A DONDE VAN LOS MUERTOS? (Actualizado)
Publicado en Sep 23, 2009
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¿A DÓNDE VAN LOS MUERTOS?
Iglesia Cristiana Vida Eterna en Jesucristo.
Sabana Nueva-San Pelayo-Córdoba-Colombia.
Margen Izquierda del río Sinú.
COCICRIS: Corporación Civil Cristiana.
Personería Jurídica 000148 de la Gobernación de Córdoba.
De Junio 6 de 2003.
Colombia-Suramérica
RUT: 812007134-6
Pastor y Representante Legal: David Jesús Doria Pérez.

Correo electrónico: cocicris@yahoo.com


RESUMEN.
La mentira se ha introducido sutilmente en el corazón del hombre, de tal forma que el oído humano presta más atención a ella, que a la verdad de Dios. Aquí derribo argumentos y creencias en lo referente al lugar o destino de los que mueren, los cuales han sido introducidos como doctrina, basados en la tradición o mandamientos de hombres. Es de esperar que se levanten muchos en contra de lo que se expone y demuestra; pero no soy yo quién defenderá  lo que expreso, sino la misma palabra de Dios o Dios mismo, quien peleará por la verdad. Solo me interesa comunicar lo que la Biblia dice sobre este tema, y empiezo citando al respecto, lo que dice en Isaías 28:15 : Por cuanto habéis dicho: Pacto tenemos hecho con la muerte, e hicimos convenio con el Seol; cuando pase el turbión del azote, no llegará a nosotros, porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos; Dios destruirá al mentiroso aunque este piense que está seguro refugiado en la mentira: Salmo 5:6: Destruirás a los que hablan mentira; al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová. En Romanos 3:4 dice: De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, y venzas cuando fueres juzgado. Por ello no enfrento a la mentira con sabiduría humana, sino con la sabiduría que viene de lo alto, la sabiduría Bíblica, la palabra de Dios, el Espíritu Santo de Dios, que es quien convence al mundo de pecado, de justicia y de juicio. Por tal motivo traigo al corazón de los lectores de este texto, un hecho Bíblico que narra el enfrentamiento de Pablo a los griegos atenienses, al darles a conocer al Padre y a su Hijo Jesucristo: Hechos 17:16-34: Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría.  Así que discutía en la sinagoga con los judíos y piadosos, y en la plaza cada día con los que concurrían.  Y algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos disputaban con él; y unos decían: ¿Qué querrá decir este palabrero? Y otros: Parece que es predicador de nuevos dioses; porque les predicaba el evangelio de Jesús, y de la resurrección. Y tomándole, le trajeron al Areópago, diciendo: ¿Podremos saber qué es esta nueva enseñanza de que hablas? Pues traes a nuestros oídos cosas extrañas. Queremos, pues, saber qué quiere decir esto. (Porque todos los atenienses y los extranjeros residentes allí, en ninguna otra cosa se interesaban sino en decir o en oír algo nuevo.) Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos; porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio. El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos. Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres. Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos. Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: Ya te oiremos acerca de esto otra vez. Y así Pablo salió de en medio de ellos. Más algunos creyeron, juntándose con él; entre los cuales estaba Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris, y otros con ellos.
CAPÍTULO I
Para adentrarnos al tema  en lo concerniente al lugar hacia donde van los que mueren, es ineludible traer a la memoria lo que la Biblia enseña en cuanto a la creación del hombre. Para ello tenemos que abrir el primer libro de las Escrituras, y con mente de Cristo como ella misma dice que tenemos, entrar a estudiar lo que está escrito en cuanto a ello. Miremos lo que la Biblia dice en Génesis 1.26-27: Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
En el estudio anterior denominado ¿Quién es el Hijo que salió del Padre?, demostramos escrituralmente que el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios, el Espíritu de Jehová, Cristo, el Logos, el Verbo, la Palabra, Jesús y Jesucristo, no son seres diferentes, sino el Unigénito Hijo de Dios, Jesucristo, en quien el Padre, hizo todas las cosas, y en quien en la carne, redimió la creación de la esclavitud del pecado; y que en ese estado de varón perfecto es el Hijo del Hombre en quien y para quien Dios hizo todo..
En Génesis 1.1-2, encontramos a Dios y a su Santo Espíritu, en quien hizo todo, y que por lo consiguiente y sin lugar a dudas, es el ser al que Dios se dirige para ordenar: hagamos al hombre, a nuestra imagen, y conforme a nuestra semejanza; no podemos olvidar que el Padre dio todas las cosas al Hijo, y por lo tanto,  traspasando también este derecho al ser que él redimiría con su sangre o sea al hombre, ser que él crearía a su imagen y semejanza, como también creó todas las cosas. Aquí en está cita solo se menciona el hecho que Dios creó al hombre, pero sin explicar como lo hizo; pero miremos lo dicho en:
Génesis 2:7: Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
Observamos que Dios en su Hijo, Cristo, forma al hombre del polvo de la tierra; recordemos que la tierra proviene del agua y por el agua subsiste, y que por esa razón el cuerpo humano es 70% agua. El cuerpo del hombre quedó formado con todas sus partes que lo conforman, pero, no tenía vida (Santiago 2:26: Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta; Dios hizo el cuerpo muerto o sin espíritu, para enseñarnos que el hombre en la carne pecaría y moriría, y necesitaría de su Espíritu para ser eterno); si el proceso de formación del hombre hubiese sido detenido por el Hijo, que es quien hizo todas las cosas, el hombre nunca hubiera estado completo, y sería en ese estado, una cosa más de la creación. Como ese no era el propósito de Dios, el Hijo sopló en su nariz aliento de vida, y fue entonces, y solo entonces, cuando el hombre fue un ser viviente o alma u hombre. Este aliento de vida, que el Hijo sopló sobre la nariz del hombre, no es ni será nunca un espíritu independiente que pueda existir al salir del cuerpo (los espíritus o ángeles ya habían sido creados, al crear Dios los cielos); es única y exclusivamente, aliento de vida para el cuerpo que no lo tenía. La filosofía introducida en la Palabra de Dios con el fin de torcerla y hacerla que diga lo que no dice, nos ha engañado afirmando que el hombre es un ser tripartito: cuerpo, alma y espíritu; pero la Biblia dice que para que el hombre fuera un ser viviente, un alma viviente, tenía el Hijo que había formado el cuerpo, que soplar aliento de vida en su nariz; por lo tanto, para que un ser sea ser viviente, tiene que contar con un cuerpo al que se infunde aliento de vida, aliento que solo puede dar el Verbo, la Palabra, porque en él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres. Dos componentes tiene el ser humano: el cuerpo que fue formado de la tierra, y el aliento de vida o soplo-espíritu que el Hijo infundió en su nariz. La Palabra de Dios lo confirma muy claramente en la siguiente cita que vamos a estudiar, como soporte a lo dicho por ella en la formación del hombre; veamos lo que dice en:  
Ezequiel 37: 1-10: La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová (el Hijo en quien hizo todo), y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y me hizo pasar por cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por ciertos secos en gran manera. (Como el polvo cuando el Hijo formó al hombre). Y me dijo: Hijo de hombre, ¿Vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. (La palabra de Dios, el poder de Dios, el Espíritu que da vida, el Verbo). Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar  espíritu en vosotros (palabra dicha y como soplada de la boca para dar vida a los huesos secos), y viviréis. (Igual que cuando sopló sobre el hombre aliento de vida). Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová. (El mismo procedimiento que cuando creó al hombre: primero el cuerpo, y después el espíritu para que viviera). Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu (¿Qué tal?) Y me dijo: Profetiza al Espíritu, profetiza hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y entró en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies, un ejército grande en extremo.
Aunque esto es una visión referente a la resurrección de Israel, vemos claramente que Dios repitió la fórmula para crear vida humana, y la volverá a utilizar en la resurrección, cuando envíe a los sepulcros al Espíritu de Jesucristo, para que levante a todos aquellos que creyeron en él, ya sea en la primera o en la segunda resurrección.
En este estudio veremos los conceptos de alma y espíritu, para tener una mejor visión del destino de los que mueren, según las Escrituras enseñan.
Retomando la creación encontramos que el hombre fue formado del polvo de la tierra (cuerpo); luego sopló Dios sobre su nariz aliento de vida (espíritu-sangre); y fue el hombre un ser viviente (Génesis 2:7). Mi pregunta es: ¿El cuerpo y el espíritu hacen al hombre un ser tripartito? En ninguna manera. ¿Qué es el ser? ¿Qué es un ser viviente como el hombre? Es lo que Dios por su Espíritu, creó del polvo de la tierra (cuerpo), al cual le infundió aliento de vida (soplo-espíritu-sangre).
CAPÍTULO II
A Dios hay que entenderle para conocerle: El conocimiento de Dios es la gloria (estado de cuerpo glorificado) del hombre: Jeremías 9:23-24 dice: Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Más alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová. La Biblia afirma que Dios es Espíritu: Juan 4:24: Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren; también dice que es fuente de agua viva: Jeremías 2:13: Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua. Su Santo Espíritu, Cristo, su Hijo por salir de él, también tiene estas dos naturalezas desde el principio; por eso la Biblia en Génesis 1.2 dice: Y la tierra estaba desordenada y vacía, y el Espíritu s movía sobre la faz de las aguas; porque estas agua no fueron creadas, sino que eran atributos inmanentes del Verbo con el Verbo, el Espíritu con el Espíritu, Dios con Dios. El Espíritu o Hijo de Dios se movía sobre la faz de las aguas, esperando la orden del Padre, para empezar a crear. De las aguas Dios en el Hijo, creó todas las cosas materiales que existen en la creación en lo que a la tierra se refiere; no podemos ignorar lo dicho en 2ª de Pedro 3:5: Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua (el juicio fue en agua, porque el agua es la materia prima que Dios utilizó para hacer la creación; la tierra se había corrompido y debía ser lavada con agua enviada de los cielos, para así limpiarla; además, como Dios hace las cosas dos veces, recordemos que él en su Hijo había juntado las aguas que estaban debajo de los cielos, y luego ordenado que se descubriese lo seco (tierra); este procedimiento se volvió a dar en el diluvio: la tierra quedó tapada por el agua o dentro de ella, hasta cuando Cristo sopló sobre las aguas y se descubrió lo seco. En la nueva creación no se va a dar el juntarse las aguas y descubrirse lo seco, porque las aguas fueron llamadas mares y según la Biblia, el mar no existirá más). El Espíritu Santo de Dios, Cristo, el Mesías, como sabemos, existió desde el principio en el Espíritu, con el Padre; pero al encarnarse, como el segundo Adán, Dios le preparó su cuerpo en el vientre de María; porque el segundo hombre es del cielo y permanece para siempre, tiene que ser Espíritu y luego cuerpo o carne; pero para el primer hombre o Adán, como no iba a permanecer para siempre, primero Dios le da el cuerpo del polvo de la tierra (la cual proviene del agua), para luego infundirle el espíritu o aliento de vida, porque Juan 6:63 dice: El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida; esto mismo dice del Verbo en Juan 1: 2 dice: En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Por eso Dios el Padre al ordenar al Hijo hacer el hombre le dice que lo hagan a su imagen y conforme a su semejanza, es decir: debía tener los atributos del Padre y del Hijo: agua y espíritu. Recordemos que la tierra proviene del agua, entonces del agua, viene el polvo de la tierra,  y es así el primer componente del hombre, siendo el segundo el espíritu-soplo-aliento de vida; así, de esta forma, fue hecho el hombre a la imagen y semejanza del Padre y del Hijo.
