El binocular
Publicado en Mar 07, 2017
El Binocular
De lunes a viernes a las 20, 30 horas llegaba a su departamento la sensual rubia. A las 20, 35 horas ella abría la ventana y se sacaba la ropa para ponerse una bata. Este ritual daba origen a otro, por parte de su vecino del edificio de enfrente, que consistía ni más ni menos que en observarla desde su departamento escondido detrás de su cortina. Remigio Córdoba estaba obsesionado desde que una noche descubrió casualmente esta inquietante rutina de su vecina. Le parecía bello el espectáculo y para apreciarlo mejor decidió comprar un binocular muy potente. Quinientos dólares le costó el dispositivo: toda una inversión, para su extraña afición. Solo había un detalle que le provocaba cierta frustración: la inconveniente ubicación de un sillón de la habitación observada que le impedía disfrutar visualmente de la anatomía completa de la dama. Esto no le impedía seguir ejecutando meticulosamente su faena. Una noche Remigio se aprestaba a disfrutar de su puntual espectáculo y se da cuenta que el comedido sillón no estaba. Un sudor recorrió su frente y la ansiedad gano todo su cuerpo. ¿Sería aquella noche su oportunidad de presenciar por vez primera la totalidad del espectáculo? Finalmente la blonda realiza su rutina y Remigio puede observar la deseada figura en todo su esplendor: su decepción no podía ser mayor. El bello cuerpo con el que él se deleitaba no era femenino, sino masculino. En su enorme frustración pensó en el tiempo y el dinero perdido. Pero también recordó que él era un hombre práctico y no podía permitirse ese derroche de dinero sin justificación. En la actualidad Remigio frecuenta los días domingos la reserva ecológica de la Costanera de la Ciudad de Buenos Aires, a la que acude con su potente binocular para practicar el avistamiento de aves silvestres.
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Lucy Reyes
Me encanto.
Perdon por la falta de tildes, mientras las encuentro.
Cordial saludo.
Daniel Florentino Lpez
Muy buen análisis
Un placer leer tus comentarios
Un abrazo
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Hay una novela de Carlos Fuentes muy interesante sobre este tema
Felicitaciones
Daniel Florentino Lpez
No había pensado en los nidos
y.... la ausencia de muebles jaja
Como siempre un placer leer tus comentarios
Un abrazo
Elvia Gonzalez
Daniel Florentino Lpez
Un honor leer tus comentarios
Un abrazo
Enrique Gonzlez Matas
Te felicito calurosamente con mi abrazo.
Daniel Florentino Lpez
Es verdad, vivimos en un mundo de apariencias
Y lo que podemos encontrar detrás de ellas
a menudo es sorprendente
Un abrazo
Mara Vallejo D.-
Justo a ésta hora que el cansancio quería apoderarse de mis células en pleno trabajo (Laboratorio) entro a Textale y me encuentro una historia que me ha hecho sonreír y . . . adiós pereza!!! Excelente descripción de cada detalle, suspenso y todas esas faceta que forman una buena historia, las encontré en tu texto.
Felicitaciones !!
Te envío abrazos
Daniel Florentino Lpez
Qué lindo comentario
Un abrazo