Un poema o Los colores del campo
Publicado en Mar 14, 2017
Abro la puerta de mi casa, pero no hay puerta ni siquiera casa. Sí, un camino de tierra hacia la nada. Vengo a besar a mis animales del delirio. Para después seguir huyendo. Golpeo la puerta. Grito para que me abran. Pero no hay puerta; no hay nadie, ni siquiera el viento moviendo las ramas de un árbol invisible. Se oye una canción. Sólo es el alma de los desposeídos que llora. ¿A dónde ir? Soy un hombre extraviado que se hace amigo de su exilio. Él conoce todos los momentos del extraño parque donde yo jugaba en ceremonias desaparecidas. Me acompañan ahora los colores del cercano campo. Iré allí, y me entregaré liviano a algún verdor que invite a mi corazón para que dance. Y la puerta de mi casa se abrirá sin duda como el ala de una paloma que llama. GuillermoO Direc.Nac.del Derecho de autor
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Elvia Gonzalez
Guillermo Capece
Muchas gracias por tu lectura.
Guillermo
Mara Vallejo D.-
Salen los versos exentos de ataduras y la savia que los merodea, satura con colores al alma que los pare.
Grandes letras, amigo mío.
Te envío abrazos con todo cariño y respeto.
Guillermo Capece
Por tus palabras, tus opiniones, muchas gracias, amiga.
Guillermo