En Génesis 2:7 dice que fue Adán un ser viviente: Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente; en 1ª a los Corintios 15:45 dice que fue hecho el primer hombre, Adán, alma viviente: Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. Nos damos cuenta que los términos ser y alma, son sinónimos, es decir, significan lo mismo en estos dos pasajes bíblicos. Según el Diccionario Ilustrado de la Biblia, de Wilton M. Nelsor, Editor, de Editorial Caribe encontré: Alma, término que en el AT es traducción común del sustantivo hebreo, nefesh; que a su vez, deriva del verbo nefash, significa (respirar-rehacerse). Ocurre setecientas cincuenta y cinco veces en el AT, con significados muy variados. En el Salmo 69:1 dice. Sálvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma (nefesh), cuyo sentido original ha sido “garganta” (canal de respiración), o cuello, igual que en Jonás 2:7: Cuando mi alma (nefesh) desfallecía en mí, me acordé de Jehová, y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo. De allí viene el sentido de soplo de vida como en Job 41:21 (Reina Valera ”aliento”). Así en hebreo, el morir se expresa muchas veces por “exhalar la nefesh” (Jeremías 15:9: BJ). Puesto que la respiración es señal de vida, el aliento (soplo) se considera como el principio de la vida (Génesis 35:18: Entonces murió Débora, ama de Rebeca, y fue sepultada al pie de Bet-el, debajo de una encina, la cual fue llamada Alón-bacut.); además, hacer volver la nefesh, quiere decir. Hacer revivir (1ª de Reyes 17:21-: Y se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová y dijo: Jehová Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él. Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él, y revivió. Tomando luego Elías al niño, lo trajo del aposento a la casa, y lo dio a su madre, y le dijo Elías: Mira, tu hijo vive. Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca). Salvar la nefesh de una persona, es salvar su vida: Salmo 72:13-14: Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso, y salvará la vida de los pobres. De engaño y de violencia redimirá sus almas, y la sangre de ellos, será preciosa a sus ojos. Levítico 17:11. La vida (nefesh) de la carne, en la sangre está. En su sentido más amplio, nefesh puede referirse a un ser vivo en la totalidad de su existencia, ya sea también animal. Génesis 1:20: Produzca la tierra seres vivientes, y aves que vuelen en la abierta expansión de los cielos; también hombre: Éxodo 1:5: Todas las personas (nefesh) que le nacieron a Jacob, fueron setenta. Y José estaba en Egipto. Este mismo sentido de nefesh se utiliza también para denotar la acción de amarse a si mismo: Amar como a su nefesh (alma), quiere decir, como a si mismo (1ª de Samuel 18:1; Jonathan a David). Contrario a Platón, pensador griego que habló de la inmortalidad del alma (nefesh), el AT habla que el alma (nefesh) muere: Números 23:10: ¿Quién contará el polvo de Jacob, o el número de la cuarta parte de Israel? Muera yo la muerte de los rectos, y mi postrimería sea como la suya,  y Jueces 16:30: Y dijo Sansón: Muera yo con los filisteos. Entonces se inclinó con toda su fuerza, y cayó la casa sobre los principales, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante su vida., donde nefesh se traduce yo.
CAPÍTULO III
La nefesh no es algo distinto que sube mientras el cuerpo desciende al Seol, sino el hombre total (alma-nefesh): Salmo 16:10 dice: Porque no dejarás mi alma (nefesh) en el Seol, ni permitirás que tu Santo vea corrupción. Salmo 30: 3 dice: Oh Jehová, hiciste subir mi alma del Seol; me diste vida para no descender a la sepultura (luego entonces el alma no sube como algo de un tripartidismo, sino que desciende al Seol, como toda la persona). A los “habitantes” del Seol no se les llama almas, ni espíritus, sino muertos; Salmo 88:10 ¿Manifestarás tus maravillas a los muertos? ¿Se levantarán los muertos para alabarte? Isaías 26:14: Muertos son, no vivirán; han fallecido, no resucitarán; porque los castigaste, y destruiste y deshiciste todo su recuerdo. Hoy día es muy común reconocer muchas pruebas en el AT, usadas para establecer una doctrina de la supervivencia del hombre después de la muerte, pero estas pruebas llevan más bien a una enseñanza del hombre total (nefesh-alma-ser), y del alma inmortal. Según la filosofía de Platón, es notable que además de la vida física, se atribuya a la nefesh (alma), todas las funciones psíquicas. Por ejemplo: Los pensamientos se atribuyen a la nefesh (Ester 4:13. VM), como también al corazón y al espíritu. En 2º de Reyes 9:15 se traduce por voluntad: pero se había vuelto el rey Joram a Jezreel, para curarse de las heridas que los sirios le habían hecho, peleando contra Hazael rey de Siria.) Y Jehú dijo: Si es vuestra voluntad, ninguno escape de la ciudad, para ir a dar las nuevas en Jezreel; Génesis 34:3, la nefesh es sede del amor: Pero su alma se apegó a Dina la hija de Lea, y se enamoró de la joven, y habló al corazón de ella; y el odio: Salmo 11:5Jehová prueba al justo; pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece; de la tristeza: Salmo 42:6: Dios mío, mi alma está abatida en mí; me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán, y de los hermonitas, desde el monte de Mizar; y la alegría Salmo 86:4: Alegra el alma de tu siervo, porque a ti, oh Señor, levanto mi alma. Siente hambre: Salmo 107:9: Porque sacia al alma menesterosa, y llena de bien al alma hambrienta; y sed: Proverbios 25:25: Como el agua fría al alma sedienta, así son las buenas nuevas de lejanas tierras. El alma  también busca a Dios y suspira por él: Salmo 42:1-2: Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios? Salmo 103:1 Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron; ni anduve en grandezas, ni en cosas demasiado sublimes para mí.  En verdad que me he comportado y he acallado mi alma. Como un niño destetado de su madre; como un niño destetado está mi alma. Espera, oh Israel, en Jehová, desde ahora y para siempre.

Así, en la sicología del AT la nefesh tiene una función muy semejante a la del espíritu; sin embargo, nefesh significa sobre todo la vida, el ser; mientras que espíritu indica fuerza o poder. En el NT, alma es la traducción común del griego psyjé, que a su vez deriva del verbo spyja (soplar), y ocurre más o menos cien veces. Psyjé (como nefesh), significa a veces “ser viviente”, y puede referirse a un animal (Apocalipsis 16.3 “ser vivo”: El segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y éste se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser vivo que había en el mar; o a un hombre o persona : Romanos 13:1 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas; la forma plural en Hechos 7:14: Y enviando José, hizo venir a su padre Jacob, y a toda su parentela, en número de setenta y cinco personas.; Hechos 27:37: Y éramos todas las personas en la nave doscientas setenta y seis; con el pronombre posesivo psyjé, puede significar también “yo mismo” :Mateo 12:18 He aquí mi siervo, a quien he escogido; mi Amado, en quien se agrada mi alma; pondré mi Espíritu sobre él, y a los gentiles anunciará juicio; Juan 12:27: Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora. “Mi alma”).
CAPÍTULO IV
Psyjé muchas veces denota vida física: Mateo 6:25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?; y es sinónimo de cuerpo vivo: Marcos 8:35-37: Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará; donde alma tiene sentido de vida. Psyjé puede indicar el principio de vida, el cual, vinculado con el cuerpo, es un aspecto del hombre total: Mateo 10:28: Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno; (Hechos 20:10, BJ: su alma está en él.) Como principio de vida es asiento de los pensamientos: Hechos 4:32: Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común; y Filipenses 1:27: Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio; de las emociones: Marcos 10:34: y le escarnecerán, le azotarán, y escupirán en él, y le matarán; mas al tercer día resucitará; Juan 12:27: Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora; y los de la voluntad: (Efesios 6:6 BC y Taizé; Colosenses 3:23).


Como principio de vida psyjé indica en algunos pasajes el asiento de una vida que trasciende la terrestre. Este uso, parecido al de algunos filósofos griegos, tiene cierta base en algunos dichos de Jesús: Mateo 10:28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno: y 39: El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.; Marcos 8:35-37: Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. Porque ¿qué provechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? O qué recompensa dará el hombre por su alma? Pero se desarrolla en los escritos posteriores : Hebreos 6:19: para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros; 10:9: y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último; 13:17: Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso; 1ª de Pedro 1:9: obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas; 1ª de Pedro1: 22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; 1ª de Pedro 2:11: Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,  y 25: Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma.
Alma llega a significar incluso algo inmortal, distinto del cuerpo, pero es solo una visión, no un estado real: Apocalipsis 6:9: Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían; Apocalipsis 20: 4: Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años: sin embargo, no se niega la necesidad de la resurrección corporal (Apocalipsis 20:4 y siguientes). Es aventurado interpretar 1ª a los Tesalonicenses 5:23: Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo; como una enseñanza de la tricotomía griega (Hebreos 4:12: Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.); es más bien, la manera de subrayar la totalidad del hombre (todo vuestro ser), como objeto de la santificación (Deuteronomio 6:4: Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es;  y Marcos 12:30: Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento); hasta aquí lo tomado del Diccionario.
CAPÍTULO V
Para la gloria y honra de Dios y sin ningún temor, sujeto a las Escrituras sobre el tema de la nefesh (Hebreo-AT y Psyjé griega del NT) la cual significa alma en ambos casos, y se refiere directamente al ser viviente, ya sea hombre o animal, sello esto con lo dicho por Cristo, Así: Salmo 31:5: En tus manos encomiendo mi espíritu, o me has redimido, Jehová, Dios de verdad. Lucas 23:46: Entonces Jesús clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró. Salmo 16.10: Primera parte: Porque no dejarás mi alma en el Seol. 1ª a los Corintios 15:4: Y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras. Salmo 16:10: Segunda parte: Ni permitirás que tu Santo vea corrupción. Hechos 13:36-37: Porque a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios, durmió, y fue reunido con sus padres, y vio corrupción. Más aquel a quien Dios levantó, no vio corrupción. Entonces diré: 1º Jesucristo encomendó su espíritu a Dios, no su alma.2º Jesucristo sabía que su Padre no dejaría su alma en el Seol; alma: unión del espíritu que entregó al Padre, y el cuerpo que quedó en la sepultura, por el cual pidió que el Padre no permitiera ver corrupción.
3º El alma no subió al cielo, sino que quedó en el Seol (sepultura).
4º Para Jesucristo es esencial que el espíritu y el cuerpo se junten, para así darse la resurrección: Al tercer día muy de mañana, el Espíritu de Dios, la palabra de la cual se despojó el Verbo para encarnarse, levantó a Jesús de los muertos; es decir: juntó su Espíritu que encomendó al Padre, con el cuerpo que estaba en la sepultura, resucitando así de los muertos; esto mismo ocurrirá en la primera resurrección de los muertos, y en la segunda resurrección, para que como almas vivientes, sean juzgados en los tribunales de Dios, por sus obras, buenas y malas, y recibir así su recompensa: unos para vida eterna y otros para condenación.. Era necesario escribir sobre el ser, alma, para poder entender con claridad, la persona de Jesucristo hombre o el Hijo del Hombre: Santiago 2:6: Porque el cuerpo sin espíritu, está muerto ¿Qué dicen las Escrituras del alma con relación a la muerte?
Salmo 16:10: Porque no dejarás mi alma en el Seol; ni permitirás que tu Santo vea corrupción. Salmo 85:13: Porque tu misericordia es grande para conmigo, y tú has librado mi alma de las profundidades del Seol.
Salmo 94:17: Si no me hubiera ayudado Jehová, pronto moraría mi alma en el silencio. Ezequiel 18:4: He aquí, todas las almas son mías; como el alma del padre, como el alma del hijo es mía; y el alma que pecare, esa morirá.
Veamos lo que dice del alma, directamente como persona:
Salmo 107:9: Porque sacia al alma menesterosa, y llena de bien al alma hambrienta. Salmo 107:18: Su alma abominó todo alimento, y llegaron hasta las puertas de la muerte. Salmo 107:26: Suben los cielos, descienden los abismos; sus almas se derriten en el mal. Salmo 33:19: Para librar sus almas de la muerte, y para darles vida en tiempo de hambre. En cuanto a enfermedad: Salmo 30:3: Oh, Jehová, hiciste subir mi alma del Seol; me diste vida para que no descendiera a la sepultura.
En lo referente a soplo: Salmo 78:39: Se acordó que eran carne, soplo que va y no vuelve. Eclesiastés 3:19-20: Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es; como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene el hombre más que la bestia; porque todo es vanidad. Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo.
Job 33:3: El Espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida. Isaías 2:22: Dejaos del hombre, cuyo aliento está en su nariz; porque ¿De qué es él estimado? En cuanto a la carne: Job 34:14-15: Si él pusiese sobre el hombre su corazón, y recogiese así su espíritu y su aliento, toda carne perecería juntamente, y el hombre volvería al polvo.
¿Qué dicen del hombre cuando perece? Salmo 146:4: Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; ese mismo día perecen sus pensamientos.
Salmo 49:12: Más el hombre no permanecerá en honra; es semejante  las bestias que perecen. Con relación a la muerte: Salmo 29:9: ¿Qué provecho hay en mi muerte? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?
Salmo 115:17: No alabarán los muertos a Jah, ni cuantos descienden al silencio. Eclesiastés14:32: Por su maldad será lanzado el impío; más el justo en su muerte tiene esperanza. Salmo 33:19: Para librar su alma en tiempo de muerte, y para darles vida en tiempo de hambre. Isaías 25:8: Destruirá la muerte para siempre; y enjugará Jehová toda lágrima de todos los rostros, y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra, porque Jehová así lo ha dicho. Eclesiastés 8:8: No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu, para retener el espíritu; ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la impiedad librará al que la posee. Oseas 13:14 y 1ª a los Corintios 15:26: Oh muerte, yo seré tu muerte. Salmo 6:5: En la muerte no hay memoria de ti, en el Seol ¿Quién te alabará? Isaías 14:9: El Seol abajo se espantó de ti; despertó muertos que en tu venida salieron a recibirte; hizo levantar de sus sillas a todos los príncipes de la tierra, a todos los reyes de las naciones. En el versículo 11 dice: Descendió al Seol tu soberbia, y el sonido de tus arpas; gusanos serán tu cama y gusanos te cubrirán. Isaías 38:18: Porque el Seol no te exaltará, ni te alabará la muerte; ni los que descienden al sepulcro esperarán tu verdad. (Salvación con rezos después de que la persona muere? Nunca!)
