Luis.- ¡Menos mal que apareces ya, Carlos! ¿Es que tenías miedo de que te pillara el toro?
 
Carlos.- ¿De qué toro me estás hablando?
 
Tomás.- Luis se está refiriendo al cornudo de Agustín. Hace sólo unos segundos que ha salido.
 
Luis.- ¡Pero ha tenido que pagar las segundas consumiciones y las cajetillas por canelo!
 
Carlos.- ¡Jajajajaja! ¡Ha debido ser algo glorioso!
 
Tomás.- ¿Ya has comprado tu tabaco?
 
Carlos (sacando el paquete de Ducados).- Os voy a regalar un cigarrillo a cada uno de vosotros dos para celebrar lo del canelo de Agustín.
 
Tomás.- Lo mejor de todo ha sido cuando la rubia le ha llamado enano saltarín con cabeza de buque.
 
Carlos.- ¡Jajajajaja! ¿Eso le ha dicho la rubia?
 
Luis.- ¡Ahora dejaos ya de coña! Tenemos que prepararnos por si llega de nuevo.
 
Carlos.-A mí me encanta mucho más la morena aunque la rubia está también de pan y moja. 
 
Luis.- La morena está buenísima del todo pero deber ser muy tímida.
 
Carlos.- ¡Para el carro Achucarro! Si alguien liga con ella ese soy yo.
 
Tomás.- ¿Tú te atreverías con ella a solas?
 
Carlos.- Tengo suficiente experiencia en fracasos como para haber aprendido ya a no fracasar de nuevo.
 
Tomás.- ¡Perfecto! ¡Ve a por ella a ver si te atreves!
 
Carlos.- Primero fumemos los cigarrillos mientras planificamos el asalto.
 
Tomás.- No quiero molestarte demasiado, Carlos... pero te vemos muy asustado...
 
Carlos.- ¡No os equivoquéis conmigo! Soy todo un artista en esto de ligar morenas.
 
Tomás.-Seguro que no... pero algo hay que decir...
 
Carlos.- Esto... sí... claro... va a ser que no... ¿pero y si sí?...
 
Tomás.- Algunas que conoces de vez en cuando resulta que son una mierda...
 
(Carlos saca tres cigarrillos y los tres empiezan a fumar)
 
Tomás.- No quería ofenderte, Carlangas...
 
Carlos (muy serio).- ¡Qué puteison perry meison!
 
Tomás.- ¡Vale! Te pido perdón porque no quise ser tan duro contigo.
 
Luis (para desdramatizar el momento).- ¡Pues a mí me gustan todas!
 
Tomás.- Razón de más para saber que no tienes ni clase ni estilo.
 
Carlos.- Dejemos las peleas y pensemos en algún plan efectivo como hacen los técnicos en esta clase de arte.
 
Luis.- ¡Corta el rollo repollo!
 
Carlos.- Al final voy a tener que darte una hostia...
 
Tomás.- ¡Paz! ¡Pensemos en la Paz!
 
Carlos.- La Paz hace ya un par de años que está casada.
 
Tomás.- ¡No jodas! ¿Con quién?
 
Carlos.- Con un chorbo que conoció en el Caribe.
 
Luis.- ¿Y se quedó a vivir con él?
 
Carlos.- Lo que yo sé es que viven en Jamaica.
 
Luis.- ¿Sabéis que me gusta Mercedes?
 
Carlos.-¡No seas gilipollas, Luis! ¡Mercedes nos gusta a todos!
 
Tomás.- ¿Os estáis refiriendo a la que me decís que trabaja en el Centro Compensador
 
Carlos.- Si tú la conocieses jamás podrías ya olvidarla.
 
Tomás.- ¿Y por qué ninguno de los dos os habéis liado con ella?
 
Carlos.- Por culpa de Luis que es un muermo completo.
 
Luis (cabreado).- ¡Si yo soy un muermo completo tú eres un petardo sin mecha!
 
Carlos.- ¿Cuántas veces has podido hablar con ella y ni tan siquiera le has dado los buenos días?
 
Tomás.- ¿Es eso cierto?
 
Carlos.- ¡Tan cierto como que mi Real Madrid es el mejor equipo del mundo!
 
Luis.- De acuerdo. Yo no he saludado nunca a Mercedes porque sólo pienso en Encarnita. ¿Y tú por qué no has ido alguna vez que otra a visitarla personalmente para invitarla a comer?
 
Tomás.- O sea que el uno por el otro la casa sin barrer.
 
Carlos.- Yo no he podido hacerlo porque sólo pienso en "La Canaria". Así que olvidemos ya lo pasado y fumemos tranquilamente porque presiento que se nos vienen encima de un momneto a otro.
 
Luis (asustado).- ¡Que Dios nos pille confesados! Fumemos... fumemos ahora que los tres podemos... 
 
SE APAGAN LAS LUCES Y FIN DE LA ESCENA TERCERA