MÁS QUE PALABRAS  (Mayucami)
Ayer tuve un sueño que me ha dejado el alma en duda, soñé que despertaba y como la cosa más natural del mundo, las palabras no existían y todo aquello que recordaba, los objetos, las personas no tenían nombre, solamente existían, al despertar y abandonar la cama me vestía como siempre y me dirigía al baño para limpiar mi rostro con agua, me mire en el espejo y contemplé quien era, es difícil explicarlo pero las sensaciones y sentimientos estaban todos completos, estaban allí, me miraba en el reflejo del espejo y me reconocía a mí mismo, más no había palabras que vinieran a componer las imágenes, no había nombres ni adjetivos, la palabra espejo no existía, más sí existía el objeto, todo aquello que conozco estaba allí presente, tangible, real, cierto… Más no tenían nombre, no había una combinación de letras que formen la palabra y que al formar palabras encuentren significado.
Salí a la calle vestido de mí mismo como siempre, en el sueño todo era increíblemente tan cotidiano, tan normal, no necesitaba buscar palabras, no había ni la necesidad ni la posibilidad de pensar en una sola palabra, todo era sensaciones… misteriosamente y es lo que más recuerdo del sueño es que todo era tan nuevo, tan fuerte, tan puro... El aire que llenaba mis pulmones era fresco y el sol que me cubría era como una suave caricia y quizá porque no tenía la necesidad de pensar es que sentía todo de manera tan profunda tan pura… Las otras personas estaban en el mismo universo, nadie decía nada pero se comunicaban… los saludos entre ellos, entre nosotros, eran contactos visuales y si acaso una sonrisa… En este sueño que relato, me encontraba en un mundo sin palabras, más sí habían sonidos, habían aromas, habían colores, estaba todo el mundo completo tal cual lo recuerdo… disculpen si soy repetitivo, pero sin palabras todo me parecía más puro… las miradas de las personas entre ellos eran miradas que decían mucho más que las palabras y entonces camine observando a las personas y encontré una pareja de enamorados que caminaban de la mano, de a ratos se miraban y sonreían, se besaban y volvían a sonreír… al no existir palabras no existían las mentiras, no más “te quiero” falsos, no más “ adioses y despedidas”, sin palabras todo se purificaba entre ellos, sin palabras entonces, eran los actos los que hablaban, sentí su abrazo más sincero, sentí su amor más puro…. Continué caminando y encontré a niños jugando, en el lenguaje universal de la risa ellos se comunicaban… sin palabras podían comunicarse completamente… entendí entonces que sin palabras no habría idiomas y por tanto no habría diferencias y quizá si soñara un poco más no habría fronteras… continuaba mi sueño y al caminar encontré en la banqueta de una plaza a una señora que miraba una foto y contemplarla la abrazaba a su pecho y secaba una lágrima que acariciaba su mejilla… comprendí entonces que sin palabras los sentimientos encuentran su propio camino y los recuerdos existen mucha más allá de las palabras… Soñé así anoche y este sueño me ha dejado el alma en duda, desperté sin sobresaltos y sin miedos, había una nueva forma de comprender el mundo dentro mío… al reconocerme en mi cama, despierto y consciente comenzaron a invadir mi mente cientos, miles de palabras, como si estuvieran esperando a que despertase para acercarse, como si me hubieran permitido por el lapso que duró mi sueño, tener una pequeña pausa de ellas… desperté como les cuento y asumiendo que todo fue un sueño, me levante como siempre y volví a vestirme de mí mismo, moje mi rostro con agua y me mire en el espejo, toque mi reflejo y aún no me animaba a decir mi primera palabra del día… comencé a recordar el sueño y las palabras convertidas en pensamiento llenaron mi mente,  me angustió la idea de comprender que sin palabras yo no podría contar esto que ahora cuento, no podría explicar aquello que los demás no vieron y la angustia se convirtió en melancolía… soñé anoche que las palabras no existían y ese sueño me dejó el alma en duda… aliste mis dudas, mis miedos y mis alegrías… las aliste para salir a la calle a encontrarme con el mundo invadido de palabras, tomé consciencia que al vivir solo y sin que nadie lo sepa porque nadie me escucha, pasé aguardando por elegir mi primera palabra del día… me detuve un paso antes de salir al mundo, recordé un poco de mi sueño, antes de abrir la puerta recordé un poco de las sensaciones del sueño, cerré mis ojos y abrí apenas mis labios, abrí la puerta y contemple al mundo y entonces dije: “gracias”