Isaías 66:24: Y saldrán, y verán los cadáveres de los que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre. En cuanto a ser destruidos: Salmo 37:34: Espera en Jehová y guarda su camino, y él te exaltará para heredar la tierra; cuando sean destruidos los pecadores, lo verás. Salmo 37:9: Porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra. Salmo 37:38: Más los transgresores será destruidos; la posteridad de los impíos será extinguida. A ser consumidos: Salmo 37:20: Más los impíos perecerán, y los enemigos de Jehová, como la grasa de los carneros, serán consumidos. Ezequiel 15:4-7: He aquí que ha sido puesta en el fuego para ser consumida; sus dos extremos consumió el fuego, y la parte del medio, se quemó. ¿Servirá para obra alguna? He aquí que cuando estaba entera no servía para obra alguna; ¿Cuánto menos después que el fuego la hubiere consumido, y fuere quemada ¿Servirá más para obra alguna? Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Como la madera de la vid entre los árboles del bosque, la cual di al fuego para que la consumiera, así haré a los moradores de Jerusalén. Y pondré mi rostro contra ellos; aunque del fuego se escaparon, fuego los consumirá; y sabréis que yo soy Jehová, cuando pusiere mi rostro contra ellos. Isaías 33:11-16: Concebisteis hojarasca, rastrojo daréis a luz; el soplo de vuestro fuego os consumirá. Y los pueblos serán como cal quemada; como espinos cortados serán quemados con fuego. Oíd, los que estáis lejos, lo que he hecho; y vosotros los que estáis cerca, conoced mi poder. Los pecadores se asombrarán en Sión; espanto sobrecogió a los hipócritas ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará en las llamas eternas? El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho; el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; este habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará pan, y sus aguas serán seguras. (Isaías 43:2: Cuando pases por las aguas no te anegarás, cuando pases por el fuego, no te quemarás). Hebreos 12:4: Porque nuestro Dios es fuego consumidor.
Deuteronomio 4:24: Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso.
Joel 2:3: Delante de él consumirá fuego; tras él, abrasará llama; como el huerto del Edén será la tierra delante de él; y detrás de él como desierto asolado; ni tampoco habrá quien de él escape. Jesucristo vendrá según 2ª a los Tesalonicenses 1:8: En llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecieron el evangelio de nuestro Señor Jesucristo.
Isaías 29:6: Por Jehová de los ejércitos serás visitada, con truenos, con terremotos y gran ruido, con torbellino y tempestad, y llama de fuego consumidor.
Efectos del fuego consumidor en el temor a Dios:
Isaías 43:2: Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Daniel 3:25: Y él dijo: He aquí, yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante al hijo de los dioses.
CAPÍTULO VI
¿HARÁ DIOS ALGO QUE ÉL CONDENA?
Levítico 18:21: Y no des hijo tuyo para ofrecerlo por fuego a Moloc; no contamines así el nombre de Jehová tu Dios; yo Jehová.
En lo referente a no ser más: Proverbios 12:7: Dios trastornará a los impíos, y no serán más; pero la casa de los justos permanecerá firme.
 Isaías 26:14: Muertos son, no vivirán; han fallecido, no resucitarán; porque los castigaste y destruiste; y deshiciste todo su recuerdo.
Jeremías 51:39: En medio de su calor les pondré banquetes; y haré que se embriaguen para que se alegren; y duerman sueño eterno, y no despierten, dice Jehová. Jeremías 51:57: Y embriagaré a sus príncipes y a sus sabios; a sus capitanes, a sus nobles y a sus fuertes, y dormirán sueño eterno, y no despertarán, dice el Rey, Jehová de los ejércitos.
Relacionado a los muertos: Eclesiastés 9:5: Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. Salmo 88:10: ¿Se levantarán los muertos para alabarte? En cuanto al espíritu: Eclesiastés 3:21. ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos  de los hombres sube arriba, y que el espíritu de los animales desciende abajo a la tierra? Salmo 31:5: En tus manos encomiendo mi espíritu; tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad:
Mateo 27:50: Más Jesús, habiendo clamado, entregó el espíritu. (Juan 19:30: Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.; Lucas 23:46: Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.  Y habiendo dicho esto, expiró.).
En cuanto a resurrección: Salmo 71:20: Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, volverás a darme vida; y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra. Salmo 17:15: En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.
Salmo 49:15: Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol, porque él me tomará consigo. Oseas 13:14: De la mano del Seol los redimiré; los libraré de la muerte; Oh muerte, yo seré tu muerte; y seré tu destrucción, oh Seol; la compasión será escondida de mi vista.
NO basta con saber que la Biblia lo dice, es necesario saber cuando lo dice, como lo dice, por qué lo dice y para qué lo dice:
Sepamos lo que es el HINOM: Valle profundo al sur de Jerusalén, conocido también como el valle del hijo de Hinom (Josué 15:8: Y sube este límite por el valle del hijo de Hinom al lado sur del jebuseo, que es Jerusalén. Luego sube por la cumbre del monte que está enfrente del valle de Hinom hacia el occidente, el cual está al extremo del valle de Refaim, por el lado del norte), que demarcaba el límite entre las tribus de Benjamín y de Judá. La mayoría de los expertos lo identifican con Wadi al-Rababi que actualmente circunda a Jerusalén hacia el Sur y el Oriente. Cerca a la parte más ancha que da al Cedrón, se le llama Tofet (2º de Reyes 23:10: Asimismo profanó a Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para que ninguno pasase su hijo o su hija por fuego a Moloc;  Jeremías 7:31-34: Y han edificado los lugares altos de Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para quemar al fuego a sus hijos y a sus hijas, cosa que yo no les mandé, ni subió en mi corazón. Por tanto, he aquí vendrán días, ha dicho Jehová, en que no se diga más, Tofet, ni valle del hijo de Hinom, sino Valle de la Matanza; y serán enterrados en Tofet, por no haber lugar. Y serán los cuerpos muertos de este pueblo para comida de las aves del cielo y de las bestias de la tierra; y no habrá quien las espante. Y haré cesar de las ciudades de Judá, y de las calles de Jerusalén, la voz de gozo y la voz de alegría, la voz del esposo y la voz de la esposa; porque la tierra será desolada; y Jeremías 19:2-6: y saldrás al valle del hijo de Hinom, que está a la entrada de la puerta oriental, y proclamarás allí las palabras que yo te hablaré. Dirás, pues: Oíd palabra de Jehová, oh reyes de Judá, y moradores de Jerusalén. Así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo traigo mal sobre este lugar, tal que a todo el que lo oyere, le retiñan los oídos. Porque me dejaron, y enajenaron este lugar, y ofrecieron en él incienso a dioses ajenos, los cuales no habían conocido ellos, ni sus padres, ni los reyes de Judá; y llenaron este lugar de sangre de inocentes. Y edificaron lugares altos a Baal, para quemar con fuego a sus hijos en holocaustos al mismo Baal; cosa que no les mandé, ni hablé, ni me vino al pensamiento. Por tanto, he aquí vienen días, dice Jehová, que este lugar no se llamará más Tofet, ni valle del hijo de Hinom, sino Valle de la Matanza).
Fue en Hinon en donde Salomón erigió lugares altos a Moloc: 1º de Reyes 11:7: Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón;  y Acaz y Manasés hicieron pasar sus hijos por fuego: 2º de Reyes 16:3: Antes anduvo en el camino de los reyes de Israel, y aun hizo pasar por fuego a su hijo, según las prácticas abominables de las naciones que Jehová echó de delante de los hijos de Israel; 2º de Crónicas 28:3: Quemó también incienso en el valle de los hijos de Hinom, e hizo pasar a sus hijos por fuego, conforme a las abominaciones de las naciones que Jehová había arrojado de la presencia de los hijos de Israel; 2º de Crónicas 33:6: Y pasó sus hijos por fuego en el valle del hijo de Hinom; y observaba los tiempos, miraba en agüeros, era dado a adivinaciones, y consultaba a adivinos y encantadores; se excedió en hacer lo malo ante los ojos de Jehová, hasta encender su ira.; Jeremías 32:35: Y edificaron lugares altos a Baal, los cuales están en el valle del hijo de Hinom, para hacer pasar por el fuego sus hijos y sus hijas a Moloc; lo cual no les mandé, ni me vino al pensamiento que hiciesen esta abominación, para hacer pecar a Judá.. Para poner fin a estas abominaciones, Josías profanó el sitio con huesos humanos y otras contaminaciones: 2º de Reyes: 23:10-13: Asimismo profanó a Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para que ninguno pasase su hijo o su hija por fuego a Moloc. Quitó también los caballos que los reyes de Judá habían dedicado al sol a la entrada del templo de Jehová, junto a la cámara de Natán-melec eunuco, el cual tenía a su cargo los ejidos; y quemó al fuego los carros del sol. Derribó además el rey los altares que estaban sobre la azotea de la sala de Acaz, que los reyes de Judá habían hecho, y los altares que había hecho Manasés en los dos atrios de la casa de Jehová; y de allí corrió y arrojó el polvo al arroyo del Cedrón. Asimismo profanó el rey los lugares altos que estaban delante de Jerusalén, a la mano derecha del monte de la destrucción, los cuales Salomón rey de Israel había edificado a Astoret ídolo abominable de los sidonios, a Quemos ídolo abominable de Moab, y a Milcom ídolo abominable de los hijos de Amón; 2º de Crónicas 34:4-A los ocho años de su reinado, siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre; y a los doce años comenzó a limpiar a Judá y a Jerusalén de los lugares altos, imágenes de Asera, esculturas, e imágenes fundidas. Y derribaron delante de él los altares de los baales, e hizo pedazos las imágenes del sol, que estaban puestas encima; despedazó también las imágenes de Asera, las esculturas y estatuas fundidas, y las desmenuzó, y esparció el polvo sobre los sepulcros de los que les habían ofrecido sacrificios. Quemó además los huesos de los sacerdotes sobre sus altares, y limpió a Judá y a Jerusalén. Lo mismo hizo en las ciudades de Manasés, Efraín, Simeón y hasta Neftalí, y en los lugares asolados alrededor. Y cuando hubo derribado los altares y las imágenes de Asera, y quebrado y desmenuzado las esculturas, y destruido todos los ídolos por toda la tierra de Israel, volvió a Jerusalén;  y lo convirtió en crematorio donde echaba la inmundicia de la ciudad. Así, este lugar llegó a simbolizar para todo  Jerusalén, el horror y el deshonor, y su fuego permanente que destruía las basuras; tipificó la ira divina: Isaías 30:33: Porque Tofet ya de tiempo está dispuesto y preparado para el rey, profundo y ancho, cuya pira es de fuego, y mucha leña; el soplo de Jehová, como torrente de azufre, lo enciende; é Isaías 66:24: Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre. Posteriormente los judíos aplicaron el nombre de este valle, que en la LXX es Geenna (con base en el arameo gue-hinnam); al lugar de eterno sufrimiento destinado a los ángeles rebeldes. En este sentido se usa en  Mateo 5:22: Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego; y Mateo 5:29: Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno; Mateo 10:28: Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno; Marcos 9: 43- 48: Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga; Lucas 12:5: Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed; y Santiago 3:6: Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno; de  donde proviene la denominación de Hades, y también Infierno, lugar de eterno juicio.
CAPÍTULO VII
Miremos lo dicho con relación al Seol: Job 17:13: Si yo espero, el Seol es mi casa, haré mi cama en las tinieblas. Job 24:19: La sequía y el calor arrebatan las aguas de la nieve; así también el Seol a los pecadores.
Job 26:6: El Seol está descubierto delante de él, y el Abadón no tiene cobertura (Abismo, en hebreo=Abadón; en griego: Apolión)
Números16:33: Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación.
Deuteronomio 32:22 Porque fuego se ha encendido en mi ira, y arderá hasta las profundidades del Seol; devorará la tierra y sus frutos, y abrasará los fundamentos de los montes. 2º de Samuel 22:6 y Salmo 18:5: Ligaduras del Seol me rodearon; tendieron sobre mi, lazos de muerte.
Salmo 9:17: Porque los malos serán trasladados al Seol; todas las gentes que se olvidan de Dios. Salmo 55:15: Que la muerte les sorprenda; desciendan vivos al Seol; porque hay maldad en sus moradas, en medio de ellos. Salmo 86:13: Porque tu misericordia es grande para conmigo; y has librado mi alma de las profundidades del Seol. Salmo 88:3: Porque mi alma está hastiada de males, y mi vida cercana al Seol. Proverbios 5:5: Sus pies desciende a la muerte, sus pasos conducen al Seol. Proverbios 9:18: Y no saben que allí están los muertos; que sus convidados están en lo profundo del Seol. Isaías 5:14: Por eso ensanchó su interior el Seol, y sin medida extendió su boca; y allá descenderá la gloria de ellos, su multitud y su Fausto, y el que en el se regocija. Isaías 14:15: Más tú, derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo. Isaías 38:10: Yo dije: a la mitad de mis días, iré a las puertas del Seol; privado soy del resto de mis años.
