Estrellas, brillen bajo el reflejo del mar amparadas por el manto de la noche.
Veo tantos astros, pequeños y separados, me pregunto: ¿harán pareja alguna vez?.
Ese espejismo cristal como un mapa, las estrellitas se conectan mostrando un camino.
El principio es como el final, nos enseña los pares impares e impares parejos.
 
¿Què importa si un lazo es màs ancho que el otro?, su ser es la uniòn no la diferencia.
¿Què sentido tiene el amor opuesto entre la luna y el sol?, se necesitan mutuamente para entender su significado.
¿Por què hay discriminaciòn de seres, si todos nos expresamos con el mismo idioma en la cama?, la indiferencia es la fantasìa no el placer.
¿Existe distancia por kilòmetros, raza, religiòn, edad, clase social, sexo, contextura o cultura?, lo opuesto atrae màs envolviendo un deseo tan càlido como el atardecer...
 
Ese impar que te hace par, lo demuestra el sendero.
La vergüenza junto al miedo nos impide ser valientes a encontrar nuestra mitad sentimental.
No lo dudes, lo contrario te indica como el magnetismo de una polaridad electrica,
si no hay opuesto; ¿còmo se atraerìan?. la contraparte màs comùn es el gènero.
Olvida las consecuencias y las suposiciones de incertidumbre ya que, al final de la excursiòn,
descubriràs que la atracciòn: es la uniòn invisible de dos partes diferentes sin diquelar
si eres negro o blanco, alto o bajo, gordo o flaco, mayor o menor, lejos o cerca, rico o pobre,hombre o mujer, catòlico o musulmàn, occidental u oriental.
El destino cuando clame que dos seres estàn ligados a una atadura, ese lazo se podrà estirar o ablandar, pero jamàs romperse.