Te suelto.
Publicado en Dec 12, 2016
Te suelto. Tal vez sea una corbarde expresándome por aca, pero aquí estoy, algo deprimida a las 1 de la madrugada tomando café mirando desde la ventana al cielo estrellado preguntándome que fue lo mal que hice para que me fallaras, si tal vez algo de mí te molestara.
¿Mi pelo? ¿Mi cara? ¿Mi extraño humor? ¿Mi temperamento? Imagino a las estrellas contestándome, todas ansiosas dándome respuestas dolorosas y yo me niego a escucharlas de manera patética y contradictoria. Ahora pienso en vos, en qué estas haciendo, qué hiciste durante estos meses mientras yo esperaba algún mensaje tuyo. Me pregunto sobre tu familia, tu trabajo, tus estudios, tu estado sentimental. Si el bello color de tus ojos siguen tan hermosos y brillantes como los recordaba cada vez que se dirigían a mi, cuando mi mundo cobraba sentido, cuando tu atención se olvidaba de lo maravilloso de alrededor y se centraba en algo tan patético como yo. Era como sentirse dichosa de tanto privilegio. Aun no entiendo qué fue lo que sucedió ¿Por qué te esforzaste conmigo cuando ibas a dejarlo todo a mitad de camino? Me soltaste la mano, me dejaste en medio del desierto caminando sin saber a dónde ir, sin embargo seguí caminando pensado llegar al camino al menos sola pero no obtuve camino, me cansé, mi cuerpo dolia al igual que mi corazón y decidi no hacer el camino por vos, decidi quererme antes que a vos. Duele quererme a mi misma, conformarme y no haber podido expresar lo feliz que me hiciste. Los meses pasan, los días, las horas de las que paso la mitad sonriendo ante algún recuerdo. Al principio eran todos los días, cada segundo, necesitaba tu recuerdo para seguir viviendo, como su fueses el aire. Hoy no es lo mismo, te recuerdo con lastima porque esto jamás concluyó de cierta forma. Recuerdo tus ojos, o tal vez mi memoria falle, no sé si tus ojos eran grises o azules, tu ropa la primera vez que salimos, no sé si tu remera era negra o azul. La ultima vez que salimos y me interrumpiste diciendo “Espera, ¿queres un sangunche de mortadela?” y yo rei durante el viaje. No recuerdo exactamente si era mortadela, milanesa o salame. Ya no recuerdo si esa vez mientras caminamos me abrazaste, no recuerdo como estabas vestido, no recuerdo tu perfume como solia hacerlo. Me di cuenta que los recuerdos pueden aceptarse, yo los acepté tanto que los olvidé, cuando juré no olvidarme jamás de aquellos momentos, porque fui feliz, amaba estar con vos, sentirme libre, poder ser yo, cuando reías de mi. La vez en navidad que me quejé de mi ropa y vos reíste mientras acariciabas al gato. No sé si te reíste de que yo me quejaba de mi pantalón o de mi remera corta azul…de hecho me acuerdo como estaba vestida pero no recuerdo como estabas vestido. Fuiste mi mejor versión, me hiciste sentir feliz por un tiempo, al principio me enojé. Era frustrante ponerle tantas ganas a algo, me hiciste sentir serena, agradecida y afortunada con la vida. Tendrás tus razones y yo también tengo mis razones para soltar tu mano para no volverla a agarrar. Soy feliz a mi manera, hoy en dia me acepté, me quiero. Porque pude ser una mejor persona con vos a través del amor a pesar del poco tiempo. Senti amor sin besarte, sentí amor sin abrazarte, sos la prueba de que uno puede ser feliz de distintas formas, por eso hoy te dejo, te suelto de mi. Te arranco de mi corazón, es tiempo de volar hacia distintos lugares, nuevos, exóticos, donde pueda ser yo como lo era con vos pero de otra forma, ser valorada. No estar abandonada a mitad de camino como vos. Te suelto, te suelto para siempre porque ya aprendí lo que tenia que aprender con vos como tal vez vos aprendiste conmigo y eso me basta. Al fin te suelto de mi para ser feliz. Se feliz, Alejandro, yo seré feliz a partir de ahora sin depender de nadie, aunque yo no te solté, vos lo hiciste antes de tiempo, yo ya lo acepto…
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Maritza Talavera
Carmen
Muy bonito
Natalia
Marìa Vallejo D.-
Bienvenida a Textale.
Las letras que hoy nos compartes son salidas de la verdad, eso percibo de cada verso; puedo decirte, que una vez nos sueltan y por ende debemos soltar esa relación, la vida sigue campante y nosotras seguiremos ; lo importante es saber seguir . . .
Así es el amor, es la vida así.
te envío saludos
Natalia