En cuanto a infierno como Tartaroo: (1 sola cita) 2ª de Pedro2:4= Por que si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno (tartaroo), los entregó a prisiones de oscuridad, reservados para el juicio.
Infierno como Geenna o Gehena: (8 citas). Mateo 5:22: Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que le diga: necio, a su hermano, será culpable ante el Concilio, y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego (Geenna). Mateo 5:29-30: Por tanto, si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; pues, mejor es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno (Geenna). Y su tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues, mejor es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno (Geenna).
Mateo 10:28: Y no temáis a los que matan al cuerpo, más al alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir (apoullomi) el alma y el cuerpo en el infierno (Geenna) Mateo 23:1%: Ay de vosotros, escribas y fariseos ¡Hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, lo hacéis dos veces más hijos del infierno (Geenna) que vosotros. Mateo 23:33: ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno? (Geenna); igual Marcos 9:43, 45 y 47: Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado,  donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
 Infierno=Geenna.
Lucas 12:5 (Mateo 10:28): Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder para echar al infierno (Geenna). Santiago 3:6: Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad, la lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, é inflama la rueda de la creación, y ella es inflamada por el infierno (Geenna). Veamos a Infierno como ‘ades, o Hades (10 citas)=Seol=Sepulcro. Mateo 11:23: Y tú, Capernaún, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades (Infierno) serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy. Mateo 16:18: Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades (Infierno) no prevalecerán contra ella. Lucas 10:15: Y tú, Capernaum, que hasta los cielos eres levantada, hasta el Hades serás abatida; Mateo 11:23-24: Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy. Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma,) que para ti.
Lucas 16:23: Y en el Hades (Infierno), alzó sus ojos estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham y a Lázaro en su seno. Hechos 2:27: Porque no dejarás mi alma en el Hades (Infierno), ni permitirás que tu Santo vea corrupción. Hechos 2:31: Viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades (Infierno), ni su carne vio corrupción. Apocalipsis 1:18: Y el que vivo y estuve muerto; más he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades (Infierno). Apocalipsis 6:8: Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre muerte, y el Hades (Infierno) le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra. Apocalipsis 20:13: Y el mar entregó sus muertos que habían en él; y la muerte y el hades (Infierno) entregaron sus muertos que habían en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.
Apocalipsis 20:14: Y la muerte y el Hades (Infierno) fueron lanzados  al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. NO IGNOREMOS QUE EL FUEGO ETERNO, FUE PREPARADO PARA SATANÁS Y SUS ÁNGELES: Mateo 25:41Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. TAMPOCO DESCONOZCAMOS QUE EN ROMANOS 6:23, SE AFIRMA QUE LA PAGA DEL PECADO ES MUERTE; MÁS LA DÁDIVA DE DIOS ES VIDA ETERNA EN CRISTO JESÚS; Y QUE ECLESIATÉS 9:5 DICE: LOS MUERTOS NADA SABEN, NI TIENEN MÁS PAGA. (¿TORMENTO ETERNO?). Es necesario que siempre tengamos presente que hay un día para el juicio en la segunda venida de Cristo; y el otro, el día del juicio final; y que ninguno es para salvación, sino para juzgar las obras de cada uno; y que según sean las obras, así será el castigo (infierno-fuego eterno) tanto para salvos que recibirán premio por ellas o sus obras sean quemadas, como para perdidos, hasta que se cumpla este y venga la muerte segunda de los que se pierden, en donde sus cuerpos son lanzados para destrucción total en el lago de fuego.
CAPÍTULO VIII
Miremos lo que dice: Mateo 10:15. De cierto, de cierto os digo, que en el día del juicio será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y Gomorra, que para aquella ciudad. Mateo 12:36: Más yo os digo que toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
ENTENDAMOS QUE: A los muertos no se les hace juicio estando en ese estado; recordemos que Jesucristo vendrá en llama de fuego para dar retribución a los que no conocieron a Dios, y a los que no obedecen al evangelio de Jesucristo; Jesucristo es el Juez, y cuando él venga es necesario que los muertos resuciten en la primera resurrección y para el juicio final donde unos lo harán para condenación y otros para vida eterna. Estarán los resucitados de pié ante la llama de fuego que es Jesucristo; a los salvos estas llamas eternas no les harán daño (Quién habitará en las llamas eternas? ¿Quién habitará con el fuego consumidor?); pero a los perdidos que esperan la sentencia, estas llamas eternas los castigarán (allí será el lloro y el crujir de dientes) y como sin santidad nadie puede ver a Dios, en las tinieblas y el fuego eterno esperarán hasta que llegue su turno (Si el juicio empieza por la casa de Dios ¿Cuánto tiempo esperará cada condenado para que Cristo les empiece a juzgar, y después de su sentencia cuánto tiempo les tocará esperar en tormentos para morir en la muerte segunda?), y escuchen su sentencia, y según la sentencia, esperarán hasta que llegue la muerte segunda, donde sus cuerpos serán lanzados al lago de fuego donde serán consumidos o destruidos, para no ser más, lugar este que fue preparado para Satanás y sus ángeles, quienes como espíritus no pueden morir pero si sufrir pena de eterna condenación. Mateo 13:40 dice que se arranca la cizaña, y se quema en el fuego; Marcos 9:44: el gusano no muere, y el fuego nunca se apaga; Lucas 3:17: quemará la paja en fuego que nunca se apaga. La Filosofía ha hecho tanto daño; con sus mentiras enseña doctrinas que surgen de la interpretación de los textos Bíblicos, y no según la revelación de la palabra de Dios en la faz de Jesucristo. Hay una lucha por aplicar el sentido alegórico y el sentido literal, de tal forma que con esto el propósito de revelación usado por Dios, se ha distorsionado. Quiero que recordemos el propósito de las parábolas: Mateo 13:13: Por eso les hablo por parábolas para que viendo no vean y oyendo no entiendan. Marcos 4:11 y Lucas 8:10: a los de afuera por parábolas, para que no entiendan. Comprendemos que el propósito de Dios para los que están predestinados para condenación (el hace vasos de honra y de deshonra), es que escuchen en parábolas y no entiendan y se conviertan. (Esa es la generación de víboras, generación perversa, que se apartaron de Dios, y que atacaron a Jesucristo cuando estuvo en la carne).
Así miraremos la parábola del rico y Lázaro, para no hacer una doctrina equivocada por  causa de la interpretación: 1ª) Es una parábola con título: El rico y Lázaro. 2º) El autor es Lucas, y en el NT; solo él la narra; este hecho anula cualquier intento de hacer una doctrina de su contenido, porque por boca de dos o tres testigos se da por cierto un asunto.
3º) Tiene dos personajes: el rico que se vestía de púrpura y de lino fino, y que hacía todos los días banquetes con esplendidez; y Lázaro, mendigo que estaba echado a la puerta del rico, lleno de llagas (cuyo nombre proviene del nombre Eleazar, y es como apocopado de este); quien ansiaba comer de las migajas que caían de la mesa del rico, y que aún los perros venían y le lamían las llagas. 4º) Dice que murió Lázaro, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Recordemos que Abraham es conocido como el padre de la fe, y que por lo tanto, tenemos que considerar que Lázaro no es llevado a su seno por cumplir la ley ni por buenas obras, sino por la fe constante con que esperó recibir misericordia sin blasfemar de Dios. El hecho que se utilice a Abraham como el ser que acoge a Lázaro en su seno, nos muestra que esta parábola iba dirigida única y exclusivamente al pueblo de Israel. La Biblia como ya hemos visto anteriormente, dice que al morir la persona, su espíritu vuelve a Dios que lo dio, y el cuerpo va al polvo; por lo tanto, el hecho de que los ángeles lo llevaran al seno de Abraham, indica el lugar donde al resucitar estaría a la espera de la sentencia; puesto  que a un muerto ¿Cómo se juzgará sino resucita? La Biblia enseña que los muertos resucitarán para ser juzgados.
5º) Dice que murió el rico, y fue sepultado; es decir, el sello de salvación no lo alcanza porque no porque fuera rico, ni hiciera buenas obras, sino que su gloria terrenal fue vana porque la vivió sin fe., Y en el hades, al resucitar, por no ser salvo, las llamas del Dios del fuego consumidor, empezaron a atormentarle, antes de recibir la sentencia que le condenaría a la muerte segunda, y en donde su cuerpo sería lanzado al lago de fuego donde sería consumido para siempre. En ese tormento, ve a Abraham y a Lázaro consolado en su seno (las llamas del fuego consumidor no le hacían daño a ellos por la fe que demostraron); la Biblia dice que sin santidad nadie verá a Dios, y como el rico era un condenado a morir eternamente, solo alcanza a ver a Abraham quien es considerado el padre de la fe, y no a Dios.
6ª) El rico pide a Abraham que le diga a Lázaro que moje la punta del dedo en agua, para que le refresque la lengua (músculo que  nunca confesó fe), que arde por causa del fuego; Abraham le recuerda que no se puede pasar de un lado para el otro por causa de la sima que los separa (no hay comunicación); pero el rico le dice que le envíe a la casa de su padre, para que le testifique a sus cinco hermanos para que no vengan a parar al lugar donde él está; Abraham le responde que oigan a Moisés (indicio que la parábola es para los israelitas), pero el rico responde que creerían sus hermanos si alguno se levantare de los muertos (indicio que estaba vivo después de resucitar, porque los muertos nada saben), pero Abraham le responde que la generación que no cree a Moisés, tampoco creerá si alguien se levantare de los muertos ( Así sucedió cuando Jesucristo resucitó, hicieron todo lo posible por negar la resurrección y no creyeron). 7º). Observamos que no hay el juicio por lo que la intención de la parábola es mostrar lo que le espera a los que mueren sin fe y con fe, después que resuciten, ya que la paga del pecado es muerte, y nadie hará juicio a las personas muertas. Podemos concluir que al lugar donde van los muertos es el Seol, igual al Hades o Gehena; que al momento de la resurrección hay dos lugares de espera o antesala del juicio, donde el fuego consumidor del Hijo de Dios, a quien el Padre entregó todo juicio, no le hará daño a aquellos que por la fe son salvos, pero que si atormentará a todos los que rechazaron la gracia de Dios, y su tormento durará de acuerdo a la sentencia de tiempo de castigo que ameriten sus obras; por lo tanto, la parábola no fue dada para que imagináramos el lugar donde van los muertos, puesto que el destino final de los condenados es la muerte segunda, y ser consumidos sus cuerpos en el lago de fuego, que fue preparado de antemano para Satanás y sus ángeles. Lucas 12:5 (Mateo 10:28): Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder para echar al infierno (Gehena).
CAPÍTULO IX
Dios creó vasos para honra (cuerpos que contienen espíritu-soplo, y elegidos para hacer la obra el Señor; con un grupo que no son elegidos pero que si son candidatos a recibir el mensaje de salvación a través del arrepentimiento (Juan:3:16), y vasos para deshonra-impíos apartados desde el vientre, como el caso de Faraón de Egipto) : Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece. Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? Más antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles? Como también en Oseas dice: Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, y a la no amada, amada. Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío, allí serán llamados hijos del Dios viviente; de tal forma, que si Dios creara a una persona predestinada para condenación viva en el fuego eterno, sería un Dios injusto, porque él es quien los crea, y de esta forma estaría también por demás la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Todas las enseñanzas filosóficas contrarias a la verdad de Dios, serán echadas fuera de la iglesia que el Señor levantará sin manchas ni arrugas. El fin de la apostasía empezó ya, deja que el Señor  Jesucristo, el Santo espíritu de Dios, su Palabra gloriosa, ministre tu vida y te conviertas en un guerrero de Cristo en la verdad, portando la verdad y con la verdad batallando contra la mentira.
 En Adán todos mueren: 1ª a los Corintios 15:22: Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. David, hombre según el corazón de Dios, murió y no subió al cielo, y su carne descansa en esperanza: Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella. Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido. Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua, y aun mi carne descansará en esperanza;  Porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu santo vea corrupción. Me hiciste conocer los caminos de la vida; me llenarás de gozo con tu presencia. Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy.  Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono, viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción. A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
Enoc fue traspuesto de un lugar a otro; nunca al cielo, puesto que murió; igual Elías, porque en Adán todos mueren: Hebreos: 11: 5: Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. Pero más adelante dice que todos esos hombres de fe citados allí en Hebreos 11, murieron: Hebreos 11: 13: Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
Muchos duermen: 1ª a los Corintios 11:30: Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. 1ª a los Tesalonicenses 4:13-14: Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Los que están en los sepulcros oirán su voz: Juan 5:28-29: No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.
