El peor camino para llegar a la felicidad, o, al menos, acercarnos, es convencernos de no merecerla. A mi juicio, nadie en el universo deja de tener el derecho a una oportunidad y eso se llama esperanza.
Esta es una manera de argumentar sobre la idea de tu texto; no obstante, como él tiene el valor de haberse esquematizado con versos coherentes y con un propósito definido, indica que su autor posee un virtuosismo digno de atender.
Mis saludos Ondina.
Un amigo.
Federico.