NO ME TOQUES PARED
Publicado en May 11, 2017
Aquella noche de sueños inconsolables, cargada de truenos, rayos y centellas, ha sido para Manuel la pesadilla más grande que ha tenido en toda su vida, pues acostumbraba a quedarse dormido en el sofá, debido a que le daba miedo dormir en su habitación, la razón, era que la pared del costado izquierdo al lado su cama colindaba con el cementerio del pueblo. Los padres no se habían enterado que su único hijo odiaba las noches, noches malditas que se le hacían eternas. Aquel niño odiaba la pared que estaba al lado del cementerio por estar en su cuarto en vez de estar en otro; cuando Manuel se acostaba no soportaba darle la espalda a la fría pared que estaba al lado del cementerio y mucho menos cuando empezó a notar que la pared se estaba agrietando y en algunas partes de la grieta se podía notar claramente las lápidas de sus vecinos.
En sus noches de insomnios y de ensueños sentía que tocar la pared, era tocar a los difuntos y escuchar que lo llamaban; cada vez que llegaba el momento de dormir iniciaba su martirio, pues empezaba a sentir y ver que su cuerpo se erizaba y ese miedo que sentía era acompañado de sonidos misteriosos que provenían del techo de su casa, provocados por los truenos que a la vez parecían mover todo, las luces fotográficas de los relámpagos alternaban con la noche misteriosa que hacían que a Manuel se le aceleraran los latidos del corazón. La Madre de Manuel solía contratar unas muchachas para que le ayudaran con los quehaceres del hogar. en esta ocasión logró colocar a Juana, la cual, con el tiempo se convertiría como en una hermana para él. Una de las tantas noches de exasperación que tuvo Manuel, siendo ya las 11 de la noche, le propuso a Juana que cambiaran de habitación, al menos por una noche sin que sus padres se enteraran, ella un poco sorprendida y extrañada le preguntó el porqué, recordándole que su habitación era muy amplia y confortable y que la de ella era muy pequeña y calurosa. Manuel insistió en la rogativa argumentando esta vez, que la cama era muy grade para él y que solo quería sentir la sensación de dormir en otra cama ya que, siempre había dormido en la suya; Juana al escuchar esto, mostró una expresión como quien quiere, pero no… sonrió y aceptó la propuesta, con la condición de que si su madre los encontraba en habitaciones diferentes la excusara; Manuel muy contento como cuando un niño recibe un juguete nuevo voló en un dos por tres a la otra habitación. Allá respiraba tranquilidad y se sentía a plenitud, pues ya no estaba en el cuarto que tenía la pared al lado del cementerio, Pero todo no podía ser tanta maravilla, el joven, parecía tener imán para atraer situaciones que generaran miedo. Al lograr conciliar el sueño, se le notaba la tranquilidad en su rostro sonriente mientras dormía y los suspiros que daba eran testigos de su paz interior, pero la felicidad duró poco, porque éstos se vieron interrumpidos de un momento a otro cuando el reloj de la torre de la iglesia marcó las 12:00 de la noche y al mismo tiempo sonaron las campanas con el misterio que les merece para anunciar la muerte de Florita, la mejor amiga de la mamá de Manuel, a quien había mordido una serpiente venenosa hacía ya 8 días y a quien los remedios caseros no le sirvieron para ver salir el sol del día siguiente. Manuel al escuchar esos campanazos que llegan al alma y que invaden de tristeza a cualquier ser humano, pero que a él no lo llenó de tristeza sino de miedo, saltó de la cama medio dormido y gritando del susto, su mamá al escuchar aquellos gritos salió corriendo a consolar a su hijo, pero al llegar al cuarto empezó a abrazar a quien ella creía ser Manuel, con la sorpresa de que era Juana, pero Manuel para cumplir con lo pactado salió corriendo, gritando y llorando de forma desesperada y queriendo explicar por qué no estaba en su habitación. La madre le pedía a su hijo que se calmara, mientras mandaba por un vaso de agua para el niño y le explicaba el porqué de las campanas, después de lo dicho le dijo que iría acompañar el velorio de su amiga, a lo cual Manuel pidió que lo llevara, recibiendo un no como respuesta, debido a que tenía que ir a la escuela al otro día, Manuel insistió tanto que la madre accedió a su rogativa con la condición que estarían acompañando solo una hora. Al llegar al velorio Manuel notó que había una fila para ver el cadáver así que, la siguió, pero se arrepintió porque en su mente quedó grabada la imagen de Florita, era una calavera, pues tenía la cara huesuda, los dientes ahumados de tanto fumar y salidos como buscando sonreír y los ojos hundidos. Al ver esto Manuel salió corriendo a donde su madre ella lo regañó porque sabía que era muy miedoso y se ponía en esas. Mientras se acomodaba en los brazos de su madre apareció Faustina, la vieja más chismosa del pueblo, haciendo comentarios mal intencionados… esa… esa se murió pero de hambre… todo el día se la pasaba jugando cartas y no comía nada, no atendía ni a los hijos… la madre de Manuel solo la miraba y haciéndole carita de ingenua, de sorprendida y modulando y repitiendo unos simples siii… ¡no lo puedo creer! Cortó la conversación lanzando la expresión; ¡hay en el pueblo otra que se va a morir... pero por chismosaaaa! al escuchar esto, doña Faustina y haciéndose la desentendida respondió con una pregunta ¿quién será esa? Cuando el reloj marcó las 2:00 de la mañana Manuel escuchó lo que no quería escuchar por parte de su madre… tenemos que ir a dormir, debes madrugar.Esta vez, ella misma lo acompañó a su propia habitación y se quedó acompañándolo hasta que se durmiera, pero a los 10 minutos de haberse ido su madre se sintió solo, entonces empezó a llover a cantaros, las láminas de zinc oxidadas que cubrían el techo de su casa se querían romper, el miedo se apoderó de Manuel como ya era costumbre, entonces tomó la cobija y se arropó de pies a cabeza y se hijo una máscara con la punta de la cobija, se corrió hasta el centro de la cama y esta vez el miedo era triple por los sonidos de aquella noche, la ropa que había colgada en el ropero que se movía al compás de la cortina lo hacían ver fantasmas y la más temida todas la pared al lado del cementerio,. Manuel sentía que lo tenían atrapado así que entre sollozos desesperados pegó un muy desgarrador grito mamaaa… me muero, al cabo de un segundo apareció la mamá en el cuarto y muy desesperada le preguntó que le pasaba, él brincó a sus piernas y dijo que no quería esa pared en su cuarto porque estaba al lado del cementerio; la Madre notando que era algo de miedo por parte de su progenitor decidió consolarlo, de esta manera Manuel aprovechó para contarle todo lo que había estado viviendo en todo ese tiempo; y al llegar la alborada decidió cambiarlo de cuarto y le pidió confiar en ella y en su padre. Finalmente, Manuel pudo comprobar que el sueño tiene mucho que ver con la habitación y con los vecinos que tenga a su lado, ver las noches como amigas y sin pensar la hora de su llegada, el pensamiento que tenía sobre los truenos rayos y centellas ya los veía como un fenómeno natural, pudo entender los diferentes significados de los toques de las campanas y se enteró que doña Faustina si tenía lengua viperina porque al mes falleció y algunos dicen que florita se la llevó.
Página 1 / 1
|
Lucy Reyes
Felicitaciones.
YERKIS JAVIER RAMIREZ PEREZ