Nuestros cuerpos tienen que ser adoptados y redimidos: Romanos 6:18: Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.  Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
 Cristo nos hizo participantes de su naturaleza divina: 2ª de Pedro 1: 3-4: Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,  por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia.
Para participar de ella hay que creer: Juan 11:40: Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?
Fuimos predestinados a tener la gloria de Cristo: Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
El problema latente que ha existido en el hombre filósofo, es querer llegar a Dios mediante su raciocinio, ignorando que el único culto racional con que se puede adorar a Dios está establecido en la siguiente cita: Romanos 6:12-13: No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. En esos vanos razonamientos se ha olvidado que todo tiene su principio y su fin; y de forma desordenada ha inquirido en la Biblia para conocer a Dios, empezando por cualquier parte, y no por el principio; y se ha enredado en interpretaciones y suposiciones que son totalmente contrarias al propósito de Dios en las Escrituras; ha inventado métodos para entender a Dios, cayendo de esta forma en conclusiones totalmente erradas, que le impiden tener seguridad en el conocimiento del Dios vivo.
CAPÍTULO X
La Biblia dice en Juan 1-4: En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Podemos asegurar sin dudar que la palabra aquí nos dice claramente: En el principio era La Palabra (Verbo-Logos); y La Palabra (Verbo-Logos) era con Dios (La Palabra estaba con Dios), y La Palabra (Verbo-Logos), era Dios. Dios era La Palabra, y La Palabra era Dios, y estaba con Dios; es decir, con Dios estaba Dios, en un solo Ser, Uno en el Otro: Juan 14:10-11: ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
Dios es La Palabra, y La Palabra estaba con Dios; la Biblia afirma que Dios es Espíritu: Juan 4:24: Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. Como Dios es Espíritu y es Palabra, podemos expresar con seguridad: en el principio Dios estaba con Dios; La Palabra estaba con La Palabra, y el Espíritu estaba con el Espíritu. En Juan 6:63 dice: El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Siendo Dios Espíritu, podemos ver un atributo de su naturaleza; pero la Biblia asegura que Dios es fuente de agua viva: Jeremías 2:13: Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua; Jeremías 17:13: ¡Oh Jehová, esperanza de Israel! todos los que te dejan serán avergonzados; y los que se apartan de mí serán escritos en el polvo, porque dejaron a Jehová, manantial de aguas vivas; las aguas vivas son otro atributo de su naturaleza.
Vemos que Dios es Espíritu, es decir, es invisible y habita en luz inaccesible: 1ª a Timoteo 6:16: el único que tiene inmortalidad (recordemos que Jesús murió y resucitó de los muertos, por lo tanto, no puede ser Dios), que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver (Jesús fue visto por muchísimos aquí en la tierra, y en estado glorificado, le fue revelado a Juan), al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén; pero también es fuente de agua viva, como lo afirma dos veces la Biblia en el libro del profeta Jeremías, y que he plasmado anteriormente arriba. Estos dos atributos son innegables en la naturaleza del Dios Creador del cielo y de la tierra (el Verbo con el Verbo=Dios); por eso en Hebreos 11:3 dice que Dios hizo lo que se ve de lo que no se veía, porque el agua es un elemento preexistente en Dios y en Cristo su Hijo desde el principio: Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. Esto explica el por qué en la Creación en Génesis 1:1-2 dice: En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Vemos claramente que se confirma la preexistencia de las aguas en Dios, porque aún Dios en su Hijo, en Cristo no había empezado a crear, y vemos que el Espíritu de Dios (no había allí más seres sino Dios y su Espíritu para crear; y si Dios todo lo hizo en su Hijo, su Espíritu es su Hijo; ¿Dónde estaba Jesucristo cuando Dios hizo la creación, para que se diga que hay trinidad?), se movía sobre la faz de las aguas, que por no haber sido creadas, eran invisibles. ¿Quién es el Espíritu de Dios sino su Hijo, Cristo, el Mesías, la Luz que salió de la Luz? ¿Por qué se estaba moviendo sobre la faz de las aguas? Porque él, al igual que el Padre, es Espíritu y fuente de agua viva; y como Espíritu, como Verbo, es acción, y se movía esperando la orden del Padre para empezar a crear, porque él nada hace sino lo que el Padre le manda. En el Salmo 35: 9 dice: Porque contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz; para empezar a crear, en el que Dios iba a hacer la creación, tenía que salir de Él, para como luz dar a conocer al Padre; por eso Dios en Génesis 1: 3-6 dice: Y dijo Dios: Sea la luz;  y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día. Jesucristo afirmó ser la luz del mundo: Juan 8:12: Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Dios es luz, el Verbo es luz, el Verbo estaba con el Verbo, o sea, la luz estaba con la luz, y Dios dijo: Sea la luz; Dios envía la luz que estaba con él fuera de él, para crear, para dar a conocer a Dios o sea la luz; por eso dice: contigo está el manantial de la vida, en tu luz veremos la luz. Esa luz no es otro que Jesucristo el Hijo de Dios, en quien el Padre hizo todo, por él y para él; a ese Jesucristo o Cristo, Mesías, Espíritu de Dios, le dijo el Padre: Hagamos al hombre a nuestra imagen y conforme a nuestra semejanza: Génesis 1.26: Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen (1), conforme a nuestra semejanza (2) (el Padre y el Hijo: 1 y 2; Espíritu y agua: 1 y 2); y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Dios en Cristo hizo al hombre a su imagen y semejanza; la Biblia dice en Génesis 2:7: Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra (cuerpo, imagen, 1), y sopló en su nariz aliento de vida (espíritu o aliento de vida, 2), y fue el hombre un ser viviente (alma viviente) No podía ser el primer hombre hecho de otra manera, puesto que  tanto el Padre como el Hijo tenían esos atributos en su naturaleza. El cuerpo o imagen del primer hombre fue hecho del polvo de la tierra, pero miremos que dice la Escritura de donde proviene la tierra: 2ª de Pedro 3:5 dice: Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste; por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua. Vemos que la tierra proviene del agua, entonces el cuerpo del hombre proviene del agua; Dios lo hizo del polvo de la tierra, porque el creador sabía que este primer hombre tenía que morir herido por el pecado, porque al morir, el cuerpo volvería al polvo, porque polvo eres y en polvo te convertirás; y el espíritu al salir del cuerpo volvería a Dios que lo creó. Este primer hombre no permanecería, puesto que estaba determinado por Dios que su Hijo redimiría al hombre caído, al encarnarse, y hacerse hombre.
Jesucristo es el segundo Adán o segundo hombre, en quien Dios hizo la creación, por medio de él y para él: 1ª a los Corintios 15: 45-50: Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. Más lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor (Jesucristo), es del cielo. Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial (la imagen de Jesucristo). Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.
CAPÍTULO XI
Al primer hombre o Adán, lo primero que se le hizo fue la imagen, la carne, el cuerpo, porque lo primero no permanece; el segundo hombre o Jesucristo fue primero Espíritu, y luego se encarnó, porque este es el segundo hombre que permanecerá para siempre. Veamos el procedimiento al hacerse carne u hombre: El Espíritu lo engendra, es decir, el Espíritu es primero, y luego la carne; mientras que en Adán la carne es primero y luego el espíritu. Jesucristo, siendo primero Espíritu, pudo en la carne vencer y condenar al pecado en la carne; al morir, conociendo el orden perfecto de Dios Padre, entrega su espíritu (soplo o aliento de vida) al Padre; pero dos cosas antes de morir, estando el Espíritu pidió al Padre: Salmo 16: 8:10: A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido. Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma;
mi carne también reposará confiadamente; porque no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción.
¿Por qué pidió Cristo esas dos cosas a su Padre? A) Sabía que en el orden creador de Dios del 1 y 2 del Padre y el Hijo, no se violaba al hacer esa petición; si pedía una o más de dos cosas, si se violaba. B) Sabía que el cuerpo sin el espíritu está muerto, y en la muerte, el espíritu vuelve a Dios que lo dio, y el cuerpo al polvo de donde fue tomado; por eso al momento de morir, entrega al Padre su espíritu o aliento de vida (no el poder del que se había despojado para encarnarse), y que su cuerpo iría al sepulcro. C) Su cuerpo no podía ver corrupción puesto que él no pecó, y aunque se le habían cargado los pecados de todos, la paga de esos pecados era sencillamente la muerte. D) Sabía que para que exista el alma, tiene que haber la unión cuerpo espíritu, y sabía que su Padre, en el poder del cual ´Cristo se había despojado, le levantaría, porque él es la resurrección y la vida: 1ª de Corintios 15:3-22: Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído. Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados.  Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres. Más ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Efesios 1:17-20: para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales.
¿Te has preguntado a donde fue Jesucristo hombre al morir? ¿Habrá religión que pueda explicarte y asegurarte a dónde fue? ¿Subió al cielo como espíritu para de allá venir al tercer día y levantarse asimismo? Solo la palabra de Dios tiene respuesta a ese interrogante, derribando todo argumento que se levanta contra el conocimiento de Dios. Cuando el hombre muere, es porque el espíritu ú aliento de vida le es quitado; y si los dos componentes del hombre se separan, el hombre deja de ser con alma viviente, y nunca puede existir de manera independiente como espíritu, ya que el espíritu ú aliento de vida que recibe el cuerpo, no es un ser espiritual en sí, sino el soplo que le insufla vida. Jesucristo hombre al morir, dejó de ser; su aliento de vida o espíritu fue encomendado por él al Padre, pero su cuerpo fue al Hades o sepultura; Cristo en el Espíritu o su estado primario, no puede morir, y por eso se despojó de ese poder invencible de ser igual a Dios, para hacerse hombre y redimirnos, y al resucitar, su cuerpo fue glorificado por Dios, y así permanecer para siempre hombre, el Hijo del Hombre, el segundo Adán ú hombre espiritual del cielo, el Hijo de Dios en quien el Padre tuvo, tiene y tendrá complacencia. El sabía que al morir su Padre lo levantaría con su poder, como lo afirma en la siguiente Escritura: Salmo 49:15: Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol, porque él me tomará consigo. Selah
Esto era necesario que sucediese porque la Biblia dice: Juan 11:25: Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Juan 20:9: Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos. Lucas 24:46: y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese,  y resucitase de los muertos al tercer día. Hechos 2:32: A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Hechos 17:3: declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo. Romanos 14:9: Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.
2ª a Timoteo 2:8: Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio.
Resucitar significa ser levantado de entre los muertos, y no ser bajado del cielo, de la gloria de Dios para juntarse otra vez con el cuerpo que ha de ser adoptado y redimido; levantarse de los muertos es enviar Dios Padre su poder que trae consigo el aliento de vida o espíritu guardado por la fe, para que al tocar el cuerpo muerto, le de vida y le levante de los muertos. Si Jesucristo hombre podía existir espiritualmente después de la muerte, significa que tenía dos naturalezas: la del Espíritu y la de la carne; de esa forma perdería toda autoridad para pedir que padezcamos juntamente con él, para que reinemos juntamente con él, porque él si pudo soportar todo los sufrimientos que le infligieron en su cuerpo o naturaleza humana, por la segunda naturaleza divina que supuestamente poseía como hombre, le fortaleció para aguantar todo; pero nosotros que solo tenemos la naturaleza humana, nunca podremos aguantar los padecimientos por mucha fe que tengamos, porque la fe quedaría anulada porque el autor y consumador de la fe, fue un tramposo, pues supuestamente enfrentó la muerte con dos naturalezas: la carnal que le mataron y la divina que nadie puede matar. De esa forma la Biblia pierde toda unidad y armonía, y se convertiría en un libro de acertijos al cual cada quien, manejaría a su albedrío, dejando y anulando la voluntad de Dios nuestro Padre.
Nadie al morir va ni al cielo, ni al infierno; la Biblia es clara al determinar el destino y el lugar de los que mueren y en afirmar que una misma cosa sucede tanto al hombre como a las bestias; como muere uno muere el otro: Eclesiastés 3:18-21: Dije en mi corazón: Es así, por causa de los hijos de los hombres, para que Dios los pruebe, y para que vean que ellos mismos son semejantes a las bestias. Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad. Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo. ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra?
CAPÍTULO XII
La perfección, la armonía, el poder de la palabra de Dios, nadie se lo puede opacar; Dios tiene todo escrito desde antes de crearlo, y así como está escrito se cumplirá, y ningún teólogo, ningún filósofo, ninguno que ostente sabiduría humana, la puede cambiar: Salmo 139: 13-18: Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas. ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena; despierto, y aún estoy contigo. Él tiene su programa o plan de vida diseñado desde antes de hacerlo y así conforme a su voluntad, conforme a su palabra, conforme a su Escrito, así se hará, porque en esta afirmación se confirma que esa forma sucederá, porque cielo y tierra pasarán, más mis palabras no pasarán.
