AL FINAL DE LA ESCALERA…
 
Por: Ben Alex
 
Cada aniversario luctuoso de mi tía Ágata recuerdo lo que narraré en las siguientes líneas…
 
Mi tío Alejandro, abogado de profesión y jugador de videojuegos por diversión, era apasionado en su trabajo y además bueno en él… había conseguido una “buena oportunidad”… decía… por lo que mi tía hermana de mi madre pasaba el tiempo sola…
 
Pasar la noche en casa de mi tía Ágata era simplemente genial… bueno, hasta ese veintiuno de abril.
Apenas llegamos a las cinco de la tarde, mis padres saludaron a mi tía y ésta me permitió correr directo al cuarto de juegos que mi tío Alejandro atesoraba… él siempre estaba fuera, así que era yo y solo yo el que disfrutaba de aquel paraíso de videojuegos, una serie interminable de repisas llenas de títulos y consolas que iban desde la Atari 2600 a la Nintendo Wii U, además de algunas portátiles.
__Jorge… hijo, te portas bien… regresamos el Domingo.
__Sí mamá…
 
Al poco rato apareció mi tía con una bandeja de botanas, siempre lo hacía y luego en la sala contigua se posaba en su sillón de masaje a disfrutar de los videos de música de su época, así pasábamos el día viernes y el sábado salíamos al cine durante toda la tarde… así una vez al mes… mi tía estaba sola por el trabajo de mi tío y solo se veían en vacaciones, por lo que nos tocaba a los sobrinos acompañarla, uno a la vez, uno cada semana… además, la ausencia de hijos le hacía pesada la jornada, no los pudo concebir… siempre sola…
 
Llamaron a la puerta… durante unos instantes siguieron sin que mi tía atendiera, puse pausa a mi juego y me levanté… note que había quedado dormida, por lo que me dirigí a la entrada a ver quién llamaba a la puerta… era una mujer joven de tez blanca y ojos obscuros.
 
Solo tenía once años en ésa época y eran tiempos tranquilos…
 
__Hola… ¿cómo te llamas?
__Soy Jorge… ¿quién es usted?…
__ Eso no importa Jorge… ¿está la señora Ágata?… llámala por favor…
__Ella no se encuentra, regrese más tarde…
__Está bien… luego vuelvo… adiós…
 
Confieso que en ese momento me sentí asustado pero no quise despertar a mi tía, por lo que únicamente me cercioré que las puertas estuvieran cerradas… luego, continué jugando… eso fue todo…
 
Unas horas después, mi tía llegó al cuarto y la verdad olvidé comentarle lo acontecido… me dijo que ya pasaban de las nueve, que me invitaba a cenar cerca de la casa… de inmediato acepté y salimos…
 
Fuimos caminando, estoy seguro de que mi tía dejó todo cerrado… al llegar al lugar, me consintió como siempre, cenamos muy rico y terminamos de ver una película que transmitían… le gustó y no quise interrumpirla, la quería mucho de verdad y ella a nosotros.
 
Al finalizar la película, ya eran cerca de las once de la noche, nos dirigimos a casa; al llegar, apenas abrió y encendió la luz, corrí al baño… escuché a mi tía que me decía que si yo había abiertas las puertas del patio trasero y del sótano… le dije que no… ya no dijo más.
 
De inmediato vino a mi mente la imagen de la mujer que pocas horas antes había llamado a la puerta, al mismo tiempo escuché ruidos fuertes, como de forcejeo… me asusté pero no salí del cuarto de baño… puse el seguro y del temor solo quedé inmóvil… no escuché a mi tía, solo ruidos de ir y venir.
 
Me animé y con la intención de correr a la calle salí de mi escondite y fui detenido por la misma persona que buscaba a mi tía… sonrió y me acarició la cara… vi como sacaban unos papeles del despacho de mi tío Alejandro… no se llevaron más… ni dinero, ni joyas, ni siquiera los videojuegos de mi tío…
 
__Sé buen niño… quieres…
 
Ésas fueron las únicas palabras de la mujer… se inclinó y me beso la mejilla, luego salió a continuación acompañada por otros tres sujetos y de la puerta señaló con su mirada la puerta del sótano al final del pasillo…
 
Temeroso me aproximé…
 
__ ¡Tía Ágata!... responde… estás ahí… por favor… dime que estás bien…
 
Luego de no tener respuesta, llegué a la puerta del sótano… lentamente comencé a descender… en cuanto pude, encendí la luz… la vuelta inmediata me mostró la escena… estaba tirada… la sangre salía de su cabeza… ahí…
 
Al final de la escalera…
 
 
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