El Gran Salto
Publicado en Dec 26, 2016
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Era un 20 junio de 1988 en la localidad de Vilagarcía de Arousa. Dos madres con sus hijos. Rosa con su hijo de año y medio (Jose) y su hija de 5 años (Mari) y Rosario con su hija de 2 años(Paula).
 Habían salido a pasear después de discutir con Mari que quería quedarse en casa con Mónica la otra hija de Rosario, quien estaba enferma. Fueron hacia El Arco de Vista Alegre. Estuvieron un rato cuando de repente ellas observaron que se acercaban unas nubes sospechosas. Por lo que optaron por volver a casa antes de que les pillara la lluvia.
 La madre de Mari la llamó para marchar y Mari le dijo " Vale. Bajo por aquí"
 La pequeña saltó y tanto Rosa como Rosario escucharon un ruido. Inmediatamente dejaron los carros y fueron a ver qué había pasado. Mari estaba en el suelo, inconsciente. Había saltado desde una altura de unos 4 metros por lo menos.
 Su madre empezó a gritar y un matrimonio corrió para ayudarlas. El hombre cogió a la pequeña en brazos y tiraron para la Casa del Mar o Urgencias. En aquel tiempo no había móviles para poder llamar a una ambulancia, por lo que echaron a andar.
 Una vecina llevó a los pequeños de 2 años a casa.
 Por el camino una chica que iba en coche y vio lo que pasaba paró y se ofreció a llevarlas cuanto antes  llegaran mejor.
Llegaron y el médico la examinó.
    -"Solo tiene un chichón. Vayanse a casa" dijo el doctor.

En ese momento Rosario se abalanzó y cogiendolo por el cuello le dijo:
    -"Es imposible que tenga un simple chichón. La altura desde la que cayó fue considerable"
 Entonces el médico les dijo:
   -"Tienen que hacerle un escáner de la cabeza. Hay que llevarla a Povisa. Pueden ir en taxi o en ambulancia".
Rosa, la madre de la criatura, le preguntó cuánto le costaría llevarla en ambulancia. A lo que él contestó que no le costaría nada.
Desde el Centro de Salud llamaron a "Ambulancias Arousa" y se llevaron a la niña a Povisa. Allí le hicieron un escáner y decidieron mandarla al Hospital de Vigo.
Metieron a la niña en la ambulancia y uno de los médicos le dijo al que iría detrás con mi madre: "No le digas nada a la madre, pero la niña está clínicamente muerta. Ya se enterará en el hospital"
El chico de la ambulancia intentaba calmar a la madre sabiendo que al llegar se derrumbaría.
Al llegar Rosa preguntó qué haría con la ropa de la niña, y el chico le dijo:
   -"No te preocupes por su ropa. Cuando la niña esté bien venís por ahí y te la devuelvo"
 Al llegar al Hospital le confirmaron la mala noticia. Su hija había fallecido. A Rosa se le vino el mundo encima, y le vino a la mente su marido Manuel, quien estaba embarcado, y no tendría las fuerzas para decirle por teléfono que su hijita había muerto.
Rosa empezó a llorar y a gritar. De repente la pequeña Mari empezó a combulsionar y los médicos la llevaron rápidamente a quirófano dejando a Rosa a la espera. Las horas pasaban y Rosa no sabía nada. La abuela de Mari, Lola, llegó y le dio un fuerte abrazo a su hija, intentanto entender qué había pasado para que su nieta estuviera luchando entre morir o vivir.
 
Las horas pasaron y por fin salieron para decirles que Mari había entrado en coma. Tenía un traumatismo cráneoencefálico y se le había formado un coágulo de sangre.
Los días pasaban y los médicos no le daban ninguna esperanza a Rosa. Había varios finales para la niña: que quedara vegetal, que despertara y le quedara alguna secuela o que se muriera.
La pobre madre, desesperada, acudió a la iglesia del Convento de las Filipenses donde se encuentra la imagen de Santa Rita. La patrona de los imposibles. Y que está ubicada cerca de donde ocurrió el terrible accidente. Le puso una vela y rezó cada día para que despertara.
 Pasaron 8 días y la pequeña despertó. La pobre no se acordaba de nada de lo que había pasado. Durante los siguientes días le hicieron varias pruebas y fueron viendo como evolucionaba. Al principio tenía que caminar con ayuda de sus familiares.
 Al cabo de unos día Mari recibió el alta. Y se fueron a casa muy contentas.
Unos días más tarde fueron a Ambulancias Arousa a recoger la ropa de la niña que se había quedado el chico de la ambulancia que les atendió aquel día. Cuando él vio a la niña no pudo contener las lágrimas y se acercó a ella arrodillándose ante ella y dandole un abrazo.
Sus compañeros le preguntaron:
   -"¿Es esta la niña de la que nos hablaste?"
A lo que él contestó:
   -"Sí. Y si no lo veo no lo creo".
Mari estuvo muchos años yendo a Vigo a revisiones hasta los 12 años cuando por fin confirmaron que el coágulo de sangre que se le había formado en el cerebro había desaparecido.
Había sido un milagro. Todas aquellas personas que conocían lo que había sucedido no se lo podían creer.

La vida le dio una segunda oportunidad a Mari, había vuelto a  nacer.

 Basada en hechos reales, pues la niña soy yo.
 
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Foto del autor Carmen
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Descripción

Basada en hechos reales. Un salto que le cost la vida. Pero su destino no acabara ese da.

Palabras Clave: salto accidente

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Personales



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