Vemos que la Biblia dice que Jesucristo murió y resucitó, y que después de resucitar fue cuando subió a los cielos: Efesios 4:7-10: Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Por lo cual dice:  Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres. Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo. Cuando subió a los cielos fue visto por sus apóstoles a quienes se les había aparecido y compartido con ellos, dándoles mandamiento sobre lo porvenir: Hechos 1:1-4 dice: En el primer tratado, oh Teófilo , hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios. Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Hechos 1: 6-11: Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. 1ª de Pedro 3:21-22: El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo, quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.
La apostasía es un período contemplado en el programa de Dios, y que fue profetizado por los apóstoles, y  como veremos en las Escrituras que a continuación cito:
2ª a los Tesalonicenses 1:1-12: Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. ¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto? Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia. Hechos 20:28-30: Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.
2ª a Timoteo 1: 3-9: También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. Más no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos. 2ª a Timoteo 1: 1-4: Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.
a Timoteo 4:7: Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad. Tito 1:13-14: Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe, no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. 2ª de Pedro 1:16: Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad.
2ª de Pedro 2: 1-22: Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme. Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio; y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos; y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente, y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados (porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos), sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio; y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia, y desprecian el señorío. Atrevidos y contumaces, no temen decir mal de las potestades superiores, mientras que los ángeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio de maldición contra ellas delante del Señor. Pero éstos, hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales, nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición, recibiendo el galardón de su injusticia, ya que tienen por delicia el gozar de deleites cada día. Estos son inmundicias y manchas, quienes aun mientras comen con vosotros, se recrean en sus errores. Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición. Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad, y fue reprendido por su iniquidad; pues una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta.  Estos son fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está reservada para siempre. Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias de la carne y disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que viven en error. Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció. Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.
La apostasía se insinuaba aún estando vivos los apóstoles, pero tuvo su auge unos trescientos años después de Jesucristo, cuando en los concilios extra bíblicos se determinó agregar o quitar a las Escrituras su contenido, acomodando  sus interpretaciones a la necesidad de la doctrina que implantaban para cada caso. De esta manera se introdujeron mentiras que permean hasta hoy como verdad y en contra de la verdad, pues son solo mandamientos de hombres que desconocen la verdad de Dios dicha desde el principio. Es así como existe la creencia que las personas que han sido salvas por la fe en Jesucristo, cuando mueren, van directamente a la gloria; las que mueren en estado de condenación según esta doctrina, van a parar al infierno, donde estarán en tormentos en las llamas eternas.
CAPÍTULO XIII
No podemos olvidar que Dios no toma venganza dos veces de sus enemigos: Nahum 1:9 dice: ¿Qué pensáis contra Jehová? El hará consumación; no tomará venganza dos veces de sus enemigos. Si los que mueren en condenación van directamente vivos al infierno ¿Para qué son resucitados si ya están en el lugar de condenación? ¿No viola Dios su palabra al hacerles juicios dos veces? Es común que cristianos sostengan esta creencia, y lo que es peor, hay quienes afirman que Dios en un momento de muerte, les llevó al infierno, donde vieron a tal o cual persona condenada allí, y que les volvió a traer a la vida para que contaran esa experiencia y los que oigan teman, y se conviertan al Señor. Que fábulas de carácter dantescas les ha hecho creer el enemigo a estas personas ¿Y cual es la finalidad de esto? Invalidar la palabra de Dios y dar así cumplimiento a la apostasía. Si Dios necesita llevar a alguien al infierno ¿Para qué nos reveló su palabra y pide que tengamos en cuenta que la fe viene por el oír, y el oír por la palabra de Dios? ¿O es insuficiente el poder de Dios que está en su palabra, en Cristo, en su Santo Espíritu para convencer al mundo de pecado, de justicia y de juicio? Otros que según ellos han estado en trance de muerte, han afirmado ver sus cuerpos tirados muertos; otros han sostenido que al morir se va por un túnel, del cual, Dios los ha vuelto a regresar; todo esto es contra la verdad escrita en la palabra poderosa de Dios con la cual él hizo los cielos y la tierra, y todo lo que en ellos hay.
En cuanto a los que son salvos, se cree que estos van a un lugar al cual han llamado gloria, y que ahí están; quiero recordarles que si la gloria es un lugar, entonces el Dios de la gloria está simplemente en ese lugar, el cual, él hizo para estar. La gloria es un estado del ser y en cuanto a Dios, esta gloria es inmanente en él, y ninguno, ni él mismo, es llevado a ese estado, sino que es propio de él; en ese estado de gloria está Jesucristo, el varón aprobado por Dios, y exaltado hasta lo sumo, y revelado en el capítulo uno de Apocalipsis.
Ir a la gloria como lugar, es anti bíblico, puesto que según la palabra de Dios, nuestros cuerpos esperan es la adopción, la redención de ellos, como también la misma creación: Romanos 8:19-23: Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Por esta razón no debemos menospreciar nuestros cuerpos, sino cuidarlos, porque como carne para nada aprovecha, pero van a ser transformados a la misma gloria de su Salvador Jesucristo: recordemos que aquí en la tierra, Dios dignifica y santifica a nuestros cuerpos, haciéndolos morada de Dios en el Espíritu o templos de su Santo Espíritu.
Hebreos 9:27: Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio. Cuando Jesucristo venga por segunda vez, vendrá sin relación con el pecado, y todos los muertos oirán su voz, y serán levantados o resucitados de sus sepulcros, para enfrentar el juicio ante el tribunal de Cristo, en la primera resurrección.
La paga del pecado es muerte: Romanos 6:23: Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Cristo pagó por nuestros pecados con su muerte; sus obras fueron y serán perfectas y no tuvo que comparecer en juicio delante del Padre porque este se complació y se complace de él. Los seres humanos como pecadores tenemos que morir una vez; esta es la paga del pecado. Pero  tenemos que comparecer en juicio ante el trono de Dios, al resucitar, para recibir recompensa o castigo por nuestras obras, y no para condenación o salvación, pues esto se logra aquí en la tierra recibiendo o rechazando a Jesucristo. Veamos las siguientes citas:
2ª a los Corintios 5:10: Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo (los galardones para los de la fe, y el castigo para los condenados; la segunda venida de Jesucristo pone fin al presente siglo malo; esto no es el fin del mundo, porque Satanás va a ser amarrado por mil años, porque es necesario que Jesucristo reine con los suyos aquí en la tierra). 1ª a los Corintios 3:10-20: Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego (esto es solamente para los que son miembros del cuerpo de Cristo o iglesia del Señor). ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?  Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es. Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio (haciéndonos como niños, como ignorantes, es como la palabra de Dios no es revelada y entendemos la mente de Cristo, y no creyéndonos sabios sin saber nada). Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos. Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro (Dios en el paraíso a través de Adán, nos dio todo, pero el pecado nos lo robó; en Cristo Jesús Dios nos lo devuelve, porque todo es de él, y él nos lo da; por eso no debemos codiciar lo que Dios le da a otro, sino saber que todo nos pertenece si somos obedientes a su palabra).
Apocalipsis 20:11-15: Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos (esto es para la segunda resurrección o el fin del mundo). Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. Apocalipsis 22: 12: He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
CAPÍTULO XIV
Dios escogió a la nación de Israel como depositaria de su palabra, para que viviendo por ella, fuesen ejemplo a otras naciones  y así éstas, siendo enseñadas por ellos, entendiesen y conociesen a Dios y le diesen gloria. Esto no sucedió así porque Israel se apartó de su  Creador, y las naciones en vez de adorar a Dios y darle honra, blasfemaron del nombre de Dios por causa de los israelitas. La cultura griega influenció a los judíos en esa conducta, ya que estos usaron de la hipocresía para introducir mandamientos de hombres como palabra de Dios, invalidando el legado de Dios por sus tradiciones. Por eso Jesús les dijo a los escribas y fariseos lo siguiente: Marcos 7:1-13: Se juntaron a Jesús los fariseos, y algunos de los escribas, que habían venido de Jerusalén; los cuales, viendo a algunos de los discípulos de Jesús comer pan con manos inmundas, esto es, no lavadas, los condenaban.  Porque los fariseos y todos los judíos, aferrándose a la tradición de los ancianos, si muchas veces no se lavan las manos, no comen. Y volviendo de la plaza, si no se lavan, no comen. Y otras muchas cosas hay que tomaron para guardar, como los lavamientos de los vasos de beber, y de los jarros, y de los utensilios de metal, y de los lechos. Le preguntaron, pues, los fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos inmundas? Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: este pueblo de labios me honra, más su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes. Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte, y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre,  invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas. Las fábulas judaicas y la mitología griega fueron el medio utilizado por Dios para que el período de la apostasía se cumpliese en la historia de la humanidad; Jesucristo limpió el templo de los judíos en su entrada triunfante a Jerusalén, viniendo montado en un pollino de asna, antes de morir; para su segunda venida o segunda entrada triunfal a Jerusalén, limpiará a su iglesia que es el templo del Dios viviente, del Espíritu Santo de Dios. Todos esas tradiciones y mandamientos de hombres serán quitados de los corazones de los que adoran a Dios en Espíritu y en verdad, porque la iglesia que él va a levantar, que va a resucitar y transformar, es una iglesia santa, sin manchas y sin arrugas, pues su destino final, es tener su misma gloria, la cual ha tenido y tiene él desde antes que el mundo fuese. La apostasía tiene que llegar a su final para que el hombre de pecado, el anticristo, aquel inicuo al que el Señor matará con el espíritu de su boca, se manifieste, dando así inicio al período de la gran tribulación, y después de esta, el final del presente siglo malo, porque quien reinará hasta que al final entregue el reino a su Padre, es nuestro Salvador, y nosotros reinemos juntamente con él.
La fe es esperanza, y la esperanza es saber que Dios resucitará en Cristo nuestros cuerpos mortales, librándonos del poder de la muerte, y sacándonos a resurrección de vida; no estaremos en gloria para ese tiempo, sino que nuestro espíritu o soplo o aliento de vida, está con Dios, que lo volverá a juntar con nuestros cuerpos que están en las sepulturas o transformand0nos si estamos vivos. Ahí se cumplirá lo dicho por la Escritura de 1ª a los Corintios 15: 49-58: Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial. Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.  Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Más gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.  Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
CAPÍTULO XV
VAMOS A COMPARAR LO PLASMADO POR LAS AUTORIDADES TEOLÓGICAS SOBRE EL TEMA DE LA MUERTE, EN EL DICCIONARIO ILUSTRADO DE LA BIBLIA, WILTON M. NELSON-EDITOR, DE EDITORIAL CARIBE, CON LO QUE LA PALABRA DE DIOS DICE AL RESPECTO; confrontando de esta forma la sabiduría humana la cual Dios enloqueció, con la sabiduría de Dios que excede a todo conocimiento, la que según 1ª a los Corintios 1:24, es Cristo, el poder de Dios: más para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.
Para ello, transcribo lo plasmado en el diccionario, y luego hago las comparaciones con lo expresado por la Biblia:
LA MUERTE: Fenómeno universal que marca la terminación de la vida, generalmente muy lamentado. En el orden de la naturaleza, lo experimentan tanto las plantas como los animales.  No obstante, los primeros seres humanos Adán y Eva, no fueron creados para morir, sino con una capacidad que no tenían las plantas o los animales; ellos debían escoger entre la inmortalidad y la muerte. Todo dependía de su obediencia a DIOS (Génesis. 2:16-17: Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;  más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.). Tanto Adán como Eva desobedecieron al comer del fruto prohibido y murieron  (Génesis 3: 6-7: Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales).  La muerte humana, sin embargo, fue distinta de la de los animales, en que Adán no dejo del todo de existir.  Su muerte tenia dimensiones físicas, morales y espirituales, y por causa de su desobediencia la misma clase de muerte pasó a todos sus descendientes, y a toda la raza humana (Romanos 5: 12: Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.).
La muerte humana no implica dejar de existir; más bien consiste básicamente en una separación. La muerte física es la separación entre lo físico y lo inmaterial, o sea entre el cuerpo y el alma.  La muerte espiritual es la separación del ser humano de su Dios.
La muerte física fue el resultado del pecado original, pero Adán no perdió la vida el día que comió del fruto prohibido, sino vivió 930 años  (Gen 5: 5: Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió).  Su muerte consistió en dejar de ser inmortal: comenzó a envejecer desde aquel momento, y la muerte le fue inevitable. Se supone que si no hubiera desobedecido a Dios, hubiera sido inmortal, tanto física como espiritualmente.
