Mar Egeo
Publicado en Jan 10, 2017
Mar Egeo
El mar embravecido tornaba de azul a negro. La nave parecía de juguete ante esas enormes olas. El ateniense Diodoro regresaba a su patria desde Asia con exóticas y codiciadas mercaderías obtenidas a buen precio. Venderlas sería fácil, lo complicado sería sobrevivir a esa tormenta. En el momento que parecía que lo peor había pasado, el mercader advierte, junto a la atribulada tripulación, en el horizonte, una ola que se acercaba de increíbles dimensiones. Solo quedaba invocar la clemencia del enfurecido Poseidón. De pronto la nave fue engullida y algunos alcanzaron a realizar un saludo casi póstumo en las profundidades del mar. Cuando Diodoro vuelve abrir los ojos, como despertando de un sueño, o de la muerte, observa un cielo azul sobre la playa escucha el lamento y los lastimeros comentarios de sus compañeros sobrevivientes. Pero nota que ellos ahora hablan otro idioma (que sospecha asiático) y que increíblemente los entiende y puede hablarles en ese extraño dialecto. Como si esos cambios no fueran pocos, advierte que un extraño objeto metálico volador sobrevolaba la zona del naufragio. El aparato desciende y bajan unos hombres que hablan un griego casi irreconocible. Él apenas los entiende, pero ya no puede hablar su viejo idioma por lo que no puede preguntarles lo que estaba pasando. Los hombres los auxilian y luego los conducen a un campo de refugiados. Diodoro no entiende porqué está preso en su patria y mucho menos porqué lo llaman Mohamed.
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Enrique Gonzlez Matas
Bienvenido, de nuevo, a estos espacios literarios.
Un gran abrazo amigo.
Daniel Florentino Lpez
Estoy de regreso
Un gran abrazo
Daniel