El escritor sin inspiracin.
Publicado en Feb 07, 2017
El escritor sin inspiración.
Por: Miguel Saavedra. Personajes. Mario. Gonzalo. Tomás. Jaqueline. Jaime. Muchacha del café. Sebastián. Mario es un escritor que trabaja para una revista de dibujos animados. Gonzalo y Tomás están en la oficina de ésta. Gonzalo- Tomás, mándale un correo electrónico a Mario y dile que por favor nos traiga más historias. Tomás- Sí, Gonzalo, ahorita se lo mando. (Escribe lo que le dijo Gonzalo). ¿Para cuándo le digo que traiga las historias? Gonzalo- Dile que se tome su tiempo, pero que no sea demasiado. Tomás- Está bien. (Empieza a escribir la carta). Gonzalo- Mejor búscalo en la red social. Tomás- A ver. (Lo busca). ¡Aquí está!, ¿Qué le digo? Gonzalo- Lo de las historias. Tomás- Ah sí, lo de las historias. (Le dice lo de las historias), (Mario responde). Gonzalo, me pregunta que cuantas historias. Gonzalo- Dile que cuatro. Tomás- (Le escribe que cuatro), (Mario le dice que para cuando). Dice que para cuando. Gonzalo- Ya te dije. Tomás- (Le dice lo que le dijo), (Mario responde). Dice que está bien. Apagón. Mario está en su casa, quiere pensar acerca de las historias. Mario- (Marca a Jaime), (Jaime contesta). Bueno, ¿Jaime?, ¡Hola!, amigo, te voy a ir a visitar a tu café. Jaime- ¡Claro!, ¡Amigo!, ¡Cuánto tiempo sin verte!, desde la fiesta que hizo tu novia, ¿Todavía andas con ella? Mario- Sí, todavía. Pero oye, te hablo para otra cosa. Jaime- Dime. Mario- Lo que pasa es que quiero ir a tu negocio a tomarme un café, para inspirarme, porque tengo que escribir unas historias. Jaime- ¡Aquí te esperamos! Mario- Voy a ir en la tarde, ojalá estés, para saludarte. Jaime- Yo te espero un rato, porque tengo que ir al otro negocio. Mario- Está bien, no te preocupes. Mario está en el café pensando en sus historias. Mario- Me da un café expreso. Muchacha del café- Sí, está bien, ¿Doble? Mario- No, sencillo, oye no está por ahí Jaime. Muchacha del café- Se acaba de ir. Mario- No me digas, soy un amigo suyo, me lo saludas. Muchacha del café- Sí, yo le digo. (Prepara el café). (Llega una mujer muy bonita y pide un café), (La mujer se llama Jaqueline). Jaqueline- Niña, ¿Me das un café chico con leche caliente por favor? Muchacha del café- Ahorita se lo llevo. Jaqueline- (Se sienta en una de las mesas del café). Con dos de azúcar por favor. Muchacha del café- Está bien. Mario- Tiene trabajo la muchacha, me tiene que terminar de hacer un café a mí también. Jaqueline- ¡Puedo esperar!, (Ríe). Mario- ¿Usted es artista? Jaqueline- Sí, canto. Mario- Se ve que le gustan las artes. Jaqueline- Mucho, déjeme decirle que voy a actuar en una película, voy a salir de cantante también. Mario- ¡Qué bien!, ¿Cómo se va a llamar la película? Jaqueline- “La cantante criminal”. Mario- ¡Qué interesante!, ¿Dónde van a ser las locaciones? Jaqueline- En un Monasterio y en un Centro Cultural. Mario- ¿En un monasterio?, ¿Van a actuar curas? Jaqueline- Sí, se trata de un monje que va a cantar y lo quieren matar. Mario- ¡No!, ¿Y por qué lo quieren matar? Jaqueline- No te puedo decir, mejor ve a verla al cine, cuando esté en cartelera. Mario- ¡Está bien! Jaqueline- ¿Tú eres actor también? Mario- ¿Por qué la pregunta? Jaqueline- Porque me preguntaste que si era artista. Mario- No, no soy actor, escribo para una revista de cuentos animados. Jaqueline- ¡Qué bien! Mario- Le preguntaba que si era artista, porque quería inspirarme acerca de alguien, para escribir una historia. Jaqueline- Ya veo. Mario- También me gustaría entrevistar al monje, para otra historia. Jaqueline- Claro, mañana voy a ir al monasterio, a las 10:00 de la mañana. Mario- ¡A las diez de la mañana!, ¡ahí estaré!, (Tome de la taza). Jaqueline también toma de su taza y sonríen. Apagón. Mario está en el monasterio, esperando a Jaqueline. Mario- Jaqueline, ¡Aquí estoy! Jaqueline- ¡Hola!, ¡Eres muy puntual! Mario- Sí, por lo visto, tú también. Jaqueline- ¡Acompáñame!, te voy a presentar al monje que canta. Mario- ¡Vamos! Jaqueline- Se llama Sebastián y canta muy bonito. Mario- Seguramente, según sé, los monjes cantan muy bien. Jaqueline- ¡Ahí viene! Sebastián- (Entra), ¡Hola, Jaqueline!, ¿Repasaste tu libreto? Jaqueline- Sí, ¿Y tú? Sebastián- También, estuve memorizando la canción del asalto. Jaqueline- ¡Qué bien!, oye, te presento a Mario. Sebastián- (A Mario). ¡Mucho gusto! Mario- ¡Igualmente!, me decía Jaqueline, que usted canta. Sebastián- Sí, canto. Mario- Lo que pasa es que soy escritor y Jaqueline me invitó al monasterio, para conocerle e inspirarme para mis historias. Sebastián- ¡Ah!, eres escritor, te va a divertir escribir una historia de monjes. Mario- ¡Seguro! Sebastián- Cuando quieras puedes venir a visitarnos, para que te inspires. Mario- Gracias. Ahora los dejo, ya me voy a mi casa a escribir. Jaqueline- Que te valla bien, espero que queden tus historias sensacionales. Mario- Vas a ver que sí. Sebastián- ¿Cuándo y Dónde publicarás tus historias? Mario- Trabajo para una revista de dibujos animados, cuando esté la edición le traigo una revista. Jaqueline- A mí también tráeme una. Mario- Sí, te hablo por teléfono, cuando estén listas. Jaqueline- Bueno. (Se despide de Mario). Sebastián- No se te olvide. Mario- No. (Se despide Sebastián de Mario). Apagón. Esta escena se realiza en la oficina de dibujos animados. Tomás- Gonzalo, Mario me mandó un correo con las historias, me mandó dos, dice que después me va a mandar más. Gonzalo- ¡Qué bien!, haz impresiones con los guiones y dáselos a los dibujantes. Tomás- Está bien. Gonzalo- Dile a Mario que gracias y que se apure, con las otras historias. Tomás- Sí, yo le digo. FIN.
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