Normalmente la muerte física sigue siendo inevitable para todo ser humano.  Sin embargo, ha habido y habrá excepciones. Enoc (Hebreos 11: 5:Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.) y Elías (2ª de Reyes 2: 1-11: Aconteció que cuando quiso Jehová alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía con Eliseo de Gilgal. Y dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Bet-el. Y Eliseo dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Descendieron, pues, a Bet-el. Y saliendo a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Bet-el, le dijeron: ¿Sabes que Jehová te quitará hoy a tu señor de sobre ti? Y él dijo: Sí, yo lo sé; callad. Y Elías le volvió a decir: Eliseo, quédate aquí ahora, porque Jehová me ha enviado a Jericó. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Vinieron, pues, a Jericó. Y se acercaron a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Jericó, y le dijeron: ¿Sabes que Jehová te quitará hoy a tu señor de sobre ti? El respondió: Sí, yo lo sé; callad. Y Elías le dijo: Te ruego que te quedes aquí, porque Jehová me ha enviado al Jordán. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Fueron, pues, ambos. Y vinieron cincuenta varones de los hijos de los profetas, y se pararon delante a lo lejos; y ellos dos se pararon junto al Jordán. Tomando entonces Elías su manto, lo dobló, y golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a otro lado, y pasaron ambos por lo seco. Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción(A) de tu espíritu sea sobre mí. El le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; más si no, no. Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.) fueron trasladados al cielo sin sufrir la muerte física, y en los últimos días, cuando el Señor arrebate a su iglesia, todos los creyentes que aún vivan en aquel día serán trasladados  directamente al cielo (1ª a Tesalonicenses 4: 13 al 18- Segunda venida: Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.).  Por eso Pablo dice: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados (1ª a los Corintios 15: 51-52 : He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,  en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.).  Esto es motivo de gran esperanza y consolación para el pueblo de Dios (1ª a los Tesalonicenses 4: 18: Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.). 
La doctrina de la resurrección del cuerpo nos indica que la separación del cuerpo y el alma no se considera como un estado permanente.  A su debido tiempo los cuerpos tanto de los creyentes como de los inconversos serán resucitados y unidos nuevamente con sus almas (Juan 5: 28-29: No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz;  y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.).
Con todo, la muerte física es poca cosa comparada con la muerte espiritual o sea la separación del hombre de su Dios y la  consecuente incapacidad moral. Adán representó al género humano en la prueba de obediencia en Edén, y como resultado de su pecado original, todos los hombres vivimos desee entonces en un estado de muerte espiritual (Col 2: 13-14: Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,  anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,).  El evangelio anuncia la manera de pasar de muerte a vida (Juan 5: 24: De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.) y cómo obtener la vida eterna (Juan 3: 16: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él crea no se pierda, más tenga vida eterna).  La fe salvadora en Cristo vence a la muerte espiritual y quita el temor de la muerte. Pablo considera a la muerte física  como una victoria nefasta del mal (1ª a los Corintios. 15: 55: ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?), pero para el creyente Cristo ha anulado esta victoria mediante su propia muerte (Hebreos. 2:14: Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. Por medio de su resurrección ha vencido a este postrer enemigo, o sea la muerte (1ª a los Corintios. 15: 25-26: Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.).  En el último juicio, la muerte misma será lanzada al lago de fuego (Apocalipsis 20: 14: Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.).
Solamente durante su vida sobre la tierra tiene el hombre libertad de poner su fe en Cristo y ser librado de la muerte espiritual. La muerte física pone fin a esta oportunidad (Hebreos. 9:27: Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,).  Si en esta vida el hombre no participa por la fe en la victoria de Cristo sobre la muerte, solamente le espera la segunda muerte, o aquella horrenda separación eterna de su creador (Apocalipsis 20: 15: Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.; y  21 : 8: Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.).
CAPÍTULO XVI
Comparamos por párrafos, teniendo en cuenta que lo afirmado por la Biblia, está en negrillas:
LA MUERTE: Fenómeno universal que marca la terminación de la vida, generalmente muy lamentado.  La Biblia no llama al pecado fenómeno sino desobediencia hacia a Dios, y su paga es la muerte: Romanos 6:23: La paga del pecado es muerte, y la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús.
En el orden de la naturaleza, lo experimentan tanto las plantas como los animales. La Biblia no dice que tanto las plantas como los animales experimentan la muerte porque si, sino que nos enseña que el pecado afectó a la creación y que esta espera gimiendo, la manifestación gloriosa de los Hijos de Dios: Romanos 8: 19-23: Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.  Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.
No obstante, los primeros seres humanos Adán y Eva, no fueron creados para morir, sino con una capacidad que no tenían las plantas o los animales; ellos debían escoger entre la inmortalidad y la muerte. Todo dependía de su obediencia a DIOS (Génesis. 2:16-17: Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;  más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.). La Biblia no dice jamás que Adán y Eva no fueron creados para morir; si esto afirmara, el pecado jamás hubiera penetrado en sus vidas causándoles muerte (Dios es inmortal y el pecado jamás penetrará en él). En el plan de Dios está contemplado el pecado, ya que el hombre es una criatura hecha por él del polvo de la tierra, o sea, de carne y hueso, de naturaleza vulnerable al error porque de hecho no era perfecto. Dios le advirtió a Adán (no a Eva), que si comía del árbol del bien y del mal, ciertamente iba a  morir. Adán no conocía la muerte puesto que ésta no había penetrado en la creación; solo tenía la palabra de advertencia de parte de Dios, para que no lo comiera; tenía que pasar por el bautismo o conocimiento de la muerte, para que entendiera lo que su Creador le había legado, ya que en su estado prístino, Adán no tenía la facultad de elegir o libre albedrío como afirman, porque él no conocía la diferencia entre el bien y el mal. En el orden de Dios, lo primero no permanece; el primer hombre es terrenal, pero el segundo que  es el Señor, es celestial; el primer pacto no es el que rige, sino el nuevo pacto; las tablas de la ley fueron escritas dos veces y las primeras las rompió Moisés (el primer mandato estaba en vaso de barro, en Adán, el cual pecaría y pecó); y las segundas permanecen.
Pensar que Dios no creó al hombre con la debilidad para pecar, es desconocer totalmente las Escrituras; el Dios de orden que escribió todo antes de hacerlo, lo convierte esta afirmación en un Dios desordenado y que tiene que inventar un nuevo plan, para enfrentar un suceso no previsto por él. Es por ende desconocer el plan de salvación de un Padre amoroso que desde antes de la fundación del mundo, había determinado dar  a su Hijo por los pecados que cometería la humanidad. Apocalipsis 13:8 dice: Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. Hacer tal aseveración es afirmar que Dios se equivocó al crear al hombre con debilidad ante el pecado, criatura ante la cual él se daría a conocer, porque de esa manera Dios anularía su propia voluntad, pues sin el pecado, no podría poner en acción su amor, su perdón, su misericordia y los demás atributos inmanentes en él; en ese caso, se vio socorrido por un hombre que desobedece y de esta forma, Dios pudo mostrar su majestad y todo poder. Si Dios no rizo al hombre propenso al pecado, quería entonces una criatura sometida a él, no voluntariamente debido a su amor, sino de manera impuesta, y convertido no en un ser humano, sino en un robot. El pecado dio la oportunidad de que nuestros cuerpos participen de la naturaleza divina de Jesucristo, porque sin el pecado, nuestros cuerpos no habrían de ser adoptados ni redimidos, sino que permanecerían para siempre en su estado natural de creación: polvo de la tierra; la Escritura afirma que el pecado nos ayudó para bien: Romanos 8:28-39 dice: Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. (Dios hizo al hombre para que fuese más que vencedor; por eso la Biblia dice: Diga el débil, fuerte soy, y mi poder se perfecciona en la debilidad. ) Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Prosigo: Tanto Adán como Eva desobedecieron al comer del fruto prohibido y murieron  (Génesis 3: 6-7:) Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales).  Dios hizo al hombre expuesto al pecado, para luego convertirlo por la redención en su Unigénito, en un campeón de la fe. El pecado entró por la vista y el hombre murió; pero la gracia de Dios vino por Jesucristo, por medio de la fe. El pecado dejó puerta para el conocimiento: una vez pecaron se dieron cuenta de su desnudez; también al trabajo: cosieron hojas de higueras para hacerse delantales. Dios no dejó al hombre a su suerte, sino que le demostró que él es el Hacedor, y que todas las cosas son hechas por él y no por el hombre: sacrificó animales y derramó sangre para remisión del pecado del hombre, y les hizo túnica de pieles y les vistió: Génesis 3:21: Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
Continúo: La muerte humana, sin embargo, fue distinta de la de los animales, en que Adán no dejo del todo de existir. Su muerte tenia dimensiones físicas, morales y espirituales, y por causa de su desobediencia la misma clase de muerte pasó a todos sus descendientes, y a toda la raza humana (Romanos 5: 12: Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.). Ya sabemos que la causa de la muerte tanto del hombre como la de los animales y plantas, fue por causa del pecado, y que cuando el hombre sea glorificado, la creación también tendrá su restitución.  La Biblia no dice que hay diferencia entre la muerte del ser humano y la de los animales: Eclesiastés 3:19-20: Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad. Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo.
Sigo: La muerte humana no implica dejar de existir; más bien consiste básicamente en una separación. La muerte física es la separación entre lo físico y lo inmaterial, o sea entre el cuerpo y el alma.  La muerte espiritual es la separación del ser humano de su Dios. Dios formó al hombre del polvo de la tierra (1); en ese estado el cuerpo no tenía vida, es decir, estaba muerto, porque el pecado que Jesucristo condenó en la carne, entraría en el hombre y le mataría. Luego Dios en Cristo sopla sobre el hombre aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente, o alma viviente, o persona (2); en la muerte, el espíritu (no el alma) vuelve a Dios que lo dio, y el cuerpo va al polvo de donde fue tomado. La separación no es del cuerpo y el alma, sino del espíritu del cuerpo, porque el alma es el conjunto de estos dos. El hombre no es un espíritu, ni después de morir va existir como un espíritu; los espíritus por no tener cuerpo carnal, no mueren, por lo tanto, no hay muerte espiritual. En la resurrección el creyente si es como los ángeles de Dios: Mateo 22:29-30: Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios. Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo. Nosotros somos espirituales al creer en nuestro Señor, porque aunque estamos en la carne, no andamos según la carne, sino según el Espíritu, o sea, según la palabra de Dios nos pide, pero no porque seamos espíritus. La muerte en Cristo no nos separa de Dios, sino que nos sella para la resurrección para vida eterna; la muerte eterna si separa al hombre de Dios, por cuanto dejará de ser eternamente.
Continuamos la comparación: La muerte física fue el resultado del pecado original, pero Adán no perdió la vida el día que comió del fruto prohibido, sino vivió 930 años  (Gen 5: 5: Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió).  Su muerte consistió en dejar de ser inmortal: comenzó a envejecer desde aquel momento, y la muerte le fue inevitable. Se supone que si no hubiera desobedecido a Dios, hubiera sido inmortal, tanto física como espiritualmente.  La Biblia no habla de pecado original ni tampoco de pecados no originales, sino de pecado de desobediencia; Adán nunca fue inmortal porque ya dije, el pecado de serlo, no hubiese podido causar efectos en él. Jesucristo, el Hijo de Dios viviente, murió, y al asegurar que Adán era inmortal, pondríamos a Adán superior a él; Jesucristo hombre, por estar establecido que el hombre muriese una vez, como tal, murió para redimir precisamente al hombre caído, del cual aquí encontramos diciendo que es inmortal; recordemos que el pecado era necesario para que conocer la grandeza del Dios invisible, el único inmortal y que habita en luz inaccesible.
Examinemos lo que sigue: Normalmente la muerte física sigue siendo inevitable para todo ser humano.  Sin embargo, ha habido y habrá excepciones: (La Biblia no dice que ha habido ni habrá excepciones en cuanto a la muerte; lo que si dice es lo siguiente: 1ª a los Corintios 15: 51-52: He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,  en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.). Enoc (Hebreos 11: 5: Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.): VEAMOS LO CONCERNIENTE A Enoc: En cuanto a Enoc, la Biblia dice en Hebreos 11:5 que fue traspuesto por Dios para no ver muerte (nunca dice haber sido trasladado al cielo). La palabra griega utilizada aquí para trasponer es: METATHESIS, y traduce ser traspuesto de un lugar a otro de la tierra; este es el mismo término usado para indicar que el cáncer que está en un órgano, hace metathesis o  se traspone o traslada a otro órgano del mismo organismo. Sabemos que Enoc murió porque la Biblia lo dice en Hebreos 11:13: Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Cuando dice que murieron todos estos o sea los hombres de fe de que habla el capítulo 11 de Hebreos, está incluido Enoc; quien murió como ellos sin haber recibido lo prometido;  y Elías (2ª de Reyes 2: 1-11: Aconteció que cuando quiso Jehová alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía con Eliseo de Gilgal. Y dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Bet-el. Y Eliseo dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Descendieron, pues, a Bet-el. Y saliendo a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Bet-el, le dijeron: ¿Sabes que Jehová te quitará hoy a tu señor de sobre ti? Y él dijo: Sí, yo lo sé; callad. Y Elías le volvió a decir: Eliseo, quédate aquí ahora, porque Jehová me ha enviado a Jericó. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Vinieron, pues, a Jericó. Y se acercaron a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Jericó, y le dijeron: ¿Sabes que Jehová te quitará hoy a tu señor de sobre ti? El respondió: Sí, yo lo sé; callad. Y Elías le dijo: Te ruego que te quedes aquí, porque Jehová me ha enviado al Jordán. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Fueron, pues, ambos. Y vinieron cincuenta varones de los hijos de los profetas, y se pararon delante a lo lejos; y ellos dos se pararon junto al Jordán. Tomando entonces Elías su manto, lo dobló, y golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a otro lado, y pasaron ambos por lo seco. Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí. El le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; más si no, no. Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.) fueron trasladados al cielo sin sufrir la muerte física, y en los últimos días, cuando el Señor arrebate a su iglesia, todos los creyentes que aún vivan en aquel día serán trasladados  directamente al cielo.
