De aquella Pompeya desaparecida por el enojo del Vesubio, has logrado en pocas palabras buscar la memoria todas las preguntas de aquellos hombres y mujeres desaparecidas bajo lavas y enojos de la montaña y no hace mucho como bién dices pocas décadas atrás, 1979. Niños, madres, padres y dioses, entremezclados en esa penumbra del olvido “vestidos de silencio”.
Felicitaciones Daniel

Para referirme a tu poema, las palabras de Elvia Gonzales me representan ampliamente y me sumo sin reparos al reconocimiento hacia tus letras, adhiriéndome, también, a las felicitaciones.

Federico.

la naturaleza siempre en distintas épocas y continentes, nos marca con su furia, quizás para hacernos notar, que el verdadero poder esta en sus manos y no lo tenemos nosotros los humanos, hacer un recuento, parte el alma, como nos vamos marchando de este mundo, algunos muy castigados como es el caso de Pompeya, has logrado unos versos muy delicados a pesar de ser este un hecho muy trágico, felicitaciones, te envió abrazos

Preguntas sin respuestas, amigo Daniel, que recuerda aquella catástrofe no prevenida que dejó la muerte una noche sobre Pompeya.
Buen tema y muy buen tratamiento poético de aquel hecho tan trágico.
Enhorabuena con mi abrazo.

Hola Daniel.
Con versos y preguntas describes una historia real que por los siglos de los siglos, estremecerá el alma...
En Colombia el volcán Nevado del Ruiz el 13 de noviembre de 1985, sepultó 25.000 personas; claro, no se compara con las 5000 causadas por el Vesubio,. ( La Naturaleza con furia)
Abrazos