamaba en ese entonces a las naves que venían del Perú, llegaban a México por lo general en 30 días llevando azogue, cacao, aceite, casi siempre con un tonelaje de 3,000 a 3,800 quintales, tan pronto se sabia que en Acapulco habían visto las naves peruleras, repicaban las campanas de la catedral convocando enseguida a la plegaria, así era la gran amistad de los dos ex imperios aztecas e Incas.
Las naves peruleras llevan y traen gentes notorias, don Fernando Pizarro llego en 1539 por la ruta de Tehuantepec, don Bernardini Álvarez de quien su cronista Juan Díaz Arce (México 1762) en el capitulo segundo dice "por el socorro que una mujer le hizo, paso de México al Perú como soldado, se enriqueció en el Cuzco, el padre Bernabé Cobo que estuvo aquí vio las limas llevados del marquesado". Fray Bartolomé de Ledezma de la orden de predicadores iba en el sequito del virrey Enríquez de Almanza, fue catedrático de prima de sagrada teología, siendo promovido mas tarde al obispado de Oaxaca, donde fundo el colegio de san Bartolomé para la educación de los oaxaqueños pobres, también llego en las naves peruleras aquel trotamundos celebre, el licenciado don Pedro Ortiz de Ceballos, ingreso por san juan de Ulúa y se encanto de esta tierra. También se cuenta que siendo virrey don Gaspar de Zúñiga y Acevedo, conde de monterrey a eso de finales de diciembre de 1605, llego al puerto del Callao el galeón "Acapulco" recibiendo el mencionado virrey preciosa presea nada menos que el libro del "Quijote" que le enviaba un amigo; era constante el comercio entre el Callao, Guayaquil y México, se sabían todas las noticias que pasaban aquí en el Perú, como por ejemplo: En 1677 un peruano regalo un rico blandón de 300 marcos de plata, de mas de dos varas y media de alto para nuestra señora de Guadalupe, por haber sido favorecido durante la gran tempestad que tuvo en su viaje, el 27 de marzo de 1680 se supo de la beatificación del arzobispo Toribio Alonso Mogrovejo. En julio de 1682 llego a México un canónigo de babilonia procedente del Perú, don Elías de San Juan portando bula de clemente y cedula real, dicen que llamaba la atención su sotana de seda y el cuello blanco y la turca sobre la ropa; otro gran limeño que también llego a tierras aztecas en la nao de los peruleros fue fray Melchor de Talamantes, mercedario que en el castillo de san juan de Ulúa hallo su tumba por su ideología insurgente; en el bergantín Ingles "Sara" cuya noticia fue publicada en la gaceta del gobierno imperial de México (1 de marzo de 1823) se comentaba en el puerto de san Blas del éxito de la expedición compuesta de 5 mil hombres, de los cuales cerca de tres mil eran colombianos, el resto estaba compuesto de peruanos y guayaquileños, fueron en auxilio de don Simón Bolívar al mando del general Alvarado, quien era natural de Salta y habían salido desde el puerto del Callao a los puntos intermedios para atacar al ejercito realista que estaba al mando de la Cerna. Oración del siglo Romance del tiempo Que en los campanarios Repican recuerdos La posesión de tesoros No allega amigos Sino solo envidiosos No nos hace en apariencia amados Pues en verdad somos aborrecidos y mal vistos de todos Poner la esperanza de mi defensa En los que en secreto me hacen guerra Y llaman gente en contra mía Es una necedad muy conocida.
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Gerardo Llamozas
Saludos