CAPÍTULO XVII
VEAMOS LO RELACIONADO CON ELÍAS: Para ello recordemos lo que la Biblia dice con respecto al cielo: Génesis 1:6-10: Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo. Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. Entendemos que según la Biblia, los cielos fueron creados para separar las aguas de las aguas; a las aguas que quedaron debajo de los cielos, Dios las llamó mares, y de ellas, mandó que se descubriese lo seco, o sea la tierra. Podemos asegurar que los cielos van desde la tierra hasta arriba en donde está el trono de Dios; el cielo atmosférico es el primer cielo que se encuentra de la tierra al segundo cielo, con relación a la posición del hombre en la tierra. La Escritura dice que Dios alzó a Elías al cielo (pero nunca dice que al tercer cielo donde está Dios), para trasladarle de ese lugar en donde estaba, a otro lugar distante, para quitarle de sobre Eliseo como dice la Biblia, porque era necesario que Eliseo empezara su ministerio profético de manera independiente, porque él estaba siguiendo a Elías por doquier, y no quería dejarle ni aún porque Elías se lo pedía. Dios alzó a Elías y lo trasladó a otro sitio (metathesis) con esa finalidad. Esto no es suposición ni interpretación porque la Biblia dice que Jesucristo descenderá del cielo hasta las nubes, para alzar a su iglesia, y esta recibirá al Señor en el aire, y no en el tercer cielo:1ª a Tesalonicenses 4: 13 al 18- Segunda venida: Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.).  Por eso Pablo dice: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados (1ª a los Corintios 15: 51-52: He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,  en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.).  Esto es motivo de gran esperanza y consolación para el pueblo de Dios (1ª a los Tesalonicenses 4: 18: Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.). 
No en ninguna manera una especulación, porque Dios no viola su palabra, puesto que él dice en ella: Juan 3:13: Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo. No es tampoco interpretación porque nadie puede ni podrá subir al cielo antes de aquel que descendió del cielo, o sea Jesucristo el Hijo de Dios, porque él fue quien traspasó los cielos como precursor, para que en todo tenga preeminencia: Hebreos 4:14: Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Hebreos: 6:20: donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. Hebreos 9:24: Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios.
Según el Diccionario Enciclopédico de la Biblia, la historia demuestra que la Biblia prueba que Elías no fue al cielo de Dios: 2ª de Crónicas 21: 1-15: Durmió Josafat con sus padres, y lo sepultaron con sus padres en la ciudad de David. Y reinó en su lugar Joram su hijo, quien tuvo por hermanos, hijos de Josafat, a Azarías, Jehiel, Zacarías, Azarías, Micael, y Sefatías. Todos estos fueron hijos de Josafat rey de Judá. Y su padre les había dado muchos regalos de oro y de plata, y cosas preciosas, y ciudades fortificadas en Judá; pero había dado el reino a Joram, porque él era el primogénito. Fue elevado, pues, Joram al reino de su padre; y luego que se hizo fuerte, mató a espada a todos sus hermanos, y también a algunos de los príncipes de Israel.  Cuando comenzó a reinar era de treinta y dos años, y reinó ocho años en Jerusalén. Y anduvo en el camino de los reyes de Israel, como hizo la casa de Acab; porque tenía por mujer a la hija de Acab, e hizo lo malo ante los ojos de Jehová. Más Jehová no quiso destruir la casa de David, a causa del pacto que había hecho con David, y porque le había dicho que le daría lámpara a él y a sus hijos perpetuamente. En los días de éste se rebeló Edom contra el dominio de Judá, y pusieron rey sobre sí.  Entonces pasó Joram con sus príncipes, y todos sus carros; y se levantó de noche, y derrotó a los edomitas que le habían sitiado, y a todos los comandantes de sus carros. No obstante, Edom se libertó del dominio de Judá, hasta hoy. También en el mismo tiempo Libna se libertó de su dominio, por cuanto él había dejado a Jehová el Dios de sus padres. Además de esto, hizo lugares altos en los montes de Judá, e hizo que los moradores de Jerusalén fornicasen tras ellos, y a ello impelió a Judá. Y le llegó una carta del profeta Elías, que decía: Jehová el Dios de David tu padre ha dicho así: Por cuanto no has andado en los caminos de Josafat tu padre, ni en los caminos de Asa rey de Judá, sino que has andado en el camino de los reyes de Israel, y has hecho que fornicase Judá y los moradores de Jerusalén, como fornicó la casa de Acab; y además has dado muerte a tus hermanos, a la familia de tu padre, los cuales eran mejores que tú; he aquí Jehová herirá a tu pueblo de una gran plaga, y a tus hijos y a tus mujeres, y a todo cuanto tienes; y a ti con muchas enfermedades, con enfermedad de tus intestinos, hasta que se te salgan a causa de tu persistente enfermedad. Veamos el cuadro de los reyes de Israel y de Judá en los tiempos de Elías y de Eliseo:
Reyes en los tiempos de los profetas Elías y Eliseo.
ISRAEL                                JUDÁ                           PROFETA
Acab: de 874/73 a 853      Josafat: 870/69 a 848      Elías
Final reinado de Acab      (Elías traspuesto)             Eliseo
Joram 852 a 841           Joram hijo de Josafat    (carta de Elías)
(hijo de Acab)                      848-841                             Eliseo.
Como podemos apreciar en lo plasmado en la Biblia, Elías le envía la carta al rey de Judá, Joram el hijo de Josafat, después de ser traspuesto por Dios.   Llevaba reinado en Israel Joram hijo de Acab cinco años, cuando empezó a reinar en Judá Joram hijo de Josafat; éste es quien recibe la carta de Elías.                                                                                                          
Continuando: La doctrina de la resurrección del cuerpo nos indica que la separación del cuerpo y el alma no se considera como un estado permanente.  A su debido tiempo los cuerpos tanto de los creyentes como de los inconversos serán resucitados y unidos nuevamente con sus almas (Juan 5: 28-29: No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz;  y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.). La Biblia dice que una persona o alma tiene dos elementos: cuerpo y espíritu; lo que separa del cuerpo cuando llega la muerte, es el espíritu que vuelve a Dios que lo dio. El alma no es inmortal como afirma la filosofía, pues el mismo Jesucristo le pide al Padre que vuelva a juntar su cuerpo con el espíritu para que no dejase su alma en el Seol; en Ezequiel 18:4 dice hablando de los hombres: He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá. En Mateo 10:28 dice: Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. Cuando a alguien Dios le permite que maten a un hijo suyo, ese homicida no puede matar el alma del creyente, porque en la resurrección Dios en Cristo Jesús vuelve a juntar al espíritu o soplo de vida del creyente, con el cuerpo que está en el Seol, formando de nuevo el alma que ahora será glorificada. Pero Dios en Cristo Jesús, a aquél que no recibe al Señor como Salvador, al morir ya es condenado, y su cuerpo en el día del juicio al resucitar, pasará por la muerte segunda, dejando de existir eternamente: de esta manera su alma, su persona no será más, y su alma será destruida para siempre.
Con todo, la muerte física es poca cosa comparada con la muerte espiritual o sea la separación del hombre de su Dios y la  consecuente incapacidad moral. Adán representó al género humano en la prueba de obediencia en Edén, y como resultado de su pecado original, todos los hombres vivimos desee entonces en un estado de muerte espiritual (Col 2: 13-14: Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,  anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,).  El evangelio anuncia la manera de pasar de muerte a vida (Juan 5: 24: De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.) y cómo obtener la vida eterna (Juan 3: 16: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él crea no se pierda, más tenga vida eterna).  La fe salvadora en Cristo vence a la muerte espiritual y quita el temor de la muerte. Pablo considera a la muerte física  como una victoria nefasta del mal (1ª a los Corintios. 15: 55: ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?), pero para el creyente Cristo ha anulado esta victoria mediante su propia muerte (Hebreos. 2:14: Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. Por medio de su resurrección ha vencido a este postrer enemigo, o sea la muerte (1ª a los Corintios. 15: 25-26: Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.).  En el último juicio, la muerte misma será lanzada al lago de fuego (Apocalipsis 20: 14: Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.). La Biblia no habla de muerte espiritual, porque es sabido que los espíritus son inmortales; por eso el fuego eterno fue preparado para Satanás y sus ángeles: Mateo 25:41: Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.  Tengo que aclarar que el infierno no es el fuego eterno o lago de fuego; el infierno es el tormento o castigo que recibirán los condenados por las malas obras que hayan hecho en el tiempo de su vida terrenal, al ser juzgados en la segunda venida por Jesucristo, ya sea que hayan resucitados o estén vivos. Cuando hayan pagado el tiempo de sus respectivas condenas, Dios les quitará el espíritu y morirán por segunda vez, con muerte eterna; sus cuerpos serán lanzados al lago de fuego para ser destruidos, porque polvo eres y en polvo te convertirás; al lago de fuego será lanzado el diablo vivo: Apocalipsis 20:10:  Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. Apocalipsis 20:14-15: Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego (Nunca dice que al infierno sino al lago de fuego; pero si dice en Mateo 10:28 que teman al que puede DESTRUIR EL CUERPO Y EL ALMA EN EL FUEGO ETERNO). La sentencia la reciben los condenados vivos; la condenación es dejar de ser para siempre; Dios no violará su Palabra que dice: Polvo eres y en polvo te convertirás; esto se cumple al ser destruido el cuerpo en el fuego eterno. Debemos saber que Dios no es injusto para crear seres humanos para luego condenarles vivos a un castigo eterno, siendo que estos seres existen sin la voluntad expresa de ellos, sino por la de su Creador; esto lo corrobora la Biblia cuando dice en: Romanos 9.16-24: Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece. Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? Más antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?  ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?
CAPÍTULO XVIII
Vemos claramente que Dios hizo vasos (cuerpos) en donde puso aliento de vida o espíritus, unos  para honra y otros para deshonra; estos vasos o cuerpos de honra y de deshonra, son hechos uno para redimirlos y adoptarlos en la gloria de su Hijo Jesucristo, y los otros como dice la Escritura, son vasos de ira preparados para destrucción, y para mostrar grandemente las riquezas de su gloria. Destrucción es exterminación total, no un castigo quemándose vivos eternamente en el infierno como enseña la filosofía. Ahí está el valor de la obediencia, puesto que es supremamente grande el galardón de la gloria dada a los vasos de barros en quienes él ha puesto este incomparable tesoro; para que sea cumplida la palabra dicha por Cristo por boca de David: Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.
Por último miraremos y compararemos: Solamente durante su vida sobre la tierra tiene el hombre libertad de poner su fe en Cristo y ser librado de la muerte espiritual. La muerte física pone fin a esta oportunidad (Hebreos. 9:27: Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,).  Si en esta vida el hombre no participa por la fe en la victoria de Cristo sobre la muerte, solamente le espera la segunda muerte, o aquella horrenda separación eterna de su creador (Apocalipsis 20: 15: Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.; y  21 : 8: Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.). Ya miramos que la Biblia no contempla el hecho de que el hombre muera espiritualmente, porque solamente en la resurrección es como el creyente en Cristo, es redimido para ser espíritu vivificante como su Salvador: 1ª a los Corintios 15: 42-54: Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. Más lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial. Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.
El hombre es culpable porque ha desconocido el poder y amor de su Creador; ha pensado y razonado que su  sabiduría es una cualidad innata de él, y no un legado de Dios. En esa sabiduría solamente ha logrado su segunda muerte dejando de ser eternamente. Para terminar les dejo la Escritura que contempla esto, para que mediten seriamente sobre el valor que tiene para el Hacedor que todos acatemos su voluntad, para que él nos premie con su gloria: Romanos 1: 20-: Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.  Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen;  estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.
¿En dónde queda la ciencia ante semejante aseveración? La desobediencia es el origen de la homosexualidad, del lesbianismo, y de todas las conductas pecaminosas descritas en este pasaje Bíblico. Dios ha entregado al hombre a todas estas conductas abominables, en retribución al extravío de su conocimiento; y como se preguntó Pablo ¿Qué pues, diremos? ¿Seguiremos desobedeciendo conociendo el fin y paga de estas cosas? Me quedo con la verdad contra la mentira.